Introducción a la historia del PSOE: Crímenes, asesinatos políticos y golpes de estado.

1879: Pablo Iglesias funda el PSOE, la peor noticia en toda la Historia de España.
El crecimiento del PSOE fue lento y difícil. En 1886 apareció el semanario del partido «El Socialista», y en 1888 el sindicato ligado al partido UGT. En un reciente congreso del PSOE, Felipe González (sospechoso de estar implicado en crímenes de Estado) cerró su discurso subiendo una foto de Pablo Iglesias y hablando de él en un tono afectuoso y nostálgico, (con un cinismo rayano en la locura y la falta absoluta de moral) recordando ¡¡¡su lucha por la democracia y las libertades, la honradez que le caracterizó, su coherencia, su lucha por la paz, y recordó cómo él y muchos como él habían sido perseguidos por defender tales ideas. Con ello, se rendía un tributo a quien debe ser un modelo a seguir por cualquier socialista, y se recordaba los años de persecución a los socialistas por el mero hecho de creer en la democracia!!!

1909: Como protesta a la guerra de Marruecos, se organizan por socialistas, radicales, anarquistas y sindicalistas múltiples disturbios y desmanes entre los que estuvieron el asesinato de clérigos y la profanación de tumbas, hechos que provocaron la declaración del Estado de Guerra
Francisco Ferrer Guardia, socialista, terrorista y creador de la Escuela Moderna que tenía como lema «la destrucción del todo» y «¡Viva la dinamita!», calificado por Miguel de Unamuno como «tonto, loco y criminal cobarde», impulsor del atentado contra Alfonso XIII el día de su boda y ejecutado por su compañero de Escuela, el anarquista Mateo Morral, y sospechoso de ser el provocador del asesinato de Cánovas en 1897, fue considerado principal inductor de los hechos y condenado a muerte.

Suyas son las palabras: «No nos interesa hacer buenos obreros y empleados, buenos comerciantes. Queremos destruir la sociedad actual desde la raíz».

Tras su condena, se desencadenó una ola antiespañola y antigubernamental de manos de la izquierda europea contra la que protestó Pablo Iglesias negando que el tribunal militar (debido al Estado de guerra) hubiera actuado injusta o cruelmente.

1910: Pablo Iglesias reconoce su implicación en la Semana Trágica, defiende la figura de Francisco Ferrer, reconoce que la legalidad le interesa sólo mientras le beneficie, y amenaza con atentar contra el Presidente Maura

«El PSOE viene a buscar aquí (al Parlamento), a este cuerpo de carácter eminentemente burgués, lo que de utilidad pueda hallar, pero la totalidad de su ideal no está aquí. La totalidad ha de ser obtenida de otro modo. Mi partido está en la legalidad mientras ésta le permita adquirir lo que necesita; fuera cuando ella no le permita alcanzar sus aspiraciones».

A continuación califica a Ferrer de «hombre de ideas», reconoce la implicación de su partido en los desmanes del año anterior, y justifica la quema de conventos por el carácter antisocial de los religiosos, la campaña antimaurista de la izquierda europea (contra la que él mismo protestó) y asegura que la población de Barcelona estuvo de acuerdo con los desmanes.

Amenaza de muerte al presidente Maura si se vuelve a presentar: «Debemos, viendo la inclinación de este régimen por S. S, comprometernos para derribar ese régimen. Tal ha sido la indignación por la política del Gobierno del Sr. Maura en los elementos proletarios que nosotros hemos llegado al extremo de considerar que antes de S. S. suba al Poder debemos ir hasta el atentado personal» (páginas. 439-443 Diario de Sesiones 7-7-1910).

El Presidente del Congreso le invita varias veces a retirar sus palabras, pero Iglesias se niega y se reafirma en ellas. 15 días después, Manuel Posa, de 18 años, disparó 3 tiros contra Maura, que salió gravemente herido.

