FERNANDO III, REY, GUERRERO Y SANTO

Cuadro que representa la Negociación de Fernando III «El Santo» con el rey de la taifa baezana Al- Bayyasi en 1224

No son muchos los reyes que han alcanzado la santidad. El oficio de rey que, hasta hace no mucho tiempo era inseparable de la política, no es el más propicio para ganarse tal distinción. Pero, a pesar de todo, algunos hay, casi todos de la Edad Media, que fue una época muy espiritual y proclive a la santidad. Los más famosos son Esteban de Hungría, Luis IX de Francia y Fernando III de Castilla. Y ojo, ninguno lo fue de mentira, todos fueron sobrados de méritos.

Esteban de Hungría se convirtió al cristianismo y con ello convirtió a los magiares, un pueblo de las estepas que llegó a la llanura panónica a finales del primer milenio después de Cristo. Cuentan que el Papa Silvestre II le envió una corona para que se coronase como rey de todos los húngaros. Sería el primero de una larga lista de que se extiende hasta el siglo XX. En Hungría es muy venerado y cada 20 de agosto se celebra su onomástica. En la basílica de San Esteban de Budapest se conserva incluso su mano derecha dentro de un precioso relicario labrado en oro. Esteban fue el arquetipo de rey santo guerrero.

Luis IX no fue el primero de los reyes de Francia, pero si el más devoto de todos ellos. Hijo de Luis VIII, conocido como El León, y de una infanta española, Blanca de Castilla, se trabajó a fondo su santidad. «No es posible que ningún hombre haya llevado más lejos la virtud», llegó a decir Voltaire de él. Era estrictamente cierto, Luis IX pasó mucho más tiempo rezando que guerreando, vistió los hábitos franciscanos y fundó innumerables monasterios. Si por algo ha pasado a la Historia es por ordenar la construcción de la Santa Capilla de París, una obra maestra del gótico levantada para albergar las reliquias de la Pasión, que el mismo Luis había comprado al emperador de Bizancio y por las que desembolsó una pequeña fortuna. Luis fue el arquetipo de rey santo devoto.

Un rey santo por partida doble que no había nacido para ser rey
Fernando III de Castilla, primo de Luis IX, llegó a la santidad por las dos vías: la de las armas y la rezadora. Se las arregló para dar el empujón definitivo a la reconquista, lo que hizo de Castilla el reino cristiano más importante al tiempo que alentaba la construcción de fastuosas catedrales como las de Burgos o León, obras cumbre del gótico en España. Fernando fue santo por partida doble, pero nadie lo hubiese dicho porque no nació para rey.

Vino al mundo en Peleas de Arriba, hoy un pequeño pueblo zamorano que allá por el año 1199 no debía de ser mucho más grande. Tenía Peleas de Arriba la peculiaridad de estar enclavado en plena ruta de la plata, la antigua vía que los romanos habían trazado para transportar los metales extraídos en Hispania. Su madre, Berenguela de Castilla, viajaba de Salamanca a Zamora y se puso de parto en aquel lugar tan insospechado.

Peleas (la de Arriba y la de Abajo) pertenecía al reino de León, en el que gobernaba con gran determinación su padre, Alfonso IX, fundador de la universidad de Salamanca y conquistador de Cáceres y Badajoz. Alfonso y Berenguela eran parientes, se habían casado sin la dispensa papal por consanguinidad, de modo que, avisado el Pontífice, anuló el matrimonio y les obligó a separarse.

Berenguela de Castilla

Todo un segundón
El joven infante quedaba así al margen de cualquier expectativa sucesoria. No podría heredar en Castilla porque su tío Alfonso VIII ya tenía heredero nombrado, el príncipe Enrique. Tampoco en León ya que no era el primogénito de Alfonso IX, que antes de casarse con Berenguela lo había hecho con una princesa portuguesa. Le quedaba dedicarse a las armas o a la Iglesia, que era el destino de todos los segundones.

Sucedió entonces que la parca se puso a enredar. Murió Alfonso VIII y, poco después Enrique. Le seguiría su hermanastro Fernando de León y posteriormente su padre Alfonso IX. Toda una carambola dinástica que depositó sobre sus sienes las dos coronas. Primero fue la de Castilla, que recibió con 18 años en una situación un tanto complicada. Los Lara, una influyente familia castellana, se rebelaron y recibieron el apoyo del rey de León, que se entrometió en la disputa para ver si rascaba algo.

Pero Fernando no quería guerrear contra su padre, de hecho no tenía intención alguna de levantar la espada contra otros cristianos. Llegó a un acuerdo con él y se sentó a esperar a que la corona leonesa le llegase por el procedimiento ordinario, es decir, por la muerte del titular. Esto acaeció en 1230. Alfonso IX, después de 42 años de reinado, entregó su alma al creador en Sarria, un pueblito de Lugo en el que se había detenido de camino a Santiago para agradecer al apóstol la protección que le había prestado durante la reconquista de Extremadura.

El enemigo, al sur
Pero no iba a ser tan fácil. Los nobles leoneses se opusieron al nuevo rey, buscaron el apoyo de Portugal y se volvió a armar. Pero Fernando, que era de natural conciliador y poco dado a los calentones, se apañó para llegar a un pacto con ambos. Hecho esto, unió ambas coronas: la de Castilla y la de León. Desde ese momento no se volverían a separar.

El enemigo para el joven Fernando no estaba en casa, sino más al sur, pasado Sierra Morena, donde aún pervivían los restos del imperio almohade. Al rey le había marcado en la niñez la batalla de las Navas de Tolosa en la que una alianza cristiana de castellanos, navarros y aragoneses infligió una bochornosa derrota a un gran ejército andalusí en 1212. Su abuelo, Alfonso VIII, había sido, además, el adalid de aquella coalición.

Aquello no era sólo un motivo de orgullo, sino también de inspiración. Su abuelo señalaba el camino. Había que ir hacia el sur y hacerlo en ese preciso momento en el que los moros se batían en retirada. En Levante Jaime I de Aragón liquidaba una tras otra las taifas de Valencia, Denia, Mallorca y Menorca. Su debilidad era obvia, no parecía muy prudente dejarles tiempo a que se reconstituyesen como ya lo habían hecho en dos ocasiones.

Expediciones privadas de reconquista
La muerte en 1224 del último califa almohade, Yusuf II, se lo puso en bandeja. Todo el sur peninsular quedó de nuevo dividido en pequeños reinos con los que se podía jugar aliándose con unos mientras se atacaba a otros, o exigiendo tributos al más lejano mientras se guerreaba con el más cercano. La vieja táctica del divide y vencerás que los cristianos ya habían empleado anteriormente.

Con la retaguardia tranquila podía dedicarse plenamente a eso. Podía reclutar un ejército y conducirlo hasta el valle del Guadalquivir. Pero tenía que empezar donde lo había dejado su abuelo Alfonso años antes, justo al otro lado de Sierra Morena. Pero para tan ambiciosa empresa el rey solo no bastaba. Las taifas del sur eran grandes y tenían a mano gran cantidad de recursos tanto materiales como humanos.

Alentó entonces que surgiesen expediciones privadas pero con su bendición personal. Así se reconquistaron, por ejemplo, las sierras de Cazorla y de Segura. Corrieron a cargo del arzobispo de Toledo, que con su propia hueste se internó en la taifa cordobesa y fue rindiendo un pueblo tras otro. Algo similar ocurrió en Extremadura. El obispo de Plasencia se apoderó de Trujillo mientras los caballeros de la Orden de Alcántara hacían lo propio con Medellín. Aquellas campañas eran importantes porque eliminaban bolsas de moros que de un modo u otro terminarían dando problemas.

