En el artículo de hoy veremos cuales son las características comunes de las operaciones de falsa bandera, situaciones como que a los terroristas se les «caiga» el DNI, que siempre estén fichados por la policía pero nunca sean detenidos, así como otros aspectos sospechosos. Un operación de falsa bandera es un atentado perpetrado por el gobierno contra su propia población para culpar a un colectivo concreto y así poder llevar a cabo su política geoestratégica como empezar una guerra contra un país extranjero o aplicar leyes reduciendo los derechos individuales de la población para coartar su libertad. Se suelen valer de un cabeza de turco para justificar todas esas medidas extraordinarias que nunca serían aceptadas en una situación normal.
Comic book death: El terrorista siempre muere
Una de los hechos más característicos de los atentados islámicos es que el terrorista siempre muere: o bien se inmola (en este caso es normal que muera) o bien es abatido por la policía al poco de entrar en el edificio. Una cosa está clara, nunca consiguen detenerlo de forma que pueda ser interrogado y confiese quiénes son sus cómplices, cómo ha conseguido las armas, cómo ha podido saltarse los controles de seguridad, gracias a quién han llegado a Europa…
Pero los terroristas no es ya que mueran, sino que se «volatilizan». Cuando vemos las imágenes el terrorista siempre está muerto y acribillado a balazos. Jamas le vemos disparando o poniendo la bomba en el lugar del crimen, o en el momento donde es abatido. Es una muerte de cómic o comic book death, donde el archienemigo explota o se desaparece sin dejar rastro.
El DNI que se pierde
El DNI que «accidentalmente» se cae en plena escena del crimen es uno de los hechos más sorprendentes de los atentados, tanto, que yo diría es el único hecho que llama la atención al ciudadano medio, habituado normalmente a creerse la versión oficial por inverosímil que parezca.
Básicamente consiste en que unos terroristas islámicos, los cuales han sido capaz de saltarse todos los controles de seguridad, que han recibido entrenamiento militar, que son capaces de entrar en el edificio y acribillar a todos los allí presentes y luego en la huida… se «olvidan» el DNI. ¿Es creíble que unos terroristas que lo tienen todo preparado al detalle se les olvide el DNI? Es más, el DNI no lo encuentran en su casa, o en alguna esquina tirada en el suelo, no, ¡lo encuentran en la misma escena del crimen!
Ejemplos de ello tenemos el atentado de Charlie Hebdo, donde a los terroristas se les «olvidó» el DNI en su mismo coche, o el pasaporte de uno de los terroristas suicidas del 11-S que un policía «casualmente» encontró en el suelo (supuestamente el pasaporte salió volando del avión al chocar contra las torres gemelas), otro DNI encontrado en el atentado de la discoteca Bataclan en Paris, o el más reciente, el atentado en el mercado de Navidad en Berlín donde ¡encontraron el DNI del terrorista en el camión!. ¿Es que a nadie más le parece raro? De todas las cosas que uno puede perder, un arma, un cargador, las llaves… va y se les olvida el DNI, el único documento capaz de identificarles.
El motivo subyacente no es otro que culpar a un cabeza de turco (nunca mejor dicho), en este caso un musulmán delincuente de poca monta, dejando los servicios secretos el DNI en la escena del crimen tras haber cometido un atentado de falsa bandera.
P.D.: En el atentado de Berlín de 2016, se comenta que la policía alemana dejó intencionadamente el DNI del sospechoso en el camión para poder incriminarle, y así evitar decir cómo supieron que él era el terrorista. Esto es, que la policía monitoriza por medios no convencionales a presuntos terroristas y para no rebelar sus fuentes dejan el DNI en la escena del crimen. Tiene cierto sentido, pero bien podría ser una excusa después de que las «perdidas» de DNI se hayan convertido en tan frecuentes y obvias que hasta el ciudadano medio se ha empezado a hacer preguntas.
Lo que nos lleva al siguiente punto…
El terrorista siempre está fichado
Otro dato extraño que sale a relucir tras los atentados es que la policía o los servicios secretos siempre tenían fichado al terrorista, que estaba en una base de datos de musulmanes radicalizados o peligrosos, y que le llevaban siguiendo la pista los últimos años. La pregunta que nos hacemos es ¿por qué no lo detuvieron antes? Si realmente estaba fichado y era potencialmente peligroso no sería mejor deportarlo a su país de origen o al menos interrogarlo?