Muchas calles de España llevan aún el nombre de Pablo Iglesias.

1917: El PSOE apoya la huelga general revolucionaria
El demócrata y defensor de la paz Pablo Iglesias y su partido, que defendían la dogmática del marxismo puro, la lucha de clases, el Manifiesto del Partido Comunista, la dictadura del proletariado, la destrucción de España no tuvo reparos en apoyar la Huelga general en España de 1917 a imitación de la Revolución de Octubre en medio de un clima de crisis y de crispación social casi sin precedentes.


Huelga general, barricadas, muertos... Marzo de 1917: la revolución llega a España. Los primeros compases de la revolución rusa y la caída de los zares encontraron su eco en la agitación que sacudió nuestro país aquel mismo año.

1923: El PSOE apoya la dictadura de Miguel Primo de Rivera
Tras participar por un breve tiempo en la Internacional Comunista de Lenin (el «demócrata» gaseador de campesinos de la región de Tambov), el PSOE decidió colaborar con la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), padre del fundador de Falange Española. Largo Caballero ocuparía la Consejería de Estado, los socialistas entraron en el Consejo de Trabajo, en el Consejo Interventor de Cuentas, y diversos órganos del Régimen. Ello permitió a los socialistas una libertad de acción y de expansión de la que no gozaban ni comunistas ni anarcosindicalistas, que sí se opusieron a la Dictadura.

La dictadura de Primo de Rivera fue un período positivo para España, a pesar de la presencia de socialistas miserables en el Gobierno, aunque su influencia en general no era demasiado significativa.

1929-1930: El PSOE abandona al dictador, se niega a colaborar con una república burguesa, y luego se suma a la causa republicana
Cuando la dictadura de Primo empezaba a declinar, los socialistas consideraron oportuno abandonar el barco y pasarse a la oposición al régimen que tanto les había beneficiado. Pese a la caída de la dictadura y la crisis de la monarquía la dirección del PSOE se opuso a colaborar en la instauración de una república burguesa (léase democrática y parlamentaria), para después, a partir de septiembre de 1930, colaborar en las huelgas revolucionarias que la demandaban. Varios altos miembros del PSOE acudieron al Pacto de San Sebastián de agosto de 1930 junto a otros grupos pro republicanos.

1931: Se proclama la 2Re y el PSOE entra en el Gobierno
En abril de 1931, y pese a haber obtenido las fuerzas monárquicas más concejales que las republicanas y socialistas juntas, la victoria de los republicanos en las principales ciudades llevó a republicanos y socialistas a exigir la salida del Rey bajo el pretexto de que no podían garantizar su integridad si no dimitía antes de las 19:00, y pese a que no se había discutido en tales elecciones la continuidad o no de la monarquía. Cuando en 1995 el PP arrasó en las municipales el PSOE no vio motivo alguno para dejar el Gobierno (no digamos ya cambiar el sistema político).

Instaurado un gobierno izquierdista, el PSOE formó parte de él hasta 1933. Se redactó una nueva Constitución sectaria, se persiguió a la Iglesia Católica (el PSOE estuvo al frente de esta actitud), se quemaron conventos, se expulsó a la Compañía de Jesús, las huelgas se multiplicaron, así como los crímenes políticos, se reprimieron violentamente diversos conflictos sociales que llevaron al PSOE a ser tachado de contrarrevolucionario y reaccionario. Se persiguió y acosó a la disidencia de derechas a la que se tachaba de monárquica y profascista, y se cerraron multitud de publicaciones derechistas con cualquier excusa.