La conquista de Córdoba
Pero todas esas operaciones eran caza menor, pueblos pequeños, algún que otro castillo, pero sin tocar el núcleo del poder musulmán, que era el curso medio y bajo del Guadalquivir. Para eso hacía falta algo más grande auspiciado y capitaneado por el rey en persona. Tan sólo necesitaba una buena excusa que no tardaría en llegar.

En 1235 el emir de Córdoba, Ibn Hud, no respondió al pago de 430.000 maravedíes que le exigía Fernando. Gracias a los informes de unos desertores, llegó hasta la Corte que la ciudad estaba desguarecida y reinaba el derrotismo. Ibn Hud se había trasladado a Almería junto a su ejército temiendo que Jaime de Aragón intentase conquistar la ciudad. Su temor no era infundado. Un siglo antes, en un golpe de mano, Alfonso VII de Castilla y Ramón Berenguer IV de Barcelona se apoderaron del lugar, que contaba ya entonces con un puerto muy importante. Se permitieron incluso el lujo de retenerlo durante varios años hasta que los almohades africanos acudieron en su auxilio.

Pero mucho habían cambiado las cosas desde 1147. Castilla era más grande y fuerte. Tenía la capacidad de poner sitio a una plaza principal como Córdoba y de rendirla. No hizo falta lo segundo. Córdoba se entregó sin resistencia. El 29 de junio de 1236 el rey de Castilla hizo su entrada triunfal en la ciudad después de haber dado a elegir a sus habitantes entre convertirse al cristianismo o exiliarse. Fernando no quería moros en la retaguardia.

La mezquita, antigua basílica visigoda, retornó al culto cristiano
Una vez dentro hizo dos cosas: restaurar la diócesis de Córdoba y ordenar que las campanas de la catedral de Santiago, saqueadas por Almanzor durante una razzia en el año 997 y que servían como pebeteros en la puerta de la mezquita, fuesen devueltas a la catedral compostelana. Cuentan que el porte se hizo a hombros de prisioneros moros, no por ensañamiento, sino por justicia ya que Almanzor las había llevado hasta Córdoba a hombros de cautivos cristianos.

Hecho esto, entregó las llaves de la que hasta ese momento había sido mezquita mayor al obispo Lope de Fitero. El edificio, levantado sobre una antigua basílica visigoda, retornó de este modo al culto cristiano. Pero la mezquita de Córdoba no corrió la suerte de otras de al-Ándalus. Al rey le gustó y no fue demolida. Hibridándose con ella nacería siglos más tarde una hermosa catedral renacentista. Esto daría lugar a un templo único en el mundo que hoy maravilla a todo el que atraviesa sus puertas.

Ibn Hud murió dos años más tarde, lo que hizo cundir el desconcierto entre los moros. Fernando supo aprovecharlo. Desde Córdoba, enclavada en un punto estratégico, podía abrirse en abanico y enviar tropas hacia Murcia, Jaén y Sevilla.

Mezquita-Catedral de Córdoba

La resistencia de Cartagena y Jaén
En Murcia se encontró con los aragoneses, que descendían con rapidez desde Valencia. Pero no quería pleitos con ellos. Firmó con Jaime I el Tratado de Almizra que fijó los límites entre ambas coronas por el sur y se centró en Andalucía. Sin nada más que rascar en la península, los aragoneses se echaron al mar. Con gran éxito por cierto, a finales de siglo ya se habían hecho los dueños de Sicilia.

El emir murciano, Hud Al Dawla, se avino a negociar y capituló antes de que Fernando le pusiera sitio a la ciudad. El gobernador de Cartagena no reconoció la capitulación y se dispuso a resistir. No era sencillo asaltar por tierra Cartagena y, además, carecía de sentido hacerlo sólo por ahí ya que está abierta al mar gracias a su extraordinaria bahía. Bien abastecida desde Almería, Málaga o África podría aguantar durante años. Había que tomarla desde el mar. Encargó a Ruy García de Santander que armase una flota y conquistase la ciudad. Dicho y hecho.

Jaén se resistió más. Era una plaza difícil. La ciudad se encuentra recostada sobre el cerro de Santa Catalina, coronado por un vigoroso alcázar que complicaba cualquier acercamiento. Tres veces tuvo que sitiarla hasta que en 1246 consiguió hacerse con ella. Luego la colmó de mercedes porque lo que mucho cuesta mucho se aprecia.

Límites del Tratado de Almizra

Táctica conjunta en Sevilla
Pero el premio gordo era Sevilla que, amén de grande y lustrosa, podía ser auxiliada desde el río. Tenía, por lo tanto, que combinar las tácticas seguidas en Cartagena y en Jaén. Pidió al marino Ramón Bonifaz que formase una escuadra en el Cantábrico y la condujese hasta el Guadalquivir. Mientras los santanderinos bajaban con sus naves le puso sitio por tierra.

Pero Axataf, el emir sevillano, consiguió burlarlo mediante un pontón de barcas protegido con cadenas a través del cual le enviaban víveres y armas desde San Juan de Aznalfarache. Enterado de esto, el rey ordenó a Bonifaz embestir contra el pontón. Tras un par de intentos, la flota castellana consiguió romper las cadenas dejando Sevilla ya completamente aislada. Esto sucedió el 3 de mayo de 1248, siete meses después, el 23 de noviembre Axataf se rindió. Quedaba por someter el alfoz de la ciudad y reducir a la condición de vasallo a emires como el de Niebla, en Huelva, que pidió su auxilio para que le protegiese del avance portugués. A todo le dio tiempo porque el rey decidió quedarse a vivir en el territorio conquistado.

Sevilla le cautivó de tal manera que trasladó la Corte a los Reales Alcázares. Allí le sorprendería la muerte en 1252, cuando planeaba una expedición a África. En la misma ciudad fue enterrado, dentro de la catedral que aún tenía la forma externa de la mezquita almohade. Así seguiría durante siglo y medio, hasta principios del siglo XV, cuando el cabildo ordenó demolerla para construir sobre sus cimientos la actual catedral gótica, la más grande del mundo en este estilo arquitectónico.

Ramón de Bonifaz

La primacía castellana
Sus contemporáneos fueron conscientes de lo que había logrado el rey Fernando en apenas 30 años. El mapa político de la península era otro muy distinto al de su nacimiento. Castilla y León se habían aupado a la condición de reino central, el único que iba a de mar a mar y de Covadonga a Guadalete. El valle del Guadalquivir era tan portentosamente fértil que en pocos años la población de Castilla ya triplicaba a la de Portugal y Aragón.

Esta primacía castellana se dejaría sentir con el curso del tiempo. A partir del siglo XIV, y en buena medida gracias a la obra cultural de Fernando III y de su hijo Alfonso X, el castellano se convirtió en la lengua franca de toda la península. Lo dejó todo listo para que la reconquista concluyese (aunque lo cierto es que aún se demoraría un par de siglos) y estableció los pilares que hicieron de Castilla una de las coronas más poderosas del mundo.

No está nada mal para un rey que nació sin reino pero que terminó siendo, tal y como reza su epitafio, el más «recto, justo, prudente, magnífico, fuerte, piadoso, humilde, el que temió a Dios y le sirvió todos sus días, el que quebrantó y destruyó a todos sus enemigos, y ensalzó y honró a todos sus amigos, el que conquistó la ciudad de Sevilla, que es cabeza de toda España».

Fuente: http://www.milenioweb.es/fernando-iii-rey-guerrero-y-santo/

«Soberanía» frente a Bruselas, pero no ante Washington.

A menudo hemos mostrado que la Unión Europea es sólo la fachada civil de un conjunto cuya parte militar es la OTAN. Sin embargo, Manlio Dinucci observa, a partir de la crisis institucional italiana, que esas dos vertientes no son equivalentes: Estados Unidos dirige la OTAN directamente y sin contar con nadie, pero también dirige indirectamente la Unión Europea.


