LA ESPAÑA VIVA DE ABASCAL

A pocos días para las elecciones generales, un fantasma recorre nuestro país: el fantasma de la España Viva. Ciertamente, VOX no va a ser mayoritario ni va a ganar las elecciones: lo cual no quita para que sus rivales, desde la izquierda a la derecha, desde Aznar hasta Pablo Iglesias, se escandalicen con su irrupción. EL pataleo, el estrépito es monumental ante un partido que por ahora no gobernará ¿Dónde está, entonces, el problema? A mi juicio, en el hecho de que lo que está aflorando a través de VOX es algo sencillo, profundo e inquieto: la España Viva, que a mi juicio se apoya sobre tres ideas fundamentales: un discurso de y por España; una defensa de la nación, su cultura y su tradición; y una reivindicación del sentido común frente a la corrección política.

En primer lugar, Abascal y VOX han recuperado para la política el discurso de y por España. Hay dos anomalías en nuestro país en relación con los de nuestro entorno: la hostilidad de parte de las élites culturales, mediáticas, políticas españolas hacia la nación; y la vergüenza y los complejos de gran parte de la sociedad hacia ella. Ambas cosas son antinaturales: lo natural en el hombre es amar a su patria, y en los dirigentes defenderla, pero en España se ha impuesto en la últimas décadas un tapón antipatriótico que, justo por antinatural, no podía durar mucho más.

La reacción espontánea y extendida por toda España ante los sucesos de octubre de 2018 en Cataluña mostró que esa España, variada, heterogénea pero unida apretada contra el fondo, estaba viva y buscaba una voz que los partidos clásicos no se atrevían y no se atreven a levantar. Ha sido Abascal quien ha puesto sobre la mesa política un patriotismo natural, sencillo y básico, encarnado en el himno y la bandera española que presiden todos sus actos. De esa naturalidad surge su viveza, porque el sentimiento natural es defender al país.

En segundo lugar, frente a la abstracción del «patriotismo constitucional» y la idea jurídica e institucional de España, Abascal ha puesto sobre la mesa una evidencia fundamental: la nación no es una constitución; es una herencia, una cultura, una tradición. A través de las cuales el hombre es hombre. Abascal no sólo es capaz de afirmar que la nación pertenece a todos los españoles, sino que los españoles pertenecen a esta nación: a la patria le deben su forma de ser. Por eso la defensa de la nación nos lleva a la defensa de su contenido. Nuestra forma de ser hombres es ser españoles, y por eso la pregunta hoy en día es qué significa ser español. Y ser español significa sentirse, en mayor o menor medida, continuador de una cultura, una tradición y una historia profundas y formidables, que merecen ser proyectadas hacia el futuro.

Este tapón cultural e histórico no podía durar mucho: una historia patriótica de España (José María Marco) no podía seguir arrinconada, y sólo hacía falta darle voz. Esa España viva también ha salido a la luz.

Por fin, en tercer lugar, la defensa de la nación conduce directamente a la denuncia de la corrección política: ella es el verdadero enemigo, tanto de la nación española como de las libertades en nuestras sociedades. Respecto a lo primero, no es raro que la Ideología en todas sus manifestaciones —feminismo, secesionismo, ecologismo, europeísmo, multiculturalismo— tenga en la nación y sus expresiones culturales o religiosas el enemigo a batir. Y no es raro tampoco que lo haga mediante la censura y la prohibición: pocas veces la censura ha sido tan profunda en la vida corriente del ser humano como en esta época.

Frente a ello, el gran logro de Abascal está siendo recuperar para la política el sentido común: esa forma de racionalidad modesta pero profunda heredada de nuestros padres y de los padres de nuestros padres. El sentido común implica una mezcla de tres elementos: unas profundas convicciones morales, una sencilla racionalidad al alcance de cualquiera y un respeto profundo por lo recibido de nuestros mayores. Basta no obstante ver un telediario, una serie de televisión o un discurso político para darse cuenta hasta que punto el sentido común ha desaparecido de la vida pública: la inmigración irregular es el ejemplo más evidente. Este tapón tampoco podía durar mucho: la España viva, la del sentido común, pugnaba también por salir.

Yo no sé qué ocurrirá el domingo por la noche cuando los votos estén contados y se traduzcan en escaños: unos pocos miles de votos aquí y allá se traducen en bastantes escaños arriba y abajo. Los doctrinarios del voto útil se basan precisamente en este argumento, tan poco presentable, para frenar el avance de VOX. Yo creo que la cuestión no es esa, porque si la España viva es realmente viva, la cuestión no se agota en el número de escaños del domingo. Lo fundamental es aquí un hecho doble a largo plazo.