P.D.: En el atentado de Berlín de 2016, se comenta que la policía alemana dejó intencionadamente el DNI del sospechoso en el camión para poder incriminarle, y así evitar decir cómo supieron que él era el terrorista. Esto es, que la policía monitoriza por medios no convencionales a presuntos terroristas y para no rebelar sus fuentes dejan el DNI en la escena del crimen. Tiene cierto sentido, pero bien podría ser una excusa después de que las «perdidas» de DNI se hayan convertido en tan frecuentes y obvias que hasta el ciudadano medio se ha empezado a hacer preguntas.
Lo que nos lleva al siguiente punto…
El terrorista siempre está fichado
Otro dato extraño que sale a relucir tras los atentados es que la policía o los servicios secretos siempre tenían fichado al terrorista, que estaba en una base de datos de musulmanes radicalizados o peligrosos, y que le llevaban siguiendo la pista los últimos años. La pregunta que nos hacemos es ¿por qué no lo detuvieron antes? Si realmente estaba fichado y era potencialmente peligroso no sería mejor deportarlo a su país de origen o al menos interrogarlo?
Hermanos Koauchi, autores del atentado contra Charlie Hebdo. Fichados por la policía y los servicios secretos. ¡Da miedo verlos! Desde luego si es verdad que existe la reencarnación, deben ser almas muy nuevas, seres primitivos que todavía tienen que reencarnarse una y otra vez para alcanzar un mínimo de humanidad. Aunque si estos son primitivos, los que están promoviendo la inmigración musulmana en Europa, son demonios...
Las élites siempre salen indemnes
Después de haber declarado la guerra a Occidente, resulta que los terroristas nunca atacan a las élites económicas o militares del país. Si bien es cierto que estas personas están mucho mejor protegidas que el resto, siempre se les suele ver en eventos públicos o paseando a plena luz del día. Curiosamente los jefes de las empresas de lobbies armamentísticos, los políticos que declararon la guerra a Iraq o cualquier pez gordo nunca son atacados, sino que los asesinados son siempre civiles inocentes sin ninguna relación con las acciones de su gobierno. Este tema es dudoso pues el modus operandi de los grupos terroristas es muy variado y al ser asesinos despiadados les da igual a quién matar, ya que todos son «infieles». Pero curiosamente las élites, que se han lucrado con las guerras y desestabilización de Oriente Medio, siempre salen indemnes, y nunca son dañados edificios militares o estatales de valor estratégico.
Alta carga emocional
Cui bono? (A quién beneficia)
Las élites siempre salen indemnes
Después de haber declarado la guerra a Occidente, resulta que los terroristas nunca atacan a las élites económicas o militares del país. Si bien es cierto que estas personas están mucho mejor protegidas que el resto, siempre se les suele ver en eventos públicos o paseando a plena luz del día. Curiosamente los jefes de las empresas de lobbies armamentísticos, los políticos que declararon la guerra a Iraq o cualquier pez gordo nunca son atacados, sino que los asesinados son siempre civiles inocentes sin ninguna relación con las acciones de su gobierno. Este tema es dudoso pues el modus operandi de los grupos terroristas es muy variado y al ser asesinos despiadados les da igual a quién matar, ya que todos son «infieles». Pero curiosamente las élites, que se han lucrado con las guerras y desestabilización de Oriente Medio, siempre salen indemnes, y nunca son dañados edificios militares o estatales de valor estratégico.
Tony Blair, George Bush y José María Aznar cuando declararon la guerra a Iraq sin aval de la ONU (Foto: Efe)
Alta carga emocional
Otro hecho sospechoso es que el atentado tenga una alta carga emocional que nos haga sentir un intenso asco por los terroristas y por la religión que profesan. Por supuesto todo asesinato produce repulsión, pero yo hablo de actos de crueldad que crean una emotividad intensa que nuble la mente e impida pensar de forma racional. El ejemplo más claro es el atentado de Berlín de 2016, atropellando a familias que visitaban un mercado, o el tiroteo de San Bernardino en USA contra un centro de discapacitados.
Sacude a EU masacre en centro de discapacitados
Cui bono? (A quién beneficia)
Cui bono, es una frase latina que significa ¿A quién beneficia?, es un principio del Derecho Romano usado para determinar la autoría de un crimen preguntándose a quiénes beneficiaría su resultado. Es un principio usado en criminalística y otros campos, y es una buena forma deductiva para detectar una operación de falsa bandera y hechos que no encajen con la versión oficial.
