LEYES, FUERZAS Y FENÓMENOS PSÍQUICOS

El siguiente artículo forma parte del «Curso de Teosofía por Correspondencia» para hispanohablantes (más antecedentes aquí: https://www.theosophy-ult.org.uk/theosophy/curso-en-espanol/), y es fruto del esfuerzo conjunto por estudiantes-asociados de la L.U.T. en Europa, América y Oceanía.

Un manuscrito sobre hoja de palma (Sri Lanka, siglo XIX), en cuyos folios pueden estar preservados los conocimientos de algunos Adeptos (cortesía de Michael Blackman Limited).

Contenidos:

01. Poderes humanos latentes
02. ¿Qué son las facultades psíquicas?
03. ¿Cómo deben desarrollarse estos poderes?
04. ¿Qué son la clarividencia y clariaudiencia?
05. ¿Qué son la cohesión, dispersión e invisibilidad?
06. ¿Cómo explicamos la levitación del cuerpo?
07. ¿Está controlada la precipitación por los mismos poderes?
08. ¿Cómo puede la imaginación ser tan importante?
09. ¿Cómo se contactan las mentes a distancia?
10. ¿Qué ocurre con la psicometría?
11. ¿Es «espiritismo» el nombre correcto?
12. ¿Son iguales mesmerismo e hipnotismo?

Nota: sugerimos leer los capítulos 16 y 17 de El Océano de la Teosofía, que proporcionan información sobre leyes y fenómenos psíquicos, y también el espiritismo.

1.PODERES HUMANOS LATENTES
El Glosario Teosófico define «psique» como el alma animal o terrestre; Manas inferior, mientras que para «psiquismo» se dice:

«Un término que hoy se usa para denotar muy vagamente todo tipo de fenómenos mentales —como por ejemplo la mediumnidad— y la sensibilidad superior, la receptividad hipnótica y la profecía inspirada, la clarividencia simple en la luz astral y la precognición divina auténtica; en resumen, el vocablo abarca toda fase y manifestación de los poderes y potencias de las Almas humanas y divinas». 

La filosofía esotérica añade que todas estas facultades permanecen latentes en el interior de cada ser humano, pero en algunas personas afloran más respecto a otras debido a las medidas adoptadas para desarrollarlas durante esta u otra vida, aunque representan una parte integral de nuestro patrimonio y desarrollo futuro.

Hoy entre nosotros hay quienes exhiben lo que podría llamarse poderes «superhumanos», y a medida que la próxima subraza se afiance en mayor grado, cada vez más individuos se encarnarán en cuerpos que permitirán el despertar de estas habilidades, pero siguen siendo destrezas «humanas». 

Es interesante señalar que William Q. Judge nos recuerda que existen «fenómenos» en nuestra vida cotidiana atribuidos al «azar» y que pertenecen debidamente al reino de lo psíquico, tales como presentimientos, amistades o enemistades instantáneas y también ciertos «sueños proféticos», de cuyos siete tipos se categoriza el primero en Transactions of the Blavatsky Lodge (ver pág. 79, citada en «El proceso del dormir y los sueños»)

Todo ello constituye una manifestación en este plano de poderes humanos internos. Además, Judge afirma que si no fuéramos al menos en cierta medida parcialmente clarividentes, entonces no seríamos capaces de comunicarnos.

Ahora bien, la Filosofía Esotérica advierte que NO debemos emplear dichas fuerzas psíquicas ya que son mucho más poderosas de lo que podríamos imaginar, y que existe un gran peligro en experimentar sin conocer a fondo las normas involucradas y mientras no hayamos dominado nuestros principios inferiores que se utilizan en su producción.

El Tercer Objetivo del Movimiento Teosófico se define como: «La investigación de las leyes inexplicables de la Naturaleza y los poderes psíquicos latentes en el ser humano», pero el énfasis se hace más en investigar esas leyes que tomar parte en dichos fenómenos.

El dominio de esos aspectos abarca tanto el mundo material/objetivo como el ámbito subjetivo de las causas, el mundo de la ética, los propósitos, las percepciones y los deseos. Por lo tanto, nuestra atención se dirige a los cánones que subyacen a los fenómenos mentales, psíquicos y otros de clase no tangible, los mismos que siempre han resultado difíciles de perquirir y categorizar para las ciencias físicas.

No obstante y al tratar todos estos casos como estudios de los siete estados de materia-consciencia, la teosofía es capaz de hacer inteligible y coherente lo que de otra manera se conoce como «el problema difícil» de la ciencia, incluso si requerimos algún estudio de metafísica y el aprendizaje de ciertos términos sánscritos. Se dice que éste último es el lenguaje del futuro, ya que es mucho más variado y capaz de describir factores subjetivos aunque causales. 

En esta oportunidad utilizaremos los sueños como un buen vehículo para ilustrar algunas de las leyes presentadas. Por ejemplo, consideremos los sueños proféticos o informativos que se citan a menudo. Asclepio, uno de los creadores de la medicina occidental (foto inferior) y según la tradición, visitaba a los soñadores para darles «consejos médicos, diagnósticos e incluso curaciones».

El sueño de Esculapio por Sebastiano Ricci

En la publicación del blog recién añadido, por lo general el héroe es retratado exotéricamente como una «divinidad» y a la cual los fieles solicitan salud, pero esto es una corrupción posterior pues antaño fue una persona viva. En teosofía sería clasificada como adepto de alto nivel o Nirmanakaya, que tiene la capacidad de sanar e impresionar sueños en los demás de acuerdo con la clasificación en Transactions del tercer tipo de sueños, o aquéllos enviados por buenos adeptos. Así es como Asclepio se aparece al estudiante esotérico.