Steve Bannon ―ex estratega de Donald Trump y teórico del nacional-populismo― ha expresado su apoyo entusiasta a la alianza italiana conformada por la Liga del Norte y el Movimiento 5 Estrellas para instaurar «el gobierno del cambio». En entrevista concedida el 26 de mayo a Sky TG24, Bannon declaró:
«La cuestión fundamental en Italia en marzo fue el asunto de la soberanía. El resultado de las elecciones mostró a los italianos que querían recuperar su soberanía, el control de su país. Basta ya de reglas que llegan de Bruselas».
 Pero Bannon no dijo nada de las reglas que vienen de Washington.

Quien ejerce presión sobre Italia no es sólo la Unión Europea ―dominada por los poderosos círculos económicos y financieros, principalmente alemanes y franceses, temerosos de que se rompan «reglas» que favorecen sus intereses. De manera menos evidente, pero no menos invasiva, une fuerte presión se ejerce sobre Italia desde Estados Unidos, que teme una ruptura de las «reglas» que someten a Italia a los intereses económicos y estratégicos estadounidenses. Eso es parte de las políticas que Washington adopta hacia Europa, a través de distintas administraciones y de métodos diversos pero siempre con el mismo objetivo: mantener a Europa bajo la influencia estadounidense.

La principal herramienta de esta estrategia es la OTAN. El Tratado de Maastricht estipula, en su artículo 42, que
«La Unión respeta las obligaciones de determinados Estados miembros, que consideran que su defensa común se realiza dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)».
Y el protocolo 10 sobre la cooperación estipula que la OTAN «sigue siendo la base de la defensa» de la Unión Europea.

Actualmente, 21 de los 27 países miembros de la Unión Europea ―con un 90% de la población de la Unión― pertenecen a la OTAN, cuyas «reglas» permiten a Estados Unidos conservar, desde 1949, el cargo de Comandante Supremo de las fuerzas de la alianza en Europa así como todos los demás cargos de mando claves. Esas «reglas» también permiten a Estados Unidos determinar las opciones políticas y estratégicas de la alianza atlántica poniéndose de acuerdo ―por debajo de la mesa― fundamentalmente con Alemania, Francia y Reino Unido y haciendo que las apruebe el Consejo del Atlántico Norte, en cuyo seno ―según las «reglas» de la OTAN― las decisiones se toman siempre por unanimidad… pero sin voto.

La entrada en la OTAN de los países del este que antes fueron miembros del Pacto de Varsovia, o que fueron parte de Yugoslavia o incluso de la URSS ―entre ellos Ucrania y Georgia, que de hecho ya son miembros de la OTAN―, ha permitido a Estados Unidos vincular a esos países más a Washington que a Bruselas. Así ha logrado Washington empujar a Europa a una nueva guerra fría, convirtiéndola en la primera línea de un enfrentamiento cada vez más peligroso con Rusia, enfrentamiento que además favorece intereses políticos, económicos y estratégicos de Estados Unidos.

Resulta emblemático el hecho que, precisamente durante la semana en que en Europa se debatía enconadamente la «cuestión italiana», desembarcó en el puerto belga de Amberes ―sin que hubiese ninguna reacción significativa― la 1.ª División de Caballería (Estados Unidos), proveniente de Fort Hood, en Texas. Desembarcaron en Amberes 3.000 soldados estadounidenses con 87 tanques de asalto Abrams M-1, 125 vehículos de combate Bradley, 18 cañones autopropulsados Paladin, 976 vehículos militares y equipamiento militar diverso para desplegarse en 5 bases en Polonia, desde donde serán enviados a la frontera rusa.

Así siguen «mejorando la rapidez y contundencia de las fuerzas de Estados Unidos en Europa», con un gasto ―desde 2015― de 16.500 millones de dólares.

Precisamente mientras mientras los tanques enviados por Washington desembarcaban en Europa, Steve Bannon incitaba a italianos y europeos a «recuperar su soberanía» ante Bruselas.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article201331.html

Disparos de mortero desde Gaza


Veinticinco proyectiles de mortero disparados desde la franja de Gaza cayeron en Israel el 29 de mayo de 2018. Los disparos de mortero se produjeron, de forma coordinada, exactamente a las 06:59 horas (hora local), desde varios puntos a lo largo de la línea de demarcación impuesta por Israel. Los servicios de inteligencia israelíes no pudieron prever esta operación, cuidadosamente preparada.

La salva fue de muy corto alcance, haciendo muy difícil la intercepción de los proyectiles al sistema israelí denominado «Cúpula de Hierro», a pesar de lo cual no se reportaron víctimas.

Esta es la operación militar palestina más importante registrada en la franja de Gaza desde la «Operación Plomo Fundido», realizada por Israel hace una década.

Israel considera responsable del ataque a Jamás, por ser este el grupo palestino que detenta el poder en la franja de Gaza, pero el verdadero autor parece ser la organización conocida como Yijad Islámica, otro grupo palestino armado y financiado por Irán.

Al parecer, algunos responsables de la Yijad Islámica sienten inquietud ante las últimas noticias sobre negociaciones secretas entre Teherán y Tel Aviv, supuestamente realizadas en Jordania. Esta operación podría ser para ese grupo una manera de mostrar sus posibilidades con vista a obtener la ayuda de Turquía, deseosa de implicarse un poco más en Palestina.

El ideólogo de la Hermandad Musulmana, Sayyid Qutb, era francmasón.


El historiador egipcio Helmi Nimnim acaba de publicar una nueva biografía de Sayyid Qutb (1906-1966), el teórico de la yijad en el seno de la Hermandad Musulmana. En ese libro, el historiador reproduce un artículo de Qutb titulado «Por qué me hice francmasón», publicado en la revista al-Taj al-Masri (la «Corona de Egipto») el 23 de abril de 1943, o sea antes del viaje de Qutb a Estados Unidos y de su incorporación a la Hermandad Musulmana.

Numerosos autores ya habían señalado antes las similitudes de las ceremonias de iniciación de la Hermandad Musulmana con las que se practican entre los francmasones, pero es la primera vez que alguien aporta la prueba de que Sayyid Qutb fue francmasón.

En aquella época, las logias egipcias se hallaban bajo control directo de los servicios secretos británicos y el propio rey Faruq era francmasón.

En cambio, queda por aclarar si Sayyid Qutb fue agente de la CIA.

LO QUE REALMENTE SE DEFINÍA EN LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL DE VENEZUELA.

Si bien la abstención registrada en la elección presidencial que acaba de realizarse en Venezuela no permitiría validar formalmente el carácter democrático de la victoria de Nicolás Maduro, el índice de participación, en plena guerra económica, es de hecho más que suficiente para demostrar el apoyo popular a las instituciones de la República Bolivariana. Porque es importante entender que, más que el mantenimiento o no de los chavistas en el poder, lo que realmente estaba en juego era el futuro mismo de Venezuela como nación ante la agresión en marcha contra ella.


La elección presidencial en Venezuela debía dar paso al inicio de una nueva etapa en la preparación de la destrucción de la «Cuenca del Caribe». Al menos eso esperaba el Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM).

Existen varias lecturas de la crisis que Venezuela enfrenta. Para los países occidentales, es resultado de la mala gestión del presidente Maduro y de su obsesión socialista. Para el ejército, que observa los preparativos militares de Panamá, Colombia, Brasil y Guyana, esa crisis es ―por el contrario― resultado de una terrible guerra ―por el momento solamente económica― iniciada contra Venezuela por orden de Estados Unidos. En todo caso, el Producto Interno Bruto (PIB) disminuye en un 15% anual y la inflación alcanza cifras enormes (18.000% desde el inicio del año 2018). El gobierno del presidente Maduro ha logrado organizar la distribución de alimentos, alejando así el peligro del hambre, pero no ha podido ―al menos por ahora― evitar que la situación siga empeorando.