En primer lugar, Abascal ha conseguido aglutinar a varios millones de españoles detrás de un proyecto político sólido, que en las condiciones más difíciles y con toda la España oficial en contra, ha conseguido salir adelante. Semejante éxito sólo es posible entendiendo que existía gran ansia en gran parte de la sociedad española por votar a alguien de los suyos: ese ansia, natural y profundo, no se agota fácilmente. En segundo lugar, esos millones de votos se deben traducir en una estructura de partido, una plataforma motivada y activa con un líder sólido.

La España Viva tiene vida por delante.

Fuente: https://eldebate.es/politica-de-estado/la-espana-viva-de-abascal-20190424

CÁNCER NEGRO

El Cáncer Negro o también conocido como la Pureza y el aceite negro es una forma de vida extraterrestre similar a un virus, pero que posee inteligencia y capacidad de vivir fuera de un huésped, al menos durante períodos limitados de tiempo. Como su apodo indica, la pureza se parece mucho a una sustancia parecida al petróleo negro, y comparte una estrecha relación simbiótica con los humanoides Colonizadores (también conocidos como Reticulianos o Grises), que necesitan la pureza como su «esencia vital» y utilizarla para reproducir su clase.

Grises reticulianos

Los colonos recién nacidos crecen como formas de vida endoparasitoides que se introducen en el cuerpo del huésped por el Cáncer Negro. Además de actuar como medios de reproducción de los los colonistas, sin embargo, no hay pruebas sólidas de que la pureza es una forma de vida diferente en su propio derecho, que posee inteligencia y libre albedrío. Evidencia de ello son en primer lugar el simple hecho de que no todas las personas infectadas por el Cáncer Negro pasan a convertirse en anfitriones para los colonizadores: algunos son simplemente asesinados, controlando otros por el cáncer negro con propósitos totalmente diferentes, y aún otros parecen haber logrado vivir durante períodos de tiempo relativamente largos mientras estaban infectados, sin síntomas obvios. Por otra parte, las personas infectadas por el aceite negro a menudo desarrollan habilidades muy extrañas, tales como ser capaces de emitir grandes cantidades de radiación y no se ven afectados por ella. Otra pista sobre la independencia del cáncer negro es de los Colonizadores que es una sustancia similar al aceite negro se han observado chorros a base de amoniaco de los Gusanos parasitarios del ártico, que son una especie totalmente diferente de criaturas.

Los «gusanos parasitarios del ártico" son criaturas parecidas a sanguijuelas con un metabolismo basado en el amoniaco y de orígenes probablemente extraterrestres. Se cree que habían llegado a la Tierra en un meteorito que cayó en Alaska hace unos 250 mil años, permanecieron latentes bajo la gruesa capa de hielo hasta 1993, cuando un grupo de científicos los trajeron de vuelta a la superficie junto con muestras de hielo profundo y se infectaron.

Aunque esto es sólo especulación, es razonable asumir que la pureza representa la fuerza real detrás de los llamados Colonizadores; como una forma de vida alienígena capaz de controlar cualquier tipo de organismo (de humanos a Reticulianos a Cambiaformas y a Gusanos de Hielo) que podrían ser la los interesados ​​en la colonización de todo el universo, con los Reticulianos siendo simplemente siervos de ellos. Esta teoría también es compatible con la opinión del (Well-Manicured Man) de que el aceite negro era el habitante original de la Tierra, probablemente anterior a todas las demás formas de vida. Sin embargo, es igualmente posible que el cáncer negro y los colonizadores representan diferentes estados de la forma de vida misma.

Este personaje, interpretado por John Neville, es un miembro de nombre desconocido, de nacionalidad británica, perteneciente al sindicato, y es conocido en la serie como el «El hombre de las uñas perfectas» o Well-Manicured Man en inglés, quien a veces parece ser el líder del grupo, y otras veces aparece como sujeto a la voluntad de la mayoría. Prefiere la negociación antes de la fuerza bruta, y trata de manipular a aquellos en su camino antes de utilizar violencia física. Aunque los objetivos de el sindicato son opuestos a lo que Mulder y Scully persiguen, este hombre les ayuda en ocasiones con pistas e información. Existe una lucha de poder constante entre Well-Manicured Man y «El Fumador» Cigarette Smoking Man (abreviado como CSM, o Cáncer Man), ya que el primero ve que este último actúa muy impulsivamente y no comparte sus ideas de enfrentarse a los colonizadores al descubrir la existencia de una resistencia alienígena. En la quinta temporada, Well-Manicured Man toma a Alex Krycek bajo su mando y lo anima a ser su potencial sucesor. En la película, cuando Scully es infectada con el virus extraterrestre y es llevada a la Antártida como parte del programa de repoblación del planeta, es él quien le da a Mulder las coordenadas para encontrarla, así como la vacuna. Poco después de su encuentro, muere en una explosión de su vehículo, aparentemente infligida intencionadamente.