En «El proceso del dormir y los sueños» leímos acerca de Sha Nohr, originaria de Seattle y quien durante 2004 soñó que una amiga de su hija quedaba atrapada en un coche accidentado, y así se la pudo localizar con vida. Hay más casos probados y demostrables de premoniciones otorgadas en sueños; recientemente en redes sociales se habló de un cómic que detalla una serie de profecías, y cuya autora es Ryo Tatsuki, una artista japonesa que trabaja como ilustradora profesional. Ryo deseaba compartir sus raras experiencias, por lo que publicó muchas de ellas en 1999 en forma de historieta. La revista contiene muchos augurios notablemente precisos, pero aquí sólo destacamos dos que incluso anticiparon el mes con precisión: el terremoto y tsunami de Japón de 2011 y el COVID-19 al mismo país (1).
(1) Son raras las predicciones que se pueden verificar con relativa facilidad haciendo referencia a un libro publicado, y vale la pena tomar nota de ello. El sueño de Tatsuki sobre el Covid-19 se publicó en 1999, y sobre él escribió: «(…) un virus desconocido llegará en 2020, desaparecerá tras alcanzar su punto máximo en abril y volverá a surgir 10 años después». Acreditar este detalle ha sido complejo, debido a las diferencias en el lenguaje, pero se han encontrado algunas reseñas de libros entre 2004-2020 (vinculadas en esta página; traducir en línea) por personas que leyeron el cómic, y ninguna ofrece críticas serias. Las más interesantes fueron señaladas por quienes lo revisaron antes de 2011 ó 2020. Para comprobarlo correctamente —y si no se ha hecho—, un hablante de japonés tendría que acudir a una biblioteca de referencia para pesquisar la revista de 1999. Sin embargo, en general ello no debería sorprendernos demasiado, pues sabemos bien que bajo ciertas condiciones oníricas la mente puede ver en la Luz Astral y recordar al despertar lo presenciado con los sentidos astrales. Si este caso particular es genuino o falso, ha habido muchos sueños proféticos comprobados, y como observó sabiamente uno de los revisores japoneses en Amazon, estos fenómenos pueden crear miedo y preocupación a menos que se tenga una filosofía para explicarlo, y un adiestramiento que nos permita utilizar este conocimiento para el bien. Por ello, es mejor que esos talentos sigan siendo poco comunes, pues si los inescrupulosos fueran rutinariamente capaces de ver hacia el futuro, ¡podrían hacer de la vida una miseria para otros! La teosofía brinda tal sabiduría y entrenamiento, y comienza enseñando las leyes y la ética del ocultismo benéfico. Por este motivo no se explica el 'cómo' de la magia práctica, hasta que los chelas de los Maestros de Sabiduría hayan sido completamente probados, al igual que su devoción por la Causa de la Humanidad.

Entonces, ¿cuál debiera ser nuestro enfoque de las vivencias psíquicas y cómo deberíamos explorarlas? Sobre el Tercer Objeto del Movimiento, William Q. Judge escribió:
«Hay dos maneras de entender la palabra ‘investigar’. O bien significa una investigación física y experimental real —o de otro tipo—, o bien escudriñar la filosofía y las normas subyacentes a los fenómenos. La primera no ha sido efectuada por la S.T por la razón de que la filosofía dada por escritores como H.P.B. indica un peligro para el experimentador, y la experiencia sustenta las opiniones promulgadas por ella y quienes la siguen. Se dice que sólo es posible una indagatoria provechosa del reino psíquico cuando primero tenemos los instrumentos y después el carácter —en la línea de pureza y virtud—, sin los cuales no puede realizarse ninguna investigación correcta de manera práctica». (Forum Answers, pág. 100).
2¿QUÉ SON LOS PODERES PSÍQUICOS?
La mayoría de estos poderes, si no todos ellos, son resultado de la evolución y el despliegue de esas habilidades latentes del cuerpo astral.

Las facultades de todos los sentidos en este cuerpo son mayores que los de la cobertura física, y cuando se desarrollan somos capaces de ver, oír y comunicarnos a mayor distancia y, por supuesto, contemplar y operar de modo más profundo en un plano causal algo mayor. Sin embargo, surge la pregunta: ¿somos siempre capaces de entender e interpretar lo que vemos y oímos? La teosofía sostiene que si no hemos desarrollado estos poderes de manera correcta y natural, entonces nuestro progreso puede ser forzado o sólo parcial, y por lo tanto podemos desviarnos mucho en el camino del mal sin obtener ninguna ventaja legítima.

3¿CÓMO DEBEN DESARROLLARSE ESTOS PODERES?
Como se dijo antes, la verdadera psicología oriental introduce en Occidente la idea de que los estados morales, las condiciones y los motivos son primarios, y realmente afectan y determinan los estados mentales, emocionales y físicos. Nuestra evolución siempre comienza en el plano superior (procediendo de dentro hacia afuera), y el cultivo de los poderes psíquicos debe efectuarse en la misma manera e iniciándose desde niveles más altos. En los planos intelectual y ético, el motivo es el único factor que determina si esas habilidades se desplegarán de modo natural o antinatural. Por ejemplo, si el propósito es puro y desinteresado, las dotes psíquicas se desarrollarán completamente y en el momento adecuado, sin ninguna práctica antinatural como acontece a menudo con el Hatha Yoga y el despertar forzado de la Kundalini, siendo este método plenamente desaconsejado en las Escuelas Ocultas de Oriente —«Camino de la Mano Derecha»— debido a su efecto invariablemente perjudicial en quienes no están preparados para enfrentar las fuerzas de su propia naturaleza inferior e indómita.

El Sendero de la Mano Derecha es el camino opuesto al Sendero de la Mano Izquierda (o Siniestro) en los ambientes que genéricamente llamamos mágicos u ocultistas. El Sendero de la Mano Derecha es toda forma de delegación de la propia Voluntad y de la propia Fuerza en cualquier Otredad: otros seres humanos («maestros», «guías», etc.), otras supuestas entidades pensantes («dioses», «poderes», las pretendidas voluntades conscientes de «La Tierra», «La Naturaleza», etc.)