Sin exponer ninguna razón válida, los catorce países del Grupo de Lima habían cuestionado por adelantado la legitimidad de la elección. Como hicieron Francia y Alemania ante la elección presidencial convocada en Siria, uno de esos países prohibió a la embajada de Venezuela la realización del voto en sus oficinas consulares. El país que violó así deliberadamente la Convención de Viena fue Canadá, miembro del ya mencionado Grupo de Lima.

En verde, países que pertenecen al Grupo de Lima

También como en el caso de Siria, la oposición respaldada por Estados Unidos llamó a boicotear la elección. Peor aún, organizó una huelga de transportistas para impedir así que los electores de los suburbios y las zonas rurales pudieran contar con los medios de transporte colectivo para acudir a las urnas.

Si se tiene además en cuenta el hecho que la situación de crisis económica inducida y las carencias que esta conlleva han empujado un millón y medio de venezolanos a salir del país, y que esos electores no han tenido tiempo de inscribirse en las embajadas de Venezuela para votar en el exterior, es evidente que el índice de abstención tenía que ser anormalmente alto.

A pesar de todo eso, 46% de los 20 millones de electores inscritos acudieron a las urnas. Y el 67% de esos votantes aportaron su apoyo al candidato chavista, Nicolás Maduro.

Los estudios sobre los resultados de esta elección demuestran que los índices de participación son elevados principalmente en las circunscripciones correspondientes a los electores más pobres.

Esos mismos estudios muestran que sólo los electores de más de 40 años acudieron a las urnas, mientras que los electores jóvenes estuvieron prácticamente ausentes. O sea, los jóvenes mostraron su desinterés por la política o siguieron las consignas de la oposición apoyada por Estados Unidos, pero las personas que conocieron la Venezuela anterior a la Revolución Bolivariana se esforzaron por votar.

Todo eso demuestra que para votar en la presidencial venezolana del 20 de mayo había que estar verdaderamente deseoso de acudir a las urnas, ¡y para votar además por Nicolás Maduro, a quien se atribuye la crisis general de la economía! Los más desfavorecidos, los trabajadores cuyo salario mensual ya no alcanza para comprar un kilo de carne, han sido proporcionalmente más numerosos en votar. Eso quiere decir que, al contrario de lo que esperaba Estados Unidos, los venezolanos no consideran al gobierno de Maduro responsable de la catástrofe económica… y prosiguen la lucha iniciada por Hugo Chávez para liberar su país del imperialismo estadounidense.

Esta anomalía es consecuencia del sentimiento nacional que se ha desarrollado durante los 18 últimos años de la Revolución Bolivariana y hace difícil toda intervención militar extranjera en Venezuela.

Por otra parte, el hecho que un candidato inicialmente serio, Henri Falcón ―ex gobernador del Estado de Lara― declarara al principio de la jornada electoral que el escrutinio estaba «arreglado», que por ende él no podía ganarlo y que no valía la pena ir a votar, no impidió que casi 2 millones de electores se tomaran de todas maneras el trabajo de ir a votar por él. El comportamiento de esos electores sólo puede interpretarse como un doble deseo de defender el país y de llamar al conjunto de la clase política venezolana a la reconciliación ante la agresión en marcha contra el país.

Otro síntoma de desorientación es que cerca de un millón de electores votó por el pastor evangélico Javier Bertucci, que para salvar el país no ve otra solución que un arrepentimiento colectivo y una intervención divina.

El pastor cristiano Javier Bertucci sorprendió al país al lanzar su candidatura a la presidencia contra Nicolás Maduro.

Sin conocer aún el resultado del escrutinio, Washington anunció la promulgación de una «Orden Ejecutiva de prohibición de ciertas transacciones adicionales con Venezuela» y el G7 tenía preparada una declaración para «rechazar el proceso electoral».

La orden, está dirigida contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro y prohíbe todas las transacciones de individuos o empresas estadounidenses para adquirir cualquier deuda del gobierno venezolano, incluyendo cuentas por cobrar.

Ante la realidad del resultado… se ha producido un gran silencio. ¿Qué hacer ahora con el plan de destrucción de los Estados y sociedades en los países de la región? ¿No será quizás demasiado peligroso lanzarse al ataque contra Venezuela ―como se hizo en Siria― con el riesgo de tener que enfrentar una dura resistencia? En pocas palabras, ¿es aconsejable atacar ahora o quizás sería mejor tratar de seguir empobreciendo a los venezolanos y dividiéndolos más antes de atacarlos?

Además, el hecho, contradiciendo las costumbres en materia de diplomacia, Rusia haya reaccionado por adelantado a las declaraciones del Grupo de Lima, subrayando que constituyen una injerencia en los asuntos internos de Venezuela, hace pensar que Moscú no se deja engañar. Ante una intervención de la OTAN, ¿adoptaría Rusia una actitud de oposición, como en el Medio Oriente?

Parece aún demasiado pronto para que el SouthCom pueda decidirse. Durante este periodo de «evaluación» de la situación es probable que el Pentágono siga «trabajando» a la juventud venezolana, prácticamente ausente en la elección del 20 de mayo. También podría acentuar su presión sobre otros países de la «Cuenca del Caribe», principalmente contra Nicaragua.

Negociaciones secretas entre Israel e Irán


El diario israelí de centro-derecha Maariv afirma que Israel e Irán estuvieron negociando en secreto durante la semana pasada en Jordania.

Según Maariv, los encuentros tuvieron lugar en un gran hotel de Amán, la capital jordana, y la delegación israelí incluía varios oficiales superiores así como el director adjunto del Mosad mientras que la delegación iraní estuvo encabezada por el embajador de la República Islámica en Jordania, pero las dos delegaciones nunca llegaron a verse las caras y fue un negociador jordano quien se encargó ir y venir entre las habitaciones de los israelíes y los iraníes. Maariv no precisa si Siria estuvo representada en esas negociaciones.

Maariv afirma también que las partes esbozaron un acuerdo que al parecer estipularía una retirada de las fuerzas iraníes y de Jezbolá del sur de Siria, la República Árabe Siria garantizaría que Irán no interviniese en los alrededores de Israel, Jordania detendría la entrada de yijadistas desde su territorio hacia Siria e Israel pondría fin a toda intervención en Siria.

Un presidente al servicio de la CIA

Esperanzado en lograr una ayuda in extremis, un empleado en apuros escribe a su patrón recordándole que por años le sirvió fielmente. El «empleado» se llama Ricardo Martinelli, fue presidente de Panamá (de 2009 a 2012), está detenido en Estados Unidos desde junio de 2017 a pedido del actual gobierno panameño que lo acusa entre otras cosas de espionaje y de haber puesto bajo escucha telefónica a más de 150 personas cuando era presidente. La carta de Martinelli acaba de crear revuelo en los medios panameños porque está dirigida… al gobierno de Estados Unidos. Desde Panamá, el analista Julio Yao, aborda el tema.


Un pueblo espera siempre que su presidente esté a su servicio y que lo represente dignamente, aún cuando esté al borde del patíbulo. El ex-presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, al parecer, ha olvidado este primer mandato constitucional: ¡Dignidad! ¡Dignidad! Toujours la dignité!

Cansado de aguardar una ayuda de Estados Unidos que lo salvara de la extradición a Panamá ―su país― para encarar diversas acusaciones, el ex-presidente Martinelli pensó que una llorosa carta al pueblo y al gobierno estadounidenses en la que les cuenta cuán leal ha sido a Washington, le ganaría la simpatía necesaria para que lo liberasen de su ordalía tras un año en prisión.