1933: Las Juventudes Socialistas protagonizan la violencia callejera
Largo Caballero crea su propia milicia entre las Juventudes Socialistas, entrenados con espíritu paramilitar para combatir en la calle a la «amenaza fascista» al estilo de las Sturmabteilung o de la kale borroka. Portaban pañuelos rojos, puños en alto y entonaban canciones belicosas sembrando el terror entre los grupos de derechas y especialmente los falangistas, a los que hicieron objeto predilecto de sus ataques. Entre noviembre de 1933 y junio de 1934, José Antonio Primo de Rivera se negó a contestar a la violencia con violencia, pese a la casi decena de muertos entre los militantes de FE a manos de los «chiviris» socialistas, lo que motivó la sorna de la izquierda, la derecha moderada y el ABC, que motejaron a José Antonio de «Simón el enterrador» y a su FE de Funeraria Española.

Todo cambió el 10 de junio de 1934, tras un atentado contra el líder de Falange Española y el salvaje ensañamiento contra el joven falangista Cuéllar (cuya cara quedó desfigurada), muerto a manos de los chiviris socialistas en Cuatro Vientos tras una concentración falangista. Falange decidió contestar a la violencia, y en 1936 las cifras de muertos de ambos bandos se habían equilibrado. No fue la Falange quien inició la violencia callejera como el PSOE intenta vender, sino el propio PSOE.

El 23 de julio de 1933 Largo Caballero le dijo a sus Juventudes Socialistas que el PSOE aspiraba a conquistar legalmente el poder, pero que de encontrar obstáculos iría a la creación de una república socialista y revolucionaria. Hay multitud de discursos de este estilo en aquellos años. Y hechos que los desarrollaron. Por su parte, el ministro socialista Luis Jiménez de Asúa creó este año la «Ley de vagos y maleantes», que fue por tanto una ley creada por los socialista, y no por Franco (como suelen creer muchos socialistas actuales).


Las Sturmabteilung o «SA» funcionaron como una milicia del NSDAP, el partido nacionalsocialista alemán. A los miembros de las SA se les conocía como «camisas pardas», por el color de su camisa y uniforme, para distinguirlos de las «SS», que llevaban uniformes negros y camisa blanca (a veces también parda), a diferencia de los camisas negras italianos.

1934: El PSOE da un golpe de Estado contra la 2Re y su Gobierno
En noviembre de 1933 la CEDA de Gil Robles ganó las elecciones pero la izquierda declaró que no aceptaría que formase gobierno, por lo que este se le entregó al Partido Republicano Radical (PRR) de Lerroux. Los socialistas prepararon durante todo el año 1934 la sublevación armada esperando al momento oportuno: «atención al disco rojo». Cuando la CEDA reclamó su derecho a entrar en el Gobierno (lo hicieron sólo 3 ministros y sin asumir la presidencia) el PSOE puso en marcha la Revolución de Asturias de 1934 con las armas conseguidas por Indalecio Prieto y con ayuda de la CNT.

El golpe de estado incluía el secuestro del Presidente de la República y un Gobierno de Comisarios del Pueblo. Al tiempo, Luis Companys proclamó en Cataluña el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. El golpe fracasó en todo el país salvo en Asturias, donde con 30.000 hombres, los socialistas y otros grupos se ensañaron con sacerdotes, guardias civiles, y algunos paisanos. El diputado socialista Ramón González Peña voló las cajas fuertes del Banco de España. El Gobierno consiguió mantener el control con el envío del Ejército, pero aún así se perdieron casi 3.000 vidas. Largo Caballero estuvo varios meses en prisión, y Prieto huyó a Francia, de la que volvería después gracias a un democracia más generosa con ellos de lo que ellos fueron con ella.

Cuando en 1984 algunos socialistas quisieron conmemorar los 50 años de aquel ejemplo de ejercicio democrático, Felipe González lo impidió inteligentemente para evitar rememorar un hecho tan grave y nunca recordado. 2 años antes de que Franco diera su golpe de Estado, el PSOE ya lo había hecho con igual violencia pero menor éxito.