No obstante, son necesarios un gran esfuerzo y mucha dedicación cuando el avance correcto se realiza en forma completa y no parcial; por ejemplo, en «El Cultivo de la Concentración» Judge da una imagen de lo que implica un programa de este tipo. Aconsejamos revisar dicho artículo, pues incluye información sobre el requerimiento de controlar nuestros deseos y naturaleza pasionales antes de esperar el logro de algún éxito. 

Exploremos ahora algunos de estos poderes que se desarrollan de forma natural.

4¿QUÉ SON LA CLARIVIDENCIA Y CLARIAUDIENCIA?
Corresponden a las aptitudes naturales de visión y audición claras, pertenecientes a los sentidos del Hombre Astral. En la vida diaria están constreñidas y dominadas por los sentidos externos del cuerpo, y su ejercicio completo es inusual. Aunque todos podemos experimentar su ocasional «irrupción», no podemos «invitarlas a entrar» cuando queramos y rara vez otorgan una percepción verdadera y precisa. Sin embargo, siempre estamos activos en los planos internos, y en ocasiones nos beneficiamos de ellos cuando tenemos chispazos de perspicacia, presentimientos, advertencias y también en sueños, pero no estarán a nuestras órdenes hasta que podamos «apagar» los sentidos externos.

Esto será posible en el desarrollo normal sólo cuando hayamos superado la ilusión de la materia y el separatismo, convenciéndonos a fondo de la Unidad en toda la Vida y estemos determinados a seguir ese ideal de manera práctica.

En la actualidad y debido a que no conocemos ni entendemos las leyes relativas a este plano de acción, los engaños asociados con la clarividencia son suficientes para mantenerla en la condición de una práctica poco fiable. Es muy importante en el sentido que demuestra que existen esos poderes y sus ámbitos análogos del ser, pero la experiencia corrobora que sin una visión más verdadera y una indagatoria disciplinada sobre su interpretación, la ciencia no puede hacerse confiable. Como ejemplo de los altos estándares y métodos de investigación de los Mahatmas, véase la Fuente Antigua según La Doctrina Secreta (1:272-273):

«La mirada parpadeante de esos videntes (altos iniciados) ha penetrado en el núcleo mismo de la materia, y registrando allí el alma de las cosas, donde un profano ordinario, por muy instruido que sea, percibiría sólo el trabajo externo de la forma (…)».

«¿Cómo lo hicieron? Respondemos: revisando, probando y verificando en cada departamento de la Naturaleza las tradiciones de la antigüedad por las visiones independientes de grandes adeptos; es decir, individuos que han desarrollado y perfeccionado sus organizaciones físicas, mentales, psíquicas y espirituales en el mayor grado posible.

»Ninguna visión de un adepto era aceptada hasta verificarse y confirmarse por las visiones —obtenidas así para presentarse como evidencia independiente— de otros adeptos, y por siglos de experiencias».

La Doctrina Secreta consigna que las grandes enseñanzas fueron registradas en «hojas de palma e impermeabilizadas al agua, fuego y aire, por algún proceso específico y desconocido» (1:1), y que las colecciones de estos documentos formaron manuscritos arcaicos de importancia incalculable.

En su artículo «Mesmerismo y el Ser Superior» (p. 14), William Judge recuerda que no debemos confundir esta clarividencia con la visión del Ser Superior o el Ego Reencarnante:

«La clarividencia y otros fenómenos similares son explicables por el conocimiento del hombre interior, y siendo así, se transgrede un principio y degrada una gran idea al decir que el Ser Superior está involucrado, porque el hombre astral interno tiene los órganos reales que funcionan parcialmente a través del que conocemos. El verdadero ojo y oído están ahí».

En otras palabras, es la visión en un plano más alto y sutil que el físico, pero hay niveles y poderes más allá de éste que pertenecen al Ego mismo. La naturaleza exige que el progreso interno preceda a la manifestación externa. Tenemos que ver claramente en nuestros corazones y al Espíritu en todo, la Unidad en la diversidad antes que ese don se concrete en este plano. En la Doctrina Secreta Helena Blavatsky afirma que la verdadera clarividencia no es «el poder de visualizar a distancia, sino más bien la facultad de intuición espiritual, por cuyo medio se puede obtener conocimiento directo y cierto» (1:46, nota al pie).

5¿QUÉ SON LA COHESIÓN, DISPERSIÓN E INVISIBILIDAD?
La cohesión es un poder que une los átomos de una sustancia y le dan solidez. Es una aptitud de la voluntad regulada, y tan pronto como se retira ésta última, se afirma la condición original de dispersión. Por otro lado, la adhesión representa el estado de los átomos que componen los objetos sólidos de la Naturaleza. Un Adepto que entiende la ley de dispersión y mediante el empleo de su voluntad, puede disipar los átomos de un objeto sólido y no sólo hacerlo invisible, sino también lograr que se mueva a través de otro sólido o trasladarlo a un lugar distante. Cuando se retira esta fuerza, el ítem vuelve a su solidez y forma originales.

Esta es la explicación de fenómenos como pasar un anillo de hierro a través de otro, hacer desaparecer cuerpos tangibles y transportar cosas de una parte a otra. Estas proezas pueden ser realizadas por el Adepto que ha desarrollado conscientemente dichos poderes de la manera correcta, un faquir indio que obtuvo esa capacidad a través de ciertas prácticas de Hatha Yoga sin conocer sus normas subyacentes, o un médium utilizado por entidades en el plano astral. En varios segmentos de las enseñanzas se menciona el término «Química Oculta», afirmando que es una de las Ciencias que debe ser dominada antes que puedan controlarse estas fuerzas. Sin duda lo anterior refiere a un mayor conocimiento sobre electricidad, magnetismo y polaridad.