En humillante exhibicionismo, Martinelli confiesa que siempre fue un leal servidor de Washington, concretamente de la CIA (Central Intelligence Agency); confiesa que detuvo el barco norcoreano Chong Chon Gang «por instrucciones de la CIA»; que votó 100% a favor de Israel, motivo por el cual fue declarado persona non grata por organizaciones árabes, como Jezbolá; que ayudó a escapar de la INTERPOL al jefe de estación de la CIA en Italia, sentenciado por secuestro y tortura a supuestos «terroristas»; que se alió a Estados Unidos en la guerra estadounidense contra las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia); que autorizó conectar 19 radares (de bases aeronavales) al Comando Sur estadounidense; que instaló cámaras («Matador») para obtener información nacional e internacional; y que almorzó, junto a su ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, en la sede de la CIA, en Langley, donde le garantizaron protección contra Varela [actual presidente de Panamá].

La nave norcoreana Chong Chon Gang

Luego de este vergonzoso striptease, el ex-presidente Martinelli confiesa:

«Cuando la CIA pidió que yo detuviera un barco norcoreano proveniente de Cuba, no pestañeé».

No pestañeó, pero, soplón y mendicante de pacotilla, el vergonzante reo le dice a la CIA que «su enemigo», el hoy presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, mantiene una «estrecha relación» con el presidente cubano Raúl Castro, quien lo amenazó a él, incidente que Martinelli reportó al entonces presidente estadounidense Barack Obama.

Parece que Martinelli ignora que «la mujer del César no sólo debe serlo, sino también parecerlo» y que el imperio no tiene amigos sino intereses. En evidente «descuido», el suplicante reo olvidó reconocer que su «enemigo», el hoy presidente Varela, era a la sazón su vicepresidente y ministro de Exteriores y, por ende, su compinche, por lo que el paraguas de la CIA también acoge bajo su sombra protectora al propio Varela.

Anécdotas aparte, veamos lo relevante de sus confesiones.

Martinelli mete a Estados Unidos en un gravísimo problema: su confesión sobre los «servicios» que desde la presidencia de Panamá prestó la CIA, y no a la nación que lo eligió o al Derecho Internacional (Artículo 4 de la Constitución de Panamá) significa que la navegación por el Canal de Panamá no se rige por el Tratado de Neutralidad ―que garantiza un tránsito abierto, sin discriminación y libre de tropas extranjeras― sino por una política de navegación dictada por… la CIA, política basada en una Declaración canalera monroísta que se remonta al presidente Rutherford Hayes, de 1880.

Martinelli nos revela que fue el gobierno de Estados Unidos el que ordenó detener ―¡en alta mar!― el barco norcoreano Chong Chon Gang y lo entregó a Panamá, en violación conjunta (por parte de Estados Unidos y de Panamá) de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, un delito adicional y no menos grave que la violación de la neutralidad del Canal.

Al votar siempre a favor de Israel en la ONU y declarar que ese país es el «Guardián de Jerusalén» (Esto lo aporto yo. Nota del Autor.), Martinelli ofende al pueblo palestino y al mundo árabe y viola el Derecho Internacional, lo cual, junto a la no entrega a Italia de un miembro de la CIA prófugo de la justicia italiana [que lo reclama por secuestro y tortura], constituye un crasa violación de los derechos humanos en ambos países.

La instalación de bases aeronavales y radares y el alineamiento de Panamá contra las FARC, constituyen una violación descarada del Tratado de Neutralidad y un distanciamiento radical de la neutralidad y del pacifismo tradicionales del pueblo panameño, así como de la política de No Alineamiento adoptada por la República de Panamá desde 1975.

La confesión del ex-presidente Martinelli lo hace responsable de atentar contra la personalidad internacional del Estado panameño, contra la seguridad interna y externa de la República de Panamá, de sumisión a poderes extrarregionales, de propiciar la intervención extranjera en asuntos internos de Panamá, de violar la Carta de la ONU y la de la OEA, el Tratado de Neutralidad, los derechos humanos de los pueblos de Palestina e Italia y de traición a la Patria panameña.

Los F-35 israelíes ya están en guerra

El anuncio, ante la «Conferencia Internacional sobre la Superioridad Aérea» de Herzliya, sobre el uso en combate de los aviones de guerra furtivos F-35 por parte de Israel tiene un doble interés para el Estado hebreo. Por un lado, ningún participante objetó absolutamente nada cuando se proyectaron imágenes de varios F-35 israelíes violando el espacio aéreo libanés. Al no protestar, todos los presentes aceptaron implícitamente esa práctica ilegal. Por otra parte, también tomaron nota de la eficacia del nuevo aparato y de la superioridad que confiere a Israel el hecho de ser el único Estado de la región que dispone de aviones furtivos.


El general Amikam Norkin (ver foto), jefe de la fuerza aérea de Israel, anunció el 22 de mayo de 2018, en la conferencia sobre la «superioridad aérea» organizada en Herzliya (un suburbio de Tel Aviv):
«Estamos volando con los F-35 por todo el Medio Oriente y ya hemos atacado 2 veces en 2 frentes diferentes».
Estaban presentes los principales representantes de las fuerzas aéreas de 20 países, entre los que se encontraba Italia.

El general israelí no especificó dónde operaron sus F-35 pero dejó entrever que uno de los ataques fue en Siria. Además, se dio el lujo de mostrar imágenes de los F-35 israelíes volando sobre Beirut, la capital del Líbano. Es posible que esos aviones también hayan sido utilizados ya en misiones, que quizás no fueron necesariamente de ataque, contra Irán.

Israel, uno de los 12 «socios mundiales» del programa F-35, dirigido por la empresa estadounidense Lockheed Martin, fue el primer país en comprar el nuevo caza estadounidense de 5ª generación, rebautizándolo con la denominación «Adir», o sea «Poderoso». Israel ha recibido hasta ahora 9 de los 50 F-35 que hay en su pedido, todos del modelo A (de despegue y aterrizaje convencionales) y es probable que finalmente compre 75. Podría hacerlo fácilmente ya que Israel recibe de Estados Unidos una ayuda militar anual de unos 4.000 millones de dólares.

El entrenamiento de los primeros pilotos israelíes que utilizarían los F-35 se inició en julio de 2016, en la base Luke de la fuerza aérea estadounidense en Arizona. Después de seguir un curso de más de 3 meses en Estados Unidos para obtener la calificación que les permite pilotear ese avión, esos pilotos tienen que efectuar varios meses de entrenamiento en «vuelo real» en Israel. Hasta ahora, 30 pilotos israelíes han recibido esa formación. El 16 de septiembre de 2017, la fuerza aérea de Israel declaró en disposición operativa su primera escuadrilla de F-35.

Israel también participa en el programa del F-35 con su industria militar. Israel Aerospace Industries fabrica las alas de ese avión de guerra; Elbit Systems-Cyclone produce componentes del fuselaje; y Elbit Systems Ltd está desarrollando un sistema de visión integrada para el casco de tercera generación que portarán todos los pilotos de F-35.

Así que lo que el comandante de la fuerza aérea de Israel anunció de hecho es que el F-35 está por fin «probado en combate», lo cual tiene un primer resultado práctico: dar un impulso al programa del F-35, un avión de guerra que sólo había cosechado hasta ahora problemas técnicos y que necesita continuas modernizaciones, con gastos adicionales que inflan todavía más el costo ya enorme del programa. El complejo programa informático del F-35 ha sido modificado hasta ahora más de 30 veces y requiere constantes actualizaciones.

Por todas esas razones, la presidenta de Lockheed Martin, Marillyn Hewson, quien se hallaba entre los participantes de la conferencia sobre la «superioridad aérea», recibió con regocijo el anuncio del comandante de la fuerza aérea de Israel.