1936: El PSOE prepara a conciencia la guerra civil prometida por Largo/Un militante del PSOE asesina al Jefe de la Oposición
Tras las elecciones de 1936 en las que Largo Caballero había prometido la guerra civil como remedio a todos los males y defendido la bolchevización del PSOE (lo que le serviría para ser Presidente del Gobierno en septiembre), el PSOE se convirtió en el principal partido del Frente Popular (con comunistas y azañistas), se indultó a los presos de 1934 y se encarceló a José Antonio Primo de Rivera por tener una pistola en su casa (moriría fusilado iniciada ya la guerra civil). Se alzaba junto a los comunistas la bandera del 34 y se solicitaba a la URSS ayuda para «la conquista del poder por medio de la insurrección armada». Como vemos, el PSOE nunca defendió la 2Re, sino que sólo la usó para lo que le convenía y la violó cuando le venía en gana.

La victoria de la izquierda en 1936 fue un pucherazo en la segunda vuelta tras haberse entregado el poder a Azaña tras la primera (que había estado bastante igualada). Curioso cambio en el voto en tan mínimo tiempo.

La rivalidad entre los seguidores de Largo Caballero y Prieto fue aumentando en el seno del PSOE y lo mismo se discutía a bofetadas en el Retiro entre Araquistáin y Zugazagoitia, que a tiros (la escolta de Prieto, la Motorizada, tuvo que defenderle en un par de ocasiones pistola en mano de los seguidores de Largo). Modo habitual este de resolver los debates en el seno de los partidos democráticos.

El 13 de julio (5 días antes del inicio de la guerra civil) un grupo armado de guardias de Asalto de base socialista acude a casa del líder de la CEDA Gil Robles, al que no encuentran en casa. Seguidamente, acuden a la 01.30 de la madrugada al domicilio del líder de Renovación Española, José Calvo Sotelo, al que se llevan arrestado en un furgón, y en el que el militante socialista Condés le dispara dos tiros en la cabeza abandonando el cadáver en el cementerio del Este. Este hecho fue el detonante final para el Alzamiento Nacional de 1936 que ya se venía gestando.

El PSOE jamás ha renunciado al crimen como herramienta política, directa o indirectamente apoyando a los enemigos de España.

Mientras muchas calles españolas siguen llevando el nombre de Pablo Iglesias y Fernando Condés fue homenajeado cuando por fin murió en la batalla de Madrid, el nombre de José Calvo Sotelo ha sido barrido por «políticamente incorrecto», por decirlo de alguna manera. Lo cual indica que en el PSOE no ha cambiado nada, y las causas que llevaron a la guerra civil siguen más vivas que nunca.

1936-1939: Con Largo Caballero de Presidente del Gobierno, las checas del PSOE desatan el terror el Madrid, mientras la efigie gigante de Stalin cuelga de la Puerta de Alcalá/Matanza de Paracuellos/El PSOE se opone a que exista Parlamento

Dado su actitud revolucionaria, al Secretario General del PSOE se le nombra Presidente del Gobierno en septiembre de 1936. Durante su Gobierno las checas del PSOE, creadas a imitación de las soviéticas, roban, violan y asesinan. Ser sospechoso de reaccionario, haber acudido a misa con regularidad, o leer el ABC eran motivos suficientes.

Ya siendo Presidente, Largo Caballero, casi analfabeto hasta llegar a los 20 años, pero con enorme carisma y que despertaba una confianza ciega entre los obreros, y ante el avance de Franco hacia Madrid, se decreta el fusilamiento de miles de presos civiles en Paracuellos del Jarama, actos de cuya responsabilidad se ha acusado a Santiago Carrillo.

Durante la guerra civil, la efigie de Estalin, uno de los padres de la democracia, presidía la Puerta de Alcalá (foto)

En diciembre, Estalin envía una carta a Largo aconsejándole que abra un parlamento aparentemente libre como estratagema para así ganarse la ayuda de las democracias liberales y no sus lógicas sospechas. Largo le contestó que en la zona republicana nadie sentía la menor inclinación hacia las formas parlamentarias. En su carta del 06-01-37, contesta a Estalin: «Cualquiera que sea la suerte que el porvenir preserva a la institución parlamentaria, ésta no goza entre nosotros, ni aun entre los republicanos, de defensores entusiastas». Largo no era un demócrata, pero al menos era un hombre coherente.