Robert Crosbie explica en Answers to Questions on the Ocean of Theosophy: «Las grandes leyes de la fuerza eléctrica están detrás de todas estas operaciones. La cohesión trabaja sobre las partículas de un sólo individuo. Tal como está constituido ahora, existe una tasa vibratoria que representa la combinación de vibraciones de las inteligencias que componen el objeto. En otras palabras, éste último tiene un acorde de masa que lo mantiene en forma. Una vez que conozcáis este índice, puede alcanzarse un tono más alto y ese cuerpo se dispersará» (p. 217).

Cabe señalar que ni siquiera un Adepto puede desintegrar y modificar ningún organismo por encima del vegetal, y ciertamente esto incluye la forma humana. Aunque incluso los mejores Adeptos no son capaces de separar las partículas de sus propios cuerpos, sí saben cómo proyectar su mayavi-rupa por el poder del pensamiento y la imaginación (2).
(2) Mayavi Rupa o cuerpo de la ilusión. Por lo general y luego del fallecimiento físico se convierte en Kama Rupa, pero el Adepto puede concebirlo mientras está vivo para un propósito diferente. Este es el «cuerpo del pensamiento», una imagen creada por la voluntad de un Adepto (o hechicero), que no debe confundirse con ningún cuerpo astral. Dicho componente no emplea material astral, pero es una «ilusión temporal creada por la mente» y proyectado hacia donde desee el individuo (Glosario Teosófico, entrada para «Alma Plástica», p. 27).

6¿CÓMO EXPLICAMOS LA LEVITACIÓN DEL CUERPO?
La levitación es otro poder que es natural para el hombre interior cuando no se ve obstaculizado por el cuerpo físico. No se trata de un «milagro», sino que es provocado por un conocimiento de las leyes naturales con las que aún no estamos familiarizados. En el océano de la teosofía se afirma:

«La levitación del cuerpo en aparente desafío a la gravedad debe hacerse con facilidad cuando el proceso está completamente dominado, y no contraviene ninguna norma. La gravitación es sólo la mitad de una ley. El sabio oriental admite la gravedad, si uno desea adoptar ese término, pero el vocablo real es atracción; la otra mitad de la ley se expresa con la palabra repulsión, y ambas se rigen por los grandes cánones de la fuerza eléctrica. El peso y la estabilidad dependen de la polaridad, y cuando la polaridad de un objeto se altera con respecto al suelo bajo él, entonces ese cuerpo puede elevarse» (p. 147).

En la literatura teosófica se sugiere que éste —u otro método similar— se utilizó para transportar a grandes distancias los enormes bloques de granito utilizados para construir las Pirámides en Giza. Una vez que se cambia la polaridad, las piedras se vuelven lo suficientemente ligeras con tal de manejarlas; y en el momento de la edificación, nosotros —al igual que los egipcios— teníamos el uso de nuestras facultades internas.

La Gran Pirámide de Giza muestra sus bloques exteriores, que suelen pesar cerca de 2,5 toneladas, y entre ellos los más voluminosos llegan a tener 80.

7¿ESTÁ CONTROLADA LA PRECIPITACIÓN POR LOS MISMOS PODERES?
En los primeros días del actual Movimiento Teosófico —década de 1800— hubieron muchas cartas, mensajes y notas precipitadas por los Maestros para enseñanza de los estudiantes y aclarar sus dudas. En ese momento no tenían la vasta literatura que conocemos hoy, y estas «precipitaciones» no sólo fueron una introducción a la Filosofía Oculta, sino además una prueba para la existencia de los Mahatmas. 

Los mensajes se crean precipitando carbono del aire. Otros componentes, metales, productos químicos, etc., se mantienen en suspensión aérea y se pueden utilizar para formar lo requerido. El conocimiento sobre las leyes de precipitación también puede emplearse en la formación de objetos sólidos, aparte de sólo letras en papel.
 
El Océano de William Judge incluye esta interesante explicación: «La materia se mantiene suspendida en el aire sobre nosotros. Cada partícula de materia, visible o aún sin precipitar, ha pasado por todas las formas posibles, y lo que hace el Adepto es seleccionar cualquier forma deseada, existiendo —como lo hacen— en la Luz Astral, y luego por esfuerzo de Voluntad e Imaginación, revestir dicha forma con la materia por precipitación. El objeto así concretado se desvanecerá, a menos que se recurra a otros procesos determinados que no es necesario describir, pero si se utilizan esos métodos el objeto permanecerá continuamente.

Si se quiere hacer visible un mensaje en papel u otra superficie, se utilizan las mismas leyes y poderes. En la mente se forma la imagen clara —nítida y fotográficamente definida— de cada línea, letra o imagen, y luego a partir del aire se dibuja el pigmento para hacerlo caer dentro de los límites establecidos por el cerebro, ‘el generador inagotable de fuerza y forma’ (...) Entonces, ello conduce naturalmente a la proposición de que la Voluntad humana es todopoderosa, y la imaginación una facultad muy útil con fuerza dinámica» (p. 148-149).

Una carta precipitada por uno de los Mahatmas teosóficos, almacenada en la Biblioteca Británica. La ampliación muestra sus peculiares estrías cuya causa se desconoce, siendo el papel perfectamente plano.

8¿CÓMO PUEDE SER TAN IMPORTANTE LA IMAGINACIÓN?
En su artículo «Imaginación y fenómenos ocultos» (p. 25), William Judge consigna que la verdadera imaginación no alude a ensoñaciones ni fantasías, sino representa «una de las facultades humanas más nobles», y continúa diciendo:

«En ocultismo se sabe bien que es de la más elevada importancia tener la imaginación bajo tal control para elaborar la imagen de cualquier cosa en cualquier momento, y si este poder no ha sido entrenado, la posesión de otros tipos de conocimiento no permitirá realizar ciertas clases de fenómenos ocultos».