El anuncio de que Israel ya ha utilizado sus F-35 en acciones reales de guerra suena además como una advertencia a Irán. El F-35A, la versión que Israel ha recibido, está concebido fundamentalmente para el uso de armas nucleares, principalmente de la nueva bomba atómica estadounidense B61-12, dotada de un sistema de guía de precisión, bomba que ya está en su fase final de realización y que Estados Unidos, además de desplegarla en Italia y en otros países europeos, casi seguramente tiene previsto poner también entre las manos de Israel, la única potencia nuclear del Medio Oriente, hoy en posesión de un arsenal nuclear estimado entre 100 y 400 armas atómicas.

Las fuerzas israelíes están integradas al sistema electrónico de la OTAN, en el marco del «Programa de Cooperación Individual» con Israel, país que sin ser miembro de la alianza atlántica dispone sin embargo de una misión permanente en el cuartel general de la OTAN en Bruselas. Ese programa justificó la participación de Italia, Alemania, Francia, Grecia y Polonia, junto a Estados Unidos, en Blue Flag 2017, el ejercicio internacional de guerra aérea más grande realizado en toda la historia de Israel, que incluyó ensayos de ataque atómico.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article201283.html

Canadá impide el voto a los venezolanos presentes en suelo canadiense.

La ministro de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y el primer ministro Justin Trudeau


El gobierno de Canadá prohibió a la embajada de Venezuela la apertura de colegios electorales para los electores venezolanos presentes en suelo canadiense que desean participar en la elección presidencial venezolana.

Esta decisión del gobierno de Canadá viola la Convención de Viena, que rige la actividad consular de las misiones diplomáticas.

Canadá marcha así tras los pasos de Francia y Alemania, los dos países de la Unión Europea que violaron la Convención de Viena en 2014 al prohibir a las embajadas de Siria la apertura de colegios electorales para los residentes sirios deseosos de votar en la elección presidencial siria.

En otras palabras, Canadá, Francia y Alemania, pretenden defender la democracia… oponiéndose a la realización de elecciones presidenciales.

El Pentágono ha planificado la destrucción sucesiva de los Estados y sociedades en los países del «Medio Oriente ampliado» [o «Gran Medio Oriente»] y, posteriormente, en los países del Caribe, comenzando por Venezuela. Más recientemente, la Red Voltaire publicó el plan «Masterstroke» ―clasificado como «Top Secret»― trazado por el SouthCom contra Venezuela.

El Estado Profundo estadounidense y la campaña electoral de Trump.


Según la NBC, el informante del FBI sobre la injerencia rusa en la campaña electoral previa a la elección presidencial estadounidense de 2016 es nada menos que Stefan Halper (Ver foto). Este ex-agente de la CIA es actualmente profesor en Cambridge (Reino Unido) y dirige una agencia de inteligencia de carácter privado.

Stefan Halper es el yerno de Ray S. Cline, personalidad de gran importancia en el seno de la CIA en los años 1960 y 1970. Durante la campaña electoral de 1980, Halper trabajó para George Bush padre, quien ―después de haber dirigido la CIA― se convirtió en vicepresidente de Estados Unidos bajo la presidencia de Ronald Reagan.

Más tarde, Stefan Halper logró penetrar el equipo de campaña del presidente James Carter, logrando así información sobre sus relaciones con las nuevas autoridades iraníes. Fue así como Bush padre y Reagan obtuvieron el apoyo de la República Islámica y negociaron la «sorpresa de octubre», o sea la liberación de los espías de la CIA sorprendidos in fraganti y apresados en la embajada de Estados Unidos en Teherán.

Según la publicación electrónica The Intercept, Stefan Halper recibió en varias ocasiones importantes sumas de dinero de la administración Obama en 2016, o sea precisamente durante la campaña electoral de Donald Trump.

Alemania, Estados Unidos y el Reino Unido tenían Novichok.


Según la prensa alemana, el Bundesnachrichtendienst obtuvo una muestra de novichok en los años 1980 a través de un tránsfuga ex-soviético.

Alemania compartió ese producto con Estados Unidos y con el Reino Unido, supuestamente para desarrollar métodos de protección y antídotos.

Esta revelación contradice las alegaciones del gobierno británico cuya primer ministro, Theresa May, afirmó desde el primer momento que sólo Rusia era capaz de producir el agente neurotóxico que ella presentó como «novichok».


El Parlamento de Israel podría apoyar oficialmente la creación de un Kurdistán.


Los partidos Likud e Israel Beitenu presentaron al Parlamento israelí un proyecto de ley mediante el cual el Estado de Israel se compromete a promover la creación de un Estado kurdo, que pudiera estar situado en territorio turco, sirio o iraquí.

Durante la guerra fría, Israel estableció una alianza con los kurdos iraquíes, cuyo líder ―Mustafá Barzani, padre de Masud Barzani, el expresidente del gobierno regional del Kurdistán iraquí― fue oficial del Mosad (el servicio de espionaje israelí).

Sin embargo, Israel y los kurdos iraquíes combatieron a los kurdos de Turquía, incluyendo a los que se refugiaron en Siria, y participaron el secuestro de Abdullah Öcalan, líder histórico del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PPK), fundado en Turquía en 1978.

En 2017, Israel fue el único Estado del mundo que reconoció el referéndum de independencia organizado en el Kurdistán iraquí. En aquel momento, el primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, se había comprometido con Masud Barzani a enviar ―en cuanto se proclamara la independencia― 200.000 israelíes y instalar allí misiles israelíes que apuntarían a Irán y Siria.

Los kurdos son un pueblo nómada que se sedentarizó recientemente y la creación de un Kurdistán sería legítima únicamente en un territorio habitado por una población de mayoría kurda. La expulsión de poblaciones no kurdas para crear un Kurdistán independiente provocaría una nueva situación de conflicto, comparable al que surgió de la creación del Estado de Israel mediante la expulsión de las poblaciones árabes de Palestina.

¿ES POSIBLE LA PAZ ALREDEDOR DE ISRAEL?

Los medios de difusión globalizados analizan los acontecimientos del Medio Oriente como si no estuviesen relacionados entre sí. Pero Thierry Meyssan los interpreta como jugadas sucesivas en una misma partida de ajedrez, ve los conflictos que aparecen alrededor de Israel como un todo orgánico y se interroga sobre las posibilidades que tendría el presidente Trump de lograr una paz regional.

Jared Kushner ha logrado resolver la cuestión del apoyo a los yijadistas y el problema de la sucesión en Arabia Saudita. El presidente Donald Trump debe estar ahora a punto de revelar los detalles de su plan de paz alrededor de Israel.

El Medio Oriente es una región donde se cruzan y se imbrican numerosos intereses. Una pieza que se mueve aquí puede provocar una reacción en el otro extremo del tablero. Los intentos del presidente Donald Trump por romper con la estrategia del almirante Cebrowski y pacificar una zona especialmente castigada tienen por el momento consecuencias contradictorias que impiden su éxito.

Analizar temas tan complejos obedeciendo a nuestras afinidades o antipatías resultaría irrealista por tratarse de un terreno donde cada protagonista está luchando por su supervivencia. Es imperativo, por el contrario, tratar de entender a cada uno de ellos, sin pasar por alto los intereses de ninguno.

Al igual que sus predecesores Ronald Reagan y George Bush padre, el presidente Donald Trump actúa frente a Irán poniendo en dificultades a los «reformadores» iraníes ―así los llaman en Occidente― ante los «conservadores» ―etiqueta utilizada en Occidente para designar a los seguidores del imán Jomeini. Sin embargo, estos últimos reaccionan anotándose éxitos en Siria, en Líbano y en Gaza, lo cual obstaculiza los esfuerzos de Donald Trump, cuando pudieran ser aliados, en Palestina.