APARICIONES:

EXPEDIENTE X (1993-2002)
3x15 Piper Maru
3x16 Apocrypha
4x08 Tunguska
4x09 Terma
5x13 Paciente X
5x14 El Rojo y el Negro
6x11 Dos Padres
6x12 Un Hijo
8x16 Vienen
9x19 La Verdad 

EXPEDIENTE X: PELEA POR EL FUTURO (1998)




LO QUE NO SABEMOS SOBRE LOS TATUAJES

Los tatuajes no son simples decoraciones de la piel. Como vimos en otro artículo, hablan de las características psicológicas de nuestra cultura. Y de quien se tatúa. Pero también son la expresión de una opción espiritual. En las civilizaciones precristianas el tatuaje era una expresión de adoración y pago a los dioses paganos. Los cuales sabemos en su mayoría eran operados por demonios disfrazados.

La historia del tatuaje
La palabra tatuaje proviene de «tattoo», término acuñado por el aventurero James Cook de mediados del siglo XVIII. Es la conjunción de dos conceptos polinesios «ta», que significa «motivo grabado en la piel» y «atua», que significa «espíritu». Por lo tanto se trata de un grabado en la piel que manifiesta contenidos espirituales. La historia del tatuaje está relacionada con el paganismo, el demonismo, el chamanismo, el misticismo y el canibalismo.

En muchas culturas el tatuador era un chamán, o sea un sacerdote que utiliza la magia intermediando entre el mundo natural y el sobrenatural. Conjugaba la magia para curar enfermedades, predecir el futuro y controlar fuerzas espirituales. Por lo tanto implica que el tatuaje es mucho más que una decoración en el cuerpo. En todas las culturas precristianas era un vehículo para invocaciones espirituales y religiosas paganas, y un puente hacia el mundo sobrenatural.

Una muestra arqueológica de su antigüedad, es que en el año 1991 se encontró en Europa un cuerpo congelado, bien conservado, de un antiguo alpino de más de 5000 años. Se trata de la momia más antigua descubierta. Y tenía numerosos tatuajes, incluyendo una cruz en el interior de la rodilla izquierda, seis en línea recta y a 15 centímetros por encima de los riñones y numerosas líneas paralelas en los tobillos. La radiografía reveló una degeneración crónica de huesos y cartílagos de la columna vertebral, y desgaste artrítico de las rodillas y tobillos. Por lo que se supone que el chamán le hizo estos dibujos para invocar a los dioses y librarlo del dolor. Antes en 1891, se había descubierto una momia de 4000 años de una sacerdotisa egipcia. Quien tenía tatuadas líneas paralelas en brazos y muslos y un diseño elíptico debajo del ombligo. Se supone que este tatuaje abajo del ombligo tenía connotaciones relacionadas con la fertilidad.

Diversos estudios en Oceanía y entre tribus indias de América del Norte, muestran que el tatuaje involucraba rituales complejos realizados por sacerdotes, que apelaban a conocimientos ocultistas. Es por eso que la bruja Laurie Cabot sostiene que el tatuaje se relaciona con antiguas prácticas mágicas. Es así que las mujeres solían tener tatuajes relacionados con el dios de la fertilidad. Y los hombres relacionados con el dios de la guerra y de adoración a los elementos naturales para lograr una buena cosecha.

Este tipo es un maorí y lleva los tatuajes propios de su cultura. Tiene la misma cara que Pedro Sánchez cuando Rivera le dijo que era un farsante...

El caso más extremo de tatuajes son los maoríes de Nueva Zelanda, que eran cazadores de cabezas y caníbales, y adoraban a dioses demoníacos. Estos tatuaban su cuerpo casi por completo. Pero también se puede ver la extensión del tatuaje en Filipinas, Taiwán, China, Japón relacionados con la adoración a sus dioses. En Sudamérica y en América del Norte también. Los esclavos romanos eran tatuados con un signo de propiedad. Las prostitutas de los santuarios babilonios y cananeos se tatuaban como parte de adoración a Baal. La misma adoración a dioses sucedía en la India. Los inuit del Polo Norte se tatuaban al llegar a las regiones frías árticas, para apaciguar a los dioses y que les permitieran sobrevivir en el duro clima. Y los ojibwa de América del Norte tatuaban sus pómulos frente y mejillas, en rituales en los que exorcizaban a los demonios mediante el tatuaje. Los hindúes de Begal se tatuaban, porque creían que si no lo hacían los padres no podrían reconocer a sus hijos en el otro mundo.
Cuando Cortés llegó a México en 1519 descubrió que los demonios que adoraban los nativos se los dibujaban también en la piel.
Y creyó desde ese momento que los tatuajes eran una manifestación satánica. El Dr. Wilfrid Dyson Hambly en La historia del Tatuaje, concluyó que el tatuaje está relacionado con antiguos ritos de sangre para armonizar el alma humana con fuerzas sobrenaturales. Y encontró que el tatuaje suponían que: previene el dolor, protege contra heridas de armas, elimina la enfermedad, confiere fuerza sobrehumana, preserva la juventud, mejora los poderes sobrenaturales del chamán, asegura la supervivencia del alma después de la muerte e identifica el alma en el más allá, atrae la buena suerte, protege contra la brujería, garantiza la protección de una deidad, confiere poderes ocultos, evita el ahogamiento, exorciza demonios, garantiza la protección de un animal totémico o guardián espiritual, registra una peregrinación a un lugar sagrado, etc.