Es esta la capacidad utilizada por los «magos de Oriente» que pueden hacernos ver una serpiente donde no la hay, o a un niño subir por un cordel y desaparecer. Se dice que estos individuos heredaron una susceptibilidad natural a ese tipo de entrenamiento, lo que hace más fácil para ellos perfeccionar dicha técnica. Hasta cierto punto, los hipnotizadores emplean este recurso para provocar que un paciente vea o quede «ciego». 

En su artículo «Hypnotism, and its Relations to Other Modes of Fascination» H.P.B. escribe estas llamativas declaraciones:

HPB, también conocida como Madame Blavatsky♌︎, (Dnipró, 12 de agosto de 1831-Londres, 8 de mayo de 1891), fue una escritora, ocultista y teósofa rusa. Su nombre de soltera era Helena von Hahn, y tras un breve matrimonio con Nikiphor Blavatsky adoptó el nombre Helena Petrovna Blavatskaya. Fue una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica y contribuyó a la difusión de la teosofía. Sus libros más importantes son Isis sin velo y La Doctrina Secreta, escritos en 1875 y 1888.

«La imaginación es una ayuda potente en cada evento de nuestras vidas. Actúa sobre la Fe, y ambas son las dibujantes que preparan los bocetos para que la Voluntad cincele, más o menos profundamente, en las rocas de obstáculos y oposición con que se siembra el camino de la vida. Paracelso sostuvo: ‘La fe debe confirmar la imaginación, porque la fe establece la voluntad (…) Dado que los individuos no imaginan ni creen perfectamente el resultado, las artes (de la magia) son inciertas, mientras que podrían ser perfectamente seguras’ (…) La mitad, si no dos tercios de nuestras dolencias y enfermedades, es fruto de nuestros miedos e imaginación. Destruid los primeros, dad otra inclinación a la segunda, y la naturaleza hará el resto».

9¿CÓMO SE CONTACTAN LAS MENTES A DISTANCIA?
Se trata de sintonizar las moléculas del cerebro y los pensamientos con las vibraciones mentales que se verán afectadas. Si esto se lleva a cabo, el receptor sentirá o verá los pensamientos en la mente de quien envía el mensaje. En su artículo «My Books» (1:475) Blavatsky sostiene:

«El espacio y la distancia no existen para el pensamiento. Si dos personas están en perfecta relación psicomagnética, y una de ellas es un gran Adepto en ocultismo, entonces la transferencia de pensamiento y el dictado de páginas enteras se vuelven tan fáciles y comprensibles a una distancia de 16.000 kilómetros, como la transmisión de dos palabras en un habitáculo».

Y en La Clave de la Teosofía añade: «Cuando dos mentes están relacionadas simpáticamente, y se sintonizan los instrumentos por cuyo medio funcionan para responder de forma magnética y eléctrica entre ellas, no hay nada que impida la transmisión mutua a voluntad de pensamientos, porque como la mente no es de naturaleza tangible, esa distancia puede dividirla del objeto de su contemplación. Por lo tanto, se deduce que la única divergencia que puede existir entre dos mentes es una distinción de ESTADO» (p. 146).

Esto plantea el problema sobre la lectura de mentes ajenas, lo cual es posible para alguien que ha entrenado sus dotes a ese nivel. Toda vez que una mente capacitada se dirige a la de otro, los pensamientos y las percepciones de éste último se hacen detectables. La teosofía dice «sí, es posible, pero sólo lo haría un rufián», porque implica invadir los derechos de otro y ningún Adepto incurre en ello, sino que se refrena en el momento que logra captar los pensamientos de otra persona. Para quienes ejercen esta facultad de forma antiética, y en el caso de delitos graves, la Ley de Karma actuará tanto en los estratos internos como en el plano físico.

10¿QUÉ OCURRE CON LA PSICOMETRÍA?
En ISIS SIN VELO Blavatsky escribió: «Uno de los descubrimientos más interesantes de los tiempos modernos se vincula a cierta clase de personas sensibles, y su facultad de recibir desde cualquier objeto —sostenido en la mano o contra la frente— las impresiones del carácter o la apariencia de un individuo, o cualquier otra cosa con que haya estado en contacto previamente» (1:182).

En el artículo «Psicometría» (p. 18) Judge la define como «el poder de traer ante el ojo mental o espiritual una vista panorámica de todo lo ocurrido con el objeto examinado».

Durante los primeros días del movimiento teosófico, el profesor William Denton y su esposa Elizabeth realizaron muchas hazañas psicométricas que publicaron en su libro The Soul of Things (1863). Al colocar fragmentos de un antiguo templo o iglesia contra su frente, Elizabeth podía describir en detalle no sólo el edificio tal como aparecía en épocas previas, sino también gran parte de la actividad y el sentimiento asociado con el lugar. También era capaz de visualizar animales prehistóricos a partir del examen de huesos o dientes, y muchas de sus declaraciones fueron corroboradas por arqueólogos e historiadores, aunque ahora los pseudoescépticos ruidosos las descartan prematuramente.

Hasta el momento, hemos aprendido que cada cosa, ya sea que la llamemos viva o muerta, es sólo la cubierta externa de un «objeto» interno o astral, y que esta contraparte interior —en cuanto aspecto de la Luz Astral— retiene la memoria de todo lo que le ha sucedido. Estos recuerdos son indelebles, y para el psicómetro experimentado pueden cobrar vida en su visión interna, sin importar cuánto tiempo haya transcurrido.

Uno de los primeros experimentadores en este campo fue el profesor Joseph R. Buchanan, y en el artículo «A Case of Obsession» (2:485) H.P.B. habla sobre la importancia de su trabajo:

«Para completar la cadena de evidencia, el descubrimiento por Buchanan de la facultad psicométrica en el ser humano nos permite probar —con ayuda de la misma— que las personas ejercen una influencia sutil sobre los hogares e incluso las localidades donde viven, el papel que ocupan para escribir, la ropa que visten y la porción del Éter Universal en que existen; y que esta es una influencia permanente y perceptible incluso en las épocas más distantes, a partir del tiempo en que el individuo vivió y ejerció dicha influencia».