1939-1977: 40 años de deserción, y cesión de la lucha al PCE. ¿Financiación por parte de la CIA?
Tras varios complots y golpes de Estado en los que estuvo inmerso el PSOE en los últimos meses de la guerra civil, comenzó una larga etapa en la que el PSOE no se distinguió por su lucha antifranquista, que quedó en manos del Partido Comunista (a pesar de que algunos socialistas parecen haberse pasado la vida en la cárcel por cómo hablan de aquellos tiempo).

Las pugnas internas en el PSOE continuaron después de la guerra civil. Llopis accedió a la Secretaría General en 1950 desde donde siguió una política anticomunista y de alianza con los monárquicos de don Juan (quién lo diría) que culminaría en el Contubernio de Múnich. En 1973 Felipe González llegó a la Secretaría en el Congreso de Suresnes, en el que desarrolló un juego bastante sucio contra sus oponentes en el Partido. Se dice que el PSOE fue apoyado económicamente por la socialdemocracia alemana y sueca así como por la CIA, deseosa de evitar que el PCE fuera la primera fuerza de la oposición en España. En 1975, dos semanas después de la muerte de Franco, la policía tenía ordenes de no detener bajo ningún concepto a Felipe González.

1977-1982: Chantaje a la Corona y oposición brutal a UCD
Tras haber dicho en el 75 en «El Socialista» que Juan Carlos I no podía ofrecer una cara distinta a la de Pinochet, el PSOE defendió la república como forma de Estado frente a la monarquía durante el proceso de redacción de la nueva constitución en 1978. EL objetivo no era ese; se buscaba la consecución de otros objetivos a cambio de ceder en eso, lo que no fue otra cosa que una muestra de chantaje a la Corona y de negociación sucia.

Durante el Gobierno de Adolfo Suárez y la UCD, el PSOE llevó adelante una posición durísima e irresponsable. Su labor fiscalizadora fue absoluta, Felipe González, falsamente escandalizado de que se metiera a España en una organización militar, viajó al Pacto de Varsovia cuando la UCD introdujo a España en la OTAN (algo similar a lo de Zapatero y su viaje a Marruecos).

Alfonso Guerra ejercía su labor en el Congreso llamando a Adolfo Suárez «tahúr del Misisipi», «perfecto inculto», procedente de «las cloacas del fascismo», ser un jinete del «caballo de Pavía», y de ser amigo de recurrir al «pinochetismo» y a los «golpes de Estado parlamentarios». Eso no sería obstáculo para el posterior escándalo protagonizado por su hermano, ni para utilizar un avión Mystère del Ejército para desplazarse con su familia al Algarve; ni pretender saltarse el atasco a la vuelta en coche haciéndose abrir paso por su escolta. También es autor de otra frase desafortunada: «Para echar a la UCD me alío hasta con HB».

1982-1996: Paro, chaqueterismo, megalomanía y corrupción
Los socialistas prometieron trabajo (800.000 puestos), el «OTAN de entrada NO», y honestidad; dejaron un paro del 21%, un país comprometido con la OTAN y participando de sus bombardeos, una continua cesión ante los nacionalistas, y un rosario de escándalos de corrupción: casos Juan Guerra, Flick, Filesa, Cruz Roja, Luis Roldán, la cuentas de la Expo, Mariano Rubio e Ibercorp, las escuchas ilegales del CESID, los GAL que causaron más de 25 muertos en una guerra sucia contra una ETA «muy democrática» y por la que se encarceló al ministro del Interior y de la que se acusó también a Felipe González por algunos de los condenados: los vídeos comprometedores hechos a algún periodista opuesto al felipismo, el uso indebido de los fondos reservados, el Mystère de Alfonso Guerra, Rumasa, amigos y gente cercana al PSOE que se enriquecía con negocios, la amistad con Betino Craxi, Carlos Andrés Pérez y otros dirigentes corrupto.