Cuando Donald Trump anunció la retirada de Estados Unidos del acuerdo 5+1 (JCPOA), el presidente iraní Jasán Roujaní («reformador», o sea contrario a la propagación de la Revolución antiimperialista) reaccionó recurriendo a los europeos y amenazando al mismo tiempo a algunos de ellos con revelar que son corruptos. Pero es poco probable que Bruselas respete su compromiso. Todo parece indicar, por el contrario, que la Unión Europea actuará como en 2012 y acabará plegándose a las exigencias de su amo estadounidense.

Los Guardianes de la Revolución, por su parte, reaccionaron convenciendo a su aliado sirio para lanzar la operación contra la inteligencia israelí en el Golán ocupado ―la salva de misiles iraníes disparada en la madrugada del pasado 10 de mayo―, haciendo que el Jezbolá libanés anunciara después que esa operación iniciaba un cambio de estrategia regional y, finalmente, estimulando a Jamás a organizar la protesta en la línea de seguridad que Israel impone en la franja de Gaza.

La opinión pública occidental no ha entendido la relación entre estos tres hechos, pero Israel ha concluido que los Guardianes de la Revolución estaban dispuestos a atacar simultáneamente desde Siria, el Líbano y Gaza.

La estrategia de los Guardianes de la Revolución ha dado frutos ya que los pueblos árabes, persa y turco han condenado de forma unánime la represión contra los manifestantes palestinos ―solamente en el día de la apertura oficial de la embajada de Estados Unidos en Jerusalén, en los límites de la franja de Gaza hubo más de 60 manifestantes muertos y 1.400 heridos. La Liga Árabe ―en la que varios miembros, encabezados por Arabia Saudita, mantienen relaciones no oficiales con Tel Aviv― se vio así obligada a recurrir bruscamente a la retórica antisionista.

En Irán, en el plano interno, los Guardianes de la Revolución han mostrado que el acuerdo JCPOA concluido por el presidente-jeque Jasán Roujaní estaba en un callejón sin salida y que la única línea política que funciona es la de ellos, que han logrado implantarse eficazmente en Iraq, en Siria, en Libia y en Gaza, así como en Yemen, en Baréin e incluso en Arabia Saudita.

A Donald Trump le será por consiguiente imposible negociar la paz alrededor de Israel sin ayuda de los Guardianes de la Revolución iraníes.

Es importante recordar que en los últimos 70 años del conflicto israelí, Estados Unidos estuvo en posición de negociar la paz entre todos los protagonistas solamente en una ocasión. Fue en 1991, después de la Operación Tormenta del Desierto. El presidente George Bush padre y su homólogo soviético Mijaíl Gorbachov reunieron entonces en Madrid a Israel, los palestinos, Egipto, Jordania, el Líbano y Siria. Bush padre se había comprometido previamente, por escrito, al regreso a las fronteras de 1967 y a garantizar la seguridad de Israel, a la no creación de un Estado palestino independiente y al reconocimiento de la autoridad palestina sobre Cisjordania y Gaza. Y pensaba que sería posible lograr que todos aceptaran aquella solución, conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

La conferencia de Madrid funcionó. Se establecieron un proceso de negociación y un calendario para ir resolviendo progresivamente los numerosos litigios. Pero las reuniones posteriores fracasaron porque el partido israelí Likud hizo campaña en Estados Unidos en contra del secretario de Estado James Baker y logró impedir la reelección del presidente Bush padre. En definitiva, Israel concluyó por separado los acuerdos de Oslo, sólo con Yasir Arafat. Pero esos acuerdos preveían solamente el arreglo de los problemas de los palestinos, nunca fueron aceptados por los demás protagonistas y, por consiguiente, nunca llegaron a aplicarse.

Posteriormente, el presidente Bill Clinton trató de continuar bilateralmente las negociaciones con Siria, organizando las negociaciones entre el primer ministro israelí Ehud Barak y el presidente sirio Jafez al-Asad. Aquellas negociaciones fracasaron a causa del brusco cambio de posición del primer ministro israelí, pero de todas maneras no habrían podido resolver todos los problemas porque los demás protagonistas no participaban en el proceso.

Ehud Barak

Hoy en día, 27 años después de aquel momento, la situación es todavía más compleja. Los palestinos están divididos en dos bandos: los laicos de Cisjordania y los islamistas de Gaza. Irán es ahora un nuevo protagonista, que patrocina a Jamás. Finalmente, Estados Unidos, bajo la administración de Bush hijo, reconoció las anexiones de territorios que Israel proclamó después de 1967, en violación de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Los conflictos alrededor de Israel no se resumen por tanto a la cuestión palestina y no tienen nada que ver con la oposición entre sunitas y chiitas.

El plan trazado por Jared Kushner tiene como único objetivo detener la adquisición de territorios por parte de Israel, más que respetar el derecho internacional o volver a las fronteras de 1967. En realidad supone que los árabes acepten lo que se convertiría entonces en sus «derrotas anteriores».

Eso es poco probable.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article201196.html

SHABAT SHALOM!


La clave para un Shabat como Yahveh manda es que no se debe sentir como «cualquier otro día». Más bien, queremos crear un ambiente especial. Esto significa vestirse con nuestras ropas más lindas (o las favoritas), comprar o preparar nuestra comida preferida, y dejar un tiempo sin interrupciones para reflexionar y apreciar el verdadero significado de nuestras vidas.

¿Cómo nos liberamos del ajetreo de la semana y pasamos a una «mentalidad de Shabat»? La clave es deshacerse de las distracciones externas. Si estás empezando, trata de pasar toda la noche del viernes sin entretenimiento enlatado: sin televisión, sin radio, sin películas. Si eres realmente valiente, ¡también sin teléfono! Esto nos ayuda a salir del ciclo semanal normal, y nos dirige hacia «La Dimensión del Shabat».

A continuación están los pasos básicos para convertir la noche del viernes en Shabat.

1. Encendido de Velas
La imagen de una mujer encendiendo sus velas de Shabat es un eterno símbolo del Judaísmo. Dieciocho minutos antes de la puesta de sol, prendemos las velas, invitando paz y armonía al hogar, infundiendo el ambiente con luz física y espiritual.
El encendido de velas trae paz, calidez y un resplandor especial de Shabat a la casa. Prende las velas antes de la puesta de sol (revisa el horario en el diario o pide un calendario en tu sinagoga local). Puedes comprar una caja de velas blancas de Shabat en cualquier supermercado. Sólo tienes que prender una, aunque la costumbre es prender dos.

2. Servicio de la Noche
Las melodías de los rezos de Kabalat Shabat le dan la bienvenida al Shabat con profunda reverencia y con alegría. Con frecuencia se baila como parte del espíritu de cercanía con nuestros prójimos en un día de descanso, santidad, buena comida y canciones.

3. Shalom Aleijem
Cuando ya estamos sentados en la linda mesa de Shabat, cantamos «Shalom Aleijem». El Talmud dice que cuando una persona vuelve a casa desde la sinagoga el viernes a la noche, es acompañada por dos ángeles, uno bueno y uno malo. Si la mesa está bellamente preparada y hay una atmósfera de paz en la casa, el ángel bueno dice: que así sea la próxima semana, y el ángel malo está forzado a decir, ¡Amén, que así sea! Pero si la casa es un desorden (tanto físico como emocional), el ángel malo dice, que así sea la próxima semana, y el ángel bueno está forzado a decir ¡Amén!

4. Eshet Jail
Es un canto que está compuesto en forma de acróstico abecedario, que alaba a la mujer de manera completa, usando todas las letras del alfabeto hebreo. Usualmente el marido le canta a su esposa para alabarla cada viernes en la noche, para dignificarla delante de su familia y reiterando su importancia infinita.

5. La Bendición de los Hijos
Justo antes del Kidush, muchos padres bendicen a cada uno de sus hijos para que sigan con salud y fortaleza el camino de nuestros venerables ancestros.

6. Kidush
Todos se ponen de pie mientras el conductor sostiene una copa llena de vino o jugo de uva, para santificar el Shabat, recordando que «en seis días, Dios creó el cielo y la tierra y en Shabat Él descansó».
Nuestra semana está llena de trabajo y creación, pero Shabat es el día de descanso y reflexión. «Kidush» literalmente significa hacer una distinción, elevar algo material y hacerlo espiritual. Al recitar el Kidush, no elevamos solamente la copa de vino, sino que al día de Shabat en sí mismo.

7. Lavado de Manos
Lavamos nuestras manos para purificarnos antes de comer pan. Primero, sácate todos los anillos para que el agua pueda cubrir tus manos completamente, y después di la bendición.

8. Ha-Motzi
Dos jalot son puestas en una tabla o un plato, cubiertas con un paño decorativo en la mesa. Los dos panes conmemoran la doble porción de maná que caía del cielo cada viernes mientras los judíos estaban en el desierto. Después de la bendición, el conductor corta jalá para todos y la sirve. Le ponemos sal al pan porque es un preservante, simbolizando que esta comida no es simplemente una experiencia transitoria, sino que un momento que durará por la eternidad.

9. Comida festiva
Una comida tradicional de viernes en la noche usualmente incluye varios platos: pescado, sopa, plato principal y postre. Este es un momento para disfrutar de buena compañía mientras se toma parte de la deliciosa comida de Shabat. Cada familia o grupo de amigos hacen sus propias tradiciones los viernes por la noche que incluyen canciones de Shabat, palabras de la Torá, historias para niños, y tiempo para que estos compartan lo que aprendieron en el colegio esa semana sobre la Torá. En algunas casas, uno a uno comparten con el resto por qué están agradecidos, o cuentan una historia sobre un pequeño milagro.

10. Dvar Torá
Literalmente «una palabra de Torá», el Dvar Torá es lo que realmente separa a la mesa de Shabat de cualquier otra «cena entretenida». Elige un tema que sea profundo y apropiado, y discútanlo juntos.

11. Canciones
Todos recordamos algunas canciones de los días de colegio (judío) o en los campamentos de verano. Los sabios dicen que «el cantar es la expresión de un alma emocionada». El canto te relajará y te acercará a la experiencia de Shabat. Además, si hay niños, les encantará. Y no te preocupes si no puedes seguir la letra: la melodía y el ritmo son los que te elevarán.

12. La bendición después de la comida. 
Después de la exquisita comida de Shabat agradecemos a Dios recitando la bendición después de la comida. Nos preparamos para la bendición lavando nuestros manos con agua, llamada Maim Ajaronim, que usualmente se pasa alrededor la mesa.

Fuente: http://www.aishlatino.com/sh/csh/48420587.html

NO BASTAN LAS ELECCIONES PARA QUE HAYA DEMOCRACIA.

Visto desde Occidente, tres elecciones democráticas acaban de tener lugar en Túnez, Líbano e Iraq. Pero, para los pueblos de estos países, esas votaciones no tuvieron gran cosa que ver con el ideal democrático ya que las instituciones que las potencias occidentales les impusieron están concebidas para impedirles escoger libremente sus dirigentes.


La abstención masiva que caracterizó las elecciones legislativas realizadas en Líbano (50%) y en Iraq (65%) así como las elecciones municipales en Túnez (77%) ha sido interpretada en Occidente como prueba de la inmadurez de los pueblos de esos países. O sea, aunque tengan democracia desde hace 7 o 75 años, son pueblos «irresponsables» que deben estar bajo tutela.

Pasando por alto el hecho que en Occidente también hay consultas nacionales que registran cifras de abstención similares, las potencias occidentales explican el abstencionismo registrado en Túnez, Líbano e Iraq con los malos resultados económicos de sus gobiernos, como si los árabes no entendieran que pueden deliberar sobre proyectos y determinar su futuro y creyeran que las elecciones sólo sirven para aprobar los resultados de anteriores gobiernos.

En su apresuramiento por reimplantar un mandato occidental sobre el Levante, los occidentales interpretaron la liberación del primer ministro libanés Saad Hariri ―detenido en Riad por el heredero del trono saudita, Mohamed bin Salman― como un logro diplomático del presidente francés Emmanuel Macron. Fueron incapaces de ver el desplante que el príncipe heredero saudita infligió al presidente francés, como tampoco vieron la eficacia de los pasos que el presidente libanés, Michel Aoun, emprendió ante la ONU a favor de la liberación de su primer ministro. Tanta miopía muestra que los occidentales creían que los libaneses no podían enfrentar aquel problema por sí solos y que si obtenían algún resultado tenía que ser gracias a alguna ayuda occidental.

Al referirse a las instituciones libanesas, los medios occidentales las califican como «complicadas», pero no explican que el sistema político libanés y sus instituciones ―que se basan en el comunitarismo confesional― fueron concebidos para el Líbano por la antigua potencia colonial francesa. O sea, Francia es un Estado laico… en su propio suelo, pero no en sus excolonias, donde de hecho es todo lo contrario. Por cierto, las nuevas modificaciones de la ley electoral libanesa, que introducen el escrutinio proporcional en el ya complejo sistema de representación de carácter confesional, no sólo mantiene el marco colonial impuesto a la elección de los representantes de la población sino que lo hace a la vez más confuso y férreo.

Sí, resulta ridículo llamar a los tunecinos a elegir ―por primera vez― a sus consejeros municipales, fingir que los libaneses eligen ―al cabo de 9 años― diputados hereditarios y ver un país como Iraq dividido en 37 partidos políticos. Precisamente porque todo eso es ridículo, muchos electores de esos países simplemente se niegan a plegarse a esas farsas humillantes.

La interpretación occidental de las tasas de abstención en esos tres países es falsa. Cuando se niegan a votar, los electores tunecinos, libaneses e iraquíes no rechazan la democracia sino los procedimientos ―falsamente democráticos― que en realidad la desvirtúan.

Los tunecinos, que ven como Ennahdha y Nidaa Tounes deciden aliarse ―después de haberse combatido― tenían todas las razones del mundo para prever que esas dos formaciones, que son los dos partidos políticos más grandes de Túnez, iban a ponerse de acuerdo para repartirse los cargos locales en juego, como ya lo habían hecho antes con los cargos a nivel nacional.

Los libaneses, conscientes de que no tienen otra opción que el «cacique» de su grupo confesional y sus vasallos, para garantizar que los defiendan de las demás comunidades, también rechazaron esa coyunda.

Los iraquíes, cuyo primer ministro electo fue derrocado hace 4 años por las potencias extranjeras, saben que su voto no será tenido en cuenta si no concuerda con los deseos de la autoproclamada «comunidad internacional».

Resultado: sólo el Jezbolá libanés, nacido al calor de la resistencia contra la ocupación israelí, y la coalición iraquí encabezada por Muqtada al-Sadr, surgida de la resistencia contra la ocupación estadounidense, recogieron el máximo de votos que sus aliados podían garantizarles.

Que nadie se llame a engaño. Los occidentales se felicitan implícitamente ante tasas de abstención que agitan como la justificación de su agresión y su intervención de 17 años, en el «Medio Oriente ampliado». Toda expresión de una voluntad organizada de los pueblos constituye una pesadilla para los occidentales, cuyo único objetivo es acabar con los Estados de esos pueblos y destruir sus sociedades para garantizar su propio control sobre ellos.

Pero cuando los sirios acudieron masivamente a las urnas para elegir a su presidente, los occidentales se quedaron petrificados. Y tuvieron que posponer su plan de derrocamiento contra la República Árabe Siria.

Los árabes, como los demás pueblos, aspiran decidir su destino por sí mismos.