En el universo en el que nos movemos existen dimensiones y cosas que se escapan al entendimiento humano, como el Akasha, que permanece siempre, formando una especie de atmósfera invisible y mágica que alimenta la esencia de la vida.

William Q. Judge concluye así su artículo «Psicometría»: «Cuando la ciencia comience a admitir la existencia en el ser humano de lo que los cristianos llaman espíritu —y que algunas personas saben que es materia en un estado finamente dividido—, entonces la psicometría se estudiará como debe ser, y se arrojarán una luz deslumbrante e incalculable ayuda sobre la investigación arqueológica y etnológica».

11¿ES «ESPIRITISMO» EL NOMBRE CORRECTO?
Durante la última parte del siglo XIX hubo gran interés en sesiones mediúmnicas y fascinación por los fenómenos que les rodearon, pues se pensaba que a través de esas prácticas podían contactarse los verdaderos espíritus de personas fallecidas. La tendencia se llamó «espiritismo» e invadió a toda la sociedad.
Aunque H.P.B. agradeció a estos psíquicos por abrir una grieta en el muro casi impenetrable del materialismo incrédulo sobre la conciencia fuera del cuerpo (o el potencial de que sobreviva a la muerte física), ella sostuvo desde el principio que, al momento de nuestro deceso, el verdadero espíritu humano —o Ego— está más allá del contacto o control de los seres en este plano.

Para Blavatsky el verdadero nombre era adoración de muertos, la antigua «nigromancia» o «culto a los bhutas» como se denomina en Oriente.

Estas son sus reales designaciones porque, como explicamos en otras partes de este blog, la entidad que se desempeña, contacta y habla es sólo la memoria física y astral del difunto, que conserva sólo las experiencias de la personalidad reciente y no tiene la visión, la sabiduría ni los poderes del Ego. Sin duda ello explica por qué de dicha práctica no ha salido ninguna filosofía y nada realmente útil o esclarecedor. Por lo tanto, es la Ciencia del Alma o Teosofía que merece el apelativo de Espiritismo.

En su artículo «Espiritismo Antiguo y Nuevo» (p. 4) W. Q. Judge afirma que en la Antigüedad había médiums puros que se utilizaban para una variedad de propósitos; nunca recibían pagos y poseyeron el más alto carácter moral. Los oráculos griegos y las vírgenes vestales de otros lugares eran médiums por cuya intercesión llegaban respuestas a preguntas y soluciones a dificultades. Al mismo tiempo, los registros muestran que la nigromancia era desaconsejada y en algunos casos prohibida. Varios segmentos de la Biblia muestran que Moisés proscribió el uso de esa práctica por su pueblo.

La nigromancia se puede describir como aquel método adivinatorio o conjuro realizado con el objeto de establecer una comunicación con los espíritus o muertos para de esta forma influir en el curso de los acontecimientos o conocer que depara el futuro.

Muchos de los fenómenos que hemos tratado hasta ahora son realizados por médiums cuando se hallan en trance, pero los principales sucesos que hacen que las sesiones sean atractivas para deudos y crédulos implican la forma materializada del difunto, y la reproducción de su voz o escritura que se logra utilizando el cuerpo astral del individuo fallecido, o imágenes de ellos que permanecen en la Luz Astral.

Según W. Q. Judge en su texto «Espiritismo» (p. 32), y respecto a la forma en que se reflecta la imagen de un individuo...

«(…) su hacedor es el cuerpo astral del médium y a menudo la materia astral extraída de los participantes a la sesión. El médium proporciona el natural laboratorio químico en el cual las partículas astrales se agregan a los libres átomos físicos de las personas próximas, de manera que produzca una forma densa de lo subjetivo, que se convierte momentáneamente en objetiva, pero no puede permanecer así, sino que desaparecerá. Al principio se construye una estructura de partículas magnéticas y astrales que en seguida se condensa agregando las partículas físicas de los cuerpos de los presentes».

No mencionamos esto para ofrecer una explicación completa de cómo se llevan a cabo esos fenómenos. Si conociéramos todas las leyes y los pormenores de esta producción tan complicada, se necesitarían muchas páginas para esbozarlos. Nuestro propósito es simplemente dar algún conocimiento de que lo que aparece, habla y escribe en las sesiones no es el espíritu real de los difuntos, sino sólo sus copias hechas de sustancia y recuerdos astrales, ¡y no precisamente los más elevados! Los Maestros advirtieron que por causa del desgaste energético sufrido y la naturaleza ilusoria de lo que se comunica, asistir a sesiones nigrománticas no sólo es insensato, sino además perjudicial.

12¿SON IGUALES MESMERISMO E HIPNOTISMO?
El Glosario Teosófico (p. 518) señala que Anton Mesmer fue un «célebre médico que redescubrió y aplicó prácticamente ese fluido magnético en el hombre que se llamó magnetismo animal, y mesmerismo desde entonces». Era miembro iniciado de la Hermandad de Luxor, y a través de sus experimentos y curaciones saltó a la fama alrededor de 1775. También se sugiere que fue pionero especial de la Hermandad de Maestros y enviado en el último cuarto de siglo para ayudar a las naciones occidentales a romper con el materialismo y el dogma religioso. La ciencia antigua que se otorgó bajo el nombre de mesmerismo exige un conocimiento profundo del cuerpo astral, y en este sentido sugerimos a los estudiantes del curso remitirse a lo expuesto en temas anteriores, o la bibliografía que aparece al final de este tópico. 