El 28 de octubre de 1982 (28-O) el PSOE ganó las elecciones generales con el sector empresarial y el financiero mirando de reojo y con las bases del partido con muchas ganas de demostrar quien mandaba a partir de entonces.

Todo se completaba con una gran megalomanía que hizo que Felipe González se paseara en el yate Azor de Franco, o que se construyera un búnker a prueba de bombas nucleares bajo la Moncloa, y que disponía incluso de un cementerio. De tan faraónica obra se dijo que se habían beneficiado constructores cercanos al PSOE. No faltó tampoco el control absoluto del Poder Judicial («Montesquieu ha muerto», dijo Alfonso Guerra) cargándose la división de poderes, y controlando el cuarto poder (la Prensa) a través de alianzas con el Grupo PRISA (El País, Canal+, la SER…), propiedad de Jesús de Polanco. TVE llegó a poner un «VOTA PSOE» durante 1 segundo en plena campaña de 1986 cuando Butragueño marcaba un gol a Dinamarca en la Copa Mundial de la FIFA México 1986. Todo se coronó con la compra y cierre de Antena 3 Radio (emisora opuesta al felipismo), y su posterior cierre.

EL PSOE mantuvo y estrechó lazos con la OTAN y los EE.UU.
En 1991, el gobierno del PSOE intervino en la guerra contra Iraq prestando un inestimable apoyo logístico a EE.UU en los bombardeos de Iraq, despegando de España aviones que causaron la muerte a mujeres y niños iraquíes. El apoyo y la confianza que el Gobierno del PSOE generó en EE.UU. ayudó a que Javier Solana alcanzase la Secretaría General de la tan denostada en otros tiempos OTAN, y contra la que el PSOE había clamado en la oposición. Pocos años después, siendo Solana Secretario General de la OTAN y Felipe González Presidente del Gobierno, el PSOE apoyó el bombardeo de Yugoslavia (en el que también murieron mujeres y niños y se destruyeron las infraestructuras del país) bajo la dirección de EE.UU y enviaron tropas de tierra en la posguerra a pesar de que la intervención militar no contaba con el apoyo de las Naciones Unidas, pues tenían en veto de Rusia y de China. La opinión pública española estaba también mayoritariamente en contra, pero eso no amedrentó al PSOE.

En 2003 el PSOE atacó al Gobierno Aznar y le exigió que se opusiese con firmeza a un nuevo ataque contra Iraq ante los incumplimientos de Sadam Husein, basándose en que era una guerra injusta e ilegal porque no contaba con la ONU (como en el caso yugoslavo), aunque luego dijeron que se opondrían con o sin mandato de la ONU, y porque al estar la mayoría de los españoles en contra estaba dando la espalda a los ciudadanos, actuando con la prepotencia de siempre, y a las espaldas de los españoles una vez más. Se lanzaron acusaciones de «asesinos» y de estar colaborando en la muerte de mujeres y niños, así como de hacer «seguidismo» de EE.UU., o mejor dicho de ciertas administraciones criminales de los EE.UU. Al menos, tan criminales como ellos mismos. Ante la oleada de violencia que sufrieron las sedes del PP y muchos actos públicos de sus miembros, dirigentes del PSOE dijeron que no les gustaban pero que «son mejores las piedras que las bombas».

La lucha del PSOE contra las dictaduras del mundo
El PSOE, siempre atento como hemos visto a la lucha por la democracia, volvió a dar una prueba de sus escrúpulos democráticos al negarse a dar la mano al dictador chileno Pinochet en una reunión internacional. Pero ello no impediría que Felipe González tuviera tratos amigables y concediera créditos a otros dictadores de ideología afín como Daniel Ortega, acusado de violación por una menor, a Fidel Castro con quien bailoteó en Copacabana, o con el líder terrorista Gadafi cuando éste estaba inmerso en la financiación de grupos terroristas. Curiosamente, las relaciones con el líder libio se cortaron a raíz del ataque de Ronald Reagan contra el líder libio a causa de su apoyo al terrorismo internacional. ¿¿¿Seguidismo de Estados Unidos???