De modo que el tatuaje en las civilizaciones pre cristianas fue más que un elemento decorativo; tenía la función espiritual de comunicación con los espíritus. Y obviamente, en esas culturas los espíritus probablemente fueran demonios. Entonces el tatuaje es claramente una expresión demoníaca.
Adramelec: Dios de la mitología fenicia, fue convertido en demonio por la tradición Judeo-Cristiana. Siendo el Presidente del Senado de los Demonios según el libro de Collin de Plancy y Canciller del Infierno. Es generalmente representado con un torso humano y cabeza, y el resto del cuerpo de una mula (o a veces como un pavo real).


LA POSICIÓN DE LAS RELIGIONES
Las tres principales religiones monoteístas no ven con buenos ojos el tatuaje. En el Islam consideran al tatuaje como haram, es decir prohibido. Consta en un jadiz que el profeta Mahoma maldijo tanto al tatuador como al tatuaje. Y en otro jadiz se menciona que el tatuado es alguien que ha elegido a satanás y rechazado a Alá.

También en el judaísmo no se los considera adecuados. En particular por el versículo (19:28 del Levítico) que dice «no harás ningún corte en tu cuerpo por los muertos, ni te marcarás ningún tatuaje; Yo soy el señor». Los rabinos dicen que esta regla fue para evitar que el pueblo escogido imitara a las sociedades paganas que lo rodeaban. Y de alguna manera implica el conocimiento de Dios de la relación entre el tatuaje y el ocultismo, que Él quería evitar en su pueblo elegido. Incluso en el (1Libro de los Reyes capítulo 18), cuando Elías desafío a los profetas de Baal, estos se hacían incisiones en el cuerpo chorreando sangre, para invocar a sus dioses. El tatuaje es una práctica que implica derramamiento de sangre, porque la herramienta de tatuaje hace incisiones en la piel que producen heridas y sangre. Y este es un elemento que toma en cuenta el cristianismo porque en (1Corintios 3:16-17) dice que los cuerpos de los hombres son el templo de Dios, y si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá.

San Basilio en el siglo IV señaló que los tatuajes eran una práctica pagana asociada con los apóstoles de satanás. Y el Papa Adrián I del siglo VIII reafirmó la prohibición absoluta de los tatuajes. Que había sido prohibida por el emperador Constantino, arguyendo que el tatuaje «arruinaba lo que había sido creado a imagen de Dios».

Según el teólogo Simone Iuliano, en su Manual de Demonología, «cuando aceptas el tatuaje, haces un pacto de sangre con la persona que hace el tatuaje, abres tu vida a cualquier espíritu con el que esté atado, le permites que ingrese en ti. A través del consentimiento de sangre, siempre se abre un pasaje para permitir que los demonios entren».

Este es el problema principal. Cuando nos tatuamos, abrimos la puerta a espíritus demoníacos de tormento, espíritus impuros, incluso si el tatuaje no es consecuencia de un gesto de rebelión, sino simplemente una expresión estética. Y el hecho de tatuar imágenes y símbolos cristianos no hace ninguna diferencia. Sin embargo los cristianos coptos practican el tatuaje para enfatizar su identidad en un país musulmán, tatuándose una cruz en la cara o en la muñeca. En el Santuario de la Santa Casa en Italia hay frailes tatuadores, que tatúan a los peregrinos como testimonio de haber ido al lugar de culto. Y los peregrinos ortodoxos a Jerusalén van al tatuador de la familia Razzouk, que han estado más de 300 años en el negocio para tatuar cruces.

Pero el padre Gianni Cioli, profesor de teología moral en Florencia, ha dicho: «Las reservas (contra el tatuaje) se remontan a tres razones fundamentales».
La primera es que los tatuajes pueden constituir, especialmente si se practican sin la debida precaución, un peligro para la salud.
La segunda razón es que la moda ahora a menudo está vinculada a una cultura de transgresión y a una tendencia provocadora y erotizada del cuerpo, indudablemente problemática para la moral cristiana.
La tercera razón es que esta cultura a veces tiene sus raíces en el esoterismo e incluso en el satanismo; un símbolo aparentemente inofensivo propuesto por los artistas del tatuaje podría haber ocultado significados que un cristiano debería aborrecer.