«Lo que quizás sorprenda aún más a los lectores estadounidenses es el hecho de que en su país ahora existe una fraternidad mística que reivindica la relación íntima con una de las Hermandades Orientales más antiguas y poderosas. Es conocida como HERMANDAD DE LUXOR, y sus miembros fieles tienen la custodia de secretos muy importantes de ciencia».

Tanto mesmerismo como hipnotismo, por diferentes prácticas, neutralizan los sentidos corporales y estímulos que normalmente viajan del cuerpo al cerebro. El artículo «Mesmerismo» (p. 7) afirma:

«El fluido mesmérico provoca esta parálisis, emanando desde el operador y arrastrándose constantemente por todo el cuerpo del sujeto, cambiando la polaridad de las células en cada parte y desconectando así el hombre exterior del interno». 

Con esto, los sentidos del cuerpo astral se liberan para informar al cerebro lo que perciben u oyen. Dado que esos sentidos son mucho más poderosos y que el reino astral no impone barreras de espacio y tiempo, los fenómenos son de gran importancia si se interpretan correctamente.

No obstante, dicha interpretación es un problema, especialmente con el hipnotismo. En el mismo artículo Judge aclara: «Estos sentidos internos pueden percibir bajo ciertas condiciones a cualquier distancia, independiente de la posición u obstáculo; pero no pueden verlo todo, y tampoco siempre son capaces de entender adecuadamente la naturaleza de todo lo que ven, pues en ocasiones les aparece aquello con lo que no están familiarizados. Y además, menudo reportarán haber visto lo que el operador deseó que presenciaran, cuando en realidad están dando información poco confiable. Como los sentidos astrales de cualquier persona son herencia directa de sus propias encarnaciones anteriores (…) no pueden trascender su propia experiencia, y por lo tanto sus cogniciones están limitadas por ella». El hipnotismo que hoy se ha vuelto aceptado y muy popular es hasta cierto punto la re-denominación de lo que verdaderamente constituía el mesmerismo. Sin embargo, hay grandes diferencias entre las formas de hipnotismo y algunas de ellas representan peligros para quienes consienten en ser sometidos a ello.

El hipnotismo que hoy se ha vuelto aceptado y muy popular es hasta cierto punto la re-denominación de lo que verdaderamente constituía el mesmerismo. Sin embargo, hay grandes diferencias entre las formas de hipnotismo y algunas de ellas representan peligros para quienes consienten en ser sometidos a ello.

En «Hipnotismo y Teosofía» (p. 17) Judge escribe: «Pero el verdadero riesgo es (…) que como la fuerza y el poder del hipnotismo son más conocidos, se verá que cualquiera que sea la influencia, lo que ocurre en el evento es la contracción de las células corporales y el cerebro, desde la periferia al centro. Dicho proceso es en realidad un fenómeno del estado de muerte,representa lo opuesto al efecto mesmérico; y este punto no es conocido por la profesión médica, ni lo será considerando el modo en que proceden hoy (…) Por influencia humana, el magnetismo comienza desde dentro y procede a la superficie exterior, exhibiendo así un fenómeno de la vida muy opuesto al hipnotismo».

Las milagrosas técnicas de Mesmer desafiaron a la medicina y la ciencia de su época

En la Antigüedad y cuando se usaba mesmerismo o magnetismo, siempre se insistía en que el operador tuviese un carácter puro y elevado, en la suposición de que algo en él —físico, psíquico, mental o ético— era transmitido al sujeto

Tal vez aquí exista otra diferencia entre ambas prácticas. Cuando un individuo es hipnotizado, se origina una separación entre el alma-hombre y el astral-hombre, su voluntad es inhibida y queda abierta así a las influencias del operador. La Teosofía advierte que a partir de esto surge una sensibilidad a la sugestión y que en algún momento posterior, sin ninguna acción del especialista, el estado hipnótico puede aparecer automáticamente a través de la asociación. Añade también que incluso si el sujeto es deshipnotizado, la influencia del operador permanece hasta el fallecimiento de éste último.

Los efectos del hipnotismo se están reconociendo cada vez más, como demuestra el informe Hansard del Parlamento británico, que enumera ocho ejemplos de hipnotismo escenográfico que produjeron reacciones severas y otras consecuencias en los afectados. El libro Investigating Stage Hypnosis de Tracie O'Keefe (1998) revela un rastro de tristes efectos tardíos en voluntarios de esta modalidad como cefaleas, psicosis, desmayos y depresión. En varios casos la muerte pudo haber sido causada por el así llamado «entretenimiento». 

En Reino Unido, la iniciativa «Campaign Against Stage Hypnosis» [«Contra la hipnosis escenográfica»] fue iniciada por Margaret Harper, cuya hija de 24 años murió poco después de ser sometida a esa técnica.

Por el lado positivo y hacia 2001, Lynn Howarth (40 años, Bolton, Reino Unido) ganó el primer fallo judicial contra el hipnotismo escénico al descubrir que un operador no cumplió con el estándar de precaución que debía a sus voluntarios tratados. Más tarde, el efecto de la sugestión le hizo revivir una experiencia infantil traumática, desencadenando graves problemas de salud mental que incluían depresión y pensamientos suicidas. Desde entonces Howarth ha restaurado su salud y pasó a demostrar en la corte que sus problemas fueron gatillados por hipnosis. Y si lo vemos desde la teosofía, esto muestra el poder sugestivo para revivir viejos recuerdos y los peligros de tal regresión.

España no cometió un genocidio en América: le puso fin a uno.

Hace cuatro años ya abordé aquí la realidad histórica sobre la América española. Como ya señalé entonces, España no sólo cometió un genocidio en América, sino que le puso fin a uno: el que estaban perpetrando los aztecas y otros pueblos precolombinos contra sus propios vecinos indígenas. Estos últimos años, las excavaciones arqueológicas han ido sacando a la luz pruebas claras de esos genocidios, como la torre de cráneos descubierta en Tenochtitlán en 2017, con miles de restos de hombres, mujeres y niños en el México precolombino, y los hallazgos del holocausto de Huanchaco, con los restos de decenas de niños y niñas sacrificados en el Perú anterior a la llegada de los españoles.