¿A quien beneficia los atentados islamistas en Europa? Al Complejo industrial-militar que vende más armas ante una futura guerra contra Oriente Medio así como a la política geoestratégica de USA que busca tener una excusa para invadir esos países. Ante un atentado islamista el gobierno usaría el sentimentalismo lacrimógeno para poner al público a favor de una gran guerra.
Imagen televisiva del mensaje de despedida del presidente Dwight Eisenhower, donde divulgó el concepto de complejo industrial-militar.
Medidas del gobierno para «luchar contra el terrorismo»
Tras un atentado terrorista, todos los gobiernos están dispuestos a tomar medidas «enérgicas» para «luchar contra el terrorismo». Las medidas suelen aplicarse siguiendo la doctrina del shock, a pocos días del atentado y cuando todavía la gente se encuentra desorientada. Esas medidas suelen ser las siguientes:
—Leyes para espiar los móviles y demás dispositivos de los ciudadanos con la excusa de «luchar contra el terrorismo».
—Cierre de páginas web extremistas para evitar la radicalización de los musulmanes. Por supuesto empezarían cerrando webs extremistas islámicas para acabar controlando toda página catalogada como «extremista», lo cual a buen seguro incluiría páginas contrarias a la inmigración pero desde una perspectiva alternativa (tachándolas de fake news).
—Mayor control de las armas para «impedir atentados» pero al mismo tiempo desarmar a la población.
El objetivo final es la implantación de un Estado totalitario e Europa que controle todo lo que los ciudadanos hacemos: dónde estamos, a donde vamos, nuestras compras, transacciones, qué páginas webs visitamos, con quién hablamos… Las medidas del gobierno nunca son cerrar las fronteras, deportar a los inmigrantes radicalizados u otras más profundas como no inmiscuirse en Oriente Medio. Siempre es quitar libertades al ciudadano medio.
Adjetivos despectivos para los opositores
Para denigrar a países que no encajan en los intereses geoestratégicos de EEUU y Occidente los medios de comunicación occidentales usarán adjetivos como: régimen, dictador, fascista… Esto lo vimos con los rebeldes fanáticos islamistas armados por Occidente para derrocar a Asad en Siria los cuales son llamados Freedom fighters cuando no son más que mercenarios a sueldo. Otra de las palabras mágicas usadas es llamar carnicero al enemigo que lucha en la guerra de turno, acusándolo de los mismos crímenes que cometen ellos.
Medidas del gobierno para «luchar contra el terrorismo»
Tras un atentado terrorista, todos los gobiernos están dispuestos a tomar medidas «enérgicas» para «luchar contra el terrorismo». Las medidas suelen aplicarse siguiendo la doctrina del shock, a pocos días del atentado y cuando todavía la gente se encuentra desorientada. Esas medidas suelen ser las siguientes:
—Leyes para espiar los móviles y demás dispositivos de los ciudadanos con la excusa de «luchar contra el terrorismo».
—Cierre de páginas web extremistas para evitar la radicalización de los musulmanes. Por supuesto empezarían cerrando webs extremistas islámicas para acabar controlando toda página catalogada como «extremista», lo cual a buen seguro incluiría páginas contrarias a la inmigración pero desde una perspectiva alternativa (tachándolas de fake news).
—Mayor control de las armas para «impedir atentados» pero al mismo tiempo desarmar a la población.
El objetivo final es la implantación de un Estado totalitario e Europa que controle todo lo que los ciudadanos hacemos: dónde estamos, a donde vamos, nuestras compras, transacciones, qué páginas webs visitamos, con quién hablamos… Las medidas del gobierno nunca son cerrar las fronteras, deportar a los inmigrantes radicalizados u otras más profundas como no inmiscuirse en Oriente Medio. Siempre es quitar libertades al ciudadano medio.
Adjetivos despectivos para los opositores
Para denigrar a países que no encajan en los intereses geoestratégicos de EEUU y Occidente los medios de comunicación occidentales usarán adjetivos como: régimen, dictador, fascista… Esto lo vimos con los rebeldes fanáticos islamistas armados por Occidente para derrocar a Asad en Siria los cuales son llamados Freedom fighters cuando no son más que mercenarios a sueldo. Otra de las palabras mágicas usadas es llamar carnicero al enemigo que lucha en la guerra de turno, acusándolo de los mismos crímenes que cometen ellos.
Como un cuadro surrealista, si te fijas muy de cerca no ves nada, tienes que dar un paso atrás para ver todo el árbol. Eso mismo pasa con la política e historia.
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