Algunas malas lenguas llegaron a decir que lo importante no parecía ser que se fuera demócrata o dictador, sino que se fuera de izquierdas. Aún en 2003, y pese a tachar de asesinos a miembros del PP y tachar de matón a Bush y de acudir a manifestaciones antibelicistas, el PSOE no quería acudir a manifestaciones contra los fusilamientos de Fidel Castro, y, cuando finalmente se vieron forzados a ir, enviaron a Caldera (a las otras acudía el propio Zapatero) para condenar la dictadura pero también criticar a la oposición cubana de Miami y al embargo de EE.UU.

1996-2003: Las bases del PSOE eligen como jefe a Borrell, y los poderes fácticos del partido le derriban
Tras la marcha de Felipe González, el PSOE siguió en defensa de los intereses del grupo PRISA, y siendo Joaquín Almunia su Secretario General, decidió legitimizarse a través de su elección por las bases del partido, convencido de ganar en unas primarias. José Borrell, socialista no felipista, se presentó y ganó las primarias con el 55% de los votos.

Pese a su victoria, los poderes fácticos del PSOE (felipistas y polanquistas) torpedearon al líder elegido por los militantes hasta forzar su dimisión en un nuevo ejemplo del respeto del PSOE a las reglas de la democracia. Almunia, que siguió como Secretario General se presentó a las elecciones del 2000 que dieron mayoría absoluta a la derecha.

Suerte parecida le tocó a Nicolás Redondo Terreros en las Provincias Vascongadas por mantener postulados antinacionalistas, mal vistos por los sectores felipistas y polanquistas del Partido. Tras la salida de Almunia, las primarias dieron la victoria a Zapatero con un 38% de los votos. Moderado en un principio, los mismos poderes le incitaron a adoptar una postura mucho más dura con el Gobierno de Aznar, y parece no haber podido mantener la disciplina ni el el PSE con Odón Elorza ni en el PSC de Maragall, que van por libre y a veces en dirección opuesta a las directrices del PSOE de Madrid.

11 de marzo de 2004
Acoso y derribo del PP por parte del PSOE. Se produce el atentado mas grande de la historia de España con 192 muertos y 1500 heridos con el fin de volcar el resultado (que absolutamente todos los sondeos daban por ganador al PP) de las elecciones del 14 de Marzo.

Durante dos años el PSOE junto con IU y algunos partidos nacionalistas, emprendieron una autentica campaña de acoso y derribo hacia el partido del Gobierno de entonces, el Partido Popular.
Ante la imposibilidad de poder desprestigiar al PP por causas de corrupción o mala gestión, con el consiguiente desgaste que eso conllevaría, los partidos de la oposición se dedicaron a explotar cualquier cosa que se les pusiese a tiro: desgracias, accidentes, temporales, etc.

La primera gran intentona fue con el accidente del petrolero Prestige, el cual se partió derramando gran parte del crudo sobre las costas gallegas. Se intentó hacer culpable al Gobierno en un acto de manipulación por parte de la oposición increíble. No se percataron que los gallegos no son tontos, pues ya habían sufrido esto con anterioridad (aunque fuese en menor dimensión) este tipo de desastre en sus costas. Y en aquella anterior ocasión quien gobernaba era el PSOE, y nadie le echó la culpa entonces. Pero además, muchos afectados de aquel anterior «chapapote», el que soltó el buque «Mar Egeo», no cobraron sus indemnizaciones hasta años después, en el gobierno de Aznar. En el desastre del Prestige las ayudas económicