La ONU es incapaz de reconocer que Chipre vive bajo una ocupación militar.


La ONU —o más bien su director de Asuntos Políticos, el estadounidense Jeffrey Feltman— organizó en la localidad suiza de Crans-Montana una Conferencia de Paz para Chipre que terminó el 6 de julio de 2017 en un rotundo fracaso ya que la parte chipriota rechazó el «acuerdo».

En esta conferencia participaron: la República de Chipre y la República Turca del Norte de Chipre en presencia de: 
  • Organización de las Naciones Unidas (ONU)
  • Fondo Monetario Internacional (FMI),
  • Unión Europea,
  • Grecia,
  • Reino Unido y
  • Turquía.
El objetivo del encuentro era lograr la reunificación de Chipre, cuya parte norte fue invadida por Turquía en 1974 y aún se encuentra bajo ocupación militar turca.

La República de Chipre resaltó que, a la luz del derecho internacional, las tropas de ocupación turcas tendrían que empezar por retirarse de la isla mientras que la República Turca del Norte de Chipre afirmó que la presencia de las tropas turcas es intangible, posiciones contrapuestas que desde el primer momento hacían imposible el éxito de la conferencia.

Durante el encuentro, la ONU, el FMI, la Unión Europea, el Reino Unido y Turquía ejercieron sobre el presidente chipriota, Nikos Anastasiadis, un constante chantaje personal para obligarlo a aceptar el acuerdo que las grandes potencias ya habían decidido imponer a los chipriotas.

La República de Chipre es miembro de la Unión Europea. Aunque dice ser una «potencia de paz», la Unión Europea no ve inconveniente en que el norte de Chipre tenga que seguir viviendo bajo la ocupación militar turca.

En este momento, Turquía ocupa ilegalmente —aunque de manera totalmente impune— el norte de Chipre, el norte de Siria y el norte de Iraq.

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