Torre de calaveras en Tenochtitlán, con los restos de hombres, mujeres y niños víctimas de los sacrificios humanos en el Imperio azteca.

Las cifras del genocidio perpetrado por el Imperio azteca
En mi entrada de 2017 ya señalé que en 1524, Fray Juan de Zumárraga, primer Obispo de México, cifró en más de 20.000 personas las sacrificadas en Tenochtitlán y más de 72.000 en todo el Imperio azteca cada año, entre ellas 20.000 niños. También apunté que el historiador mexicano Mariano Cuevas (1879-1949) cifró esos sacrificios en 20.000 anuales en Tenochtitlán, y advirtió que «nos quedamos cortos» si ciframos en 100.000 sacrificios anuales los perpetrados en todo el Imperio azteca. La cuestión sobre estas cifras y sobre otras estimaciones es: ¿cuál era la población de aquel territorio en esa época? Eso nos permitiría hacernos una idea de las proporciones de la matanza.

Hace un mes, el historiador argentino Marcelo Gullo Omodeo señaló que, según el estudio demográfico más serio elaborado por el historiador venezolano Ángel Rosenblat sobre el tema, «en México habitaban, en el momento de la llegada de Hernán Cortés, 4,5 millones de habitantes». Para que nos hagamos una idea, es una población algo más alta que la que tiene actualmente Panamá, y aproximadamente la mitad de los habitantes actuales de Austria.

Representación de los sacrificios humanos perpetrados por los aztecas en Tenochtitlán 
(Fuente: Códice Durán)

Sobre las dimensiones de las masacres aztecas, Gullo también cita al estadounidense William H. Prescott, al que califica como «uno de los historiadores más críticos de la conquista española y uno de los más fervientes defensores de la civilización azteca». Prescott escribió: «El número de las víctimas sacrificadas por año inmoladas era inmenso. Casi ningún autor lo computa en menos de 20.000 cada año, y aún hay alguno que lo hace subir hasta 150.000».

Equivaldría a asesinar hasta 4,2 millones de personas al año en el México actual
Gullo añade: «si México poseía 4,5 millones de habitantes en 1521, 20.000 personas masacradas por año equivalían al 0,444% (número periódico) de la población de ese momento. Esto quiere decir, para que usted tome la real dimensión del holocausto ejecutado por los aztecas, que extrapolado ese porcentaje a la actual cantidad de habitantes de México (127.792.000), equivaldría a asesinar 562.285 personas (quinientos sesenta y dos mil doscientos ochenta y cinco personas) por año».

El historiador argentino señala, así mismo, que extrapolando el promedio de 85.000 personas asesinadas por los aztecas, «equivaldría al 1,888%» de habitantes del México actual, lo que supondría 2.412.713 personas asesinadas al año si ese genocidio se hubiese cometido hoy. Finalmente, tomando como referencia la cifra máxima citada por Prescott, 150.000 asesinados al año en el Imperio azteca, eso sería el 3,33% de su población, lo que equivaldría a 4.255.474 masacradas en el México actual. Gullo es muy claro ante estas cifras: «Se impone como conclusión lógica que el estado azteca era un estado genocida», y añade: «el Estado azteca era un Estado totalitario genocida que oprimía a su propio pueblo y que llevó a cabo como política de Estado la conquista de otros naciones indígenas para tener seres humanos que sacrificar a sus dioses y usar la carne humana así conseguida como alimento principal de los nobles y sacerdotes».

Guerreros aztecas tomando cautivos. Los pueblos indígenas vecinos de los aztecas fueron víctimas de prácticas genocidas por parte de sus captores (Ilustración: Pierre Joubert).

La derrota del Imperio azteca es tan digna de ser celebrada como la derrota del nazismo
El historiador argentino opina que «si España tuviese que pedir disculpas por haber vencido al imperialismo antropófago azteca, tanto los Estados Unidos como Rusia tendrían que pedir perdón por haber derrotado al imperialismo genocida nazi. La batalla por Tenochtitlán fue sangrienta, pero tan sangrienta como la batalla por Berlín, que puso fin al totalitarismo nazi». Para Gullo, la conclusión es clara: «España no conquistó América, sino que España liberó América»

El aniversario del descubrimiento de América y del comienzo de la presencia española en ese continente es, sin duda, un motivo de celebración equivalente al aniversario de la derrota del nazismo en la Segunda Guerra Mundial, una victoria que no se ve desmerecida por el hecho de que los vencedores tuviesen que utilizar la fuerza para derrotar a Hitler. No obstante, hay dos grandes diferencias entre ambos episodios históricos: los españoles no cometieron nada ni remotamente parecido a las violaciones masivas de mujeres y niñas por el Ejército Rojo, y España tampoco impuso en América un régimen totalitario como el que Stalin instauró en los países ocupados por la URSS. Antes bien, los primeros códigos de derechos fundamentales que se establecieron en ese continente fueron las Leyes de Burgos de 1512 en la América española.

Cuadro: «La entrada de Hernán Cortés en México», de Augusto Ferrer-Dalmau 

Ni siquiera acusando a España de las muertes provocadas por el contagio de enfermedades en cuatros siglos —un hecho que no puede ser calificado como genocidio, como hacen muchos hispanófobos— tendríamos algo que se acercase ni de lejos a los más de 100 millones de muertos provocados por el comunismo en un solo siglo, un colosal genocidio que niega la misma extrema izquierda que promueve y alimenta la leyenda negra antiespañola. Si hay algo que no cabe celebrar es el genocidio comunista y la tremenda hipocresía de quienes, negándose a condenarlo, reclaman a España que pida perdón por haber liberado América de un imperio genocida como el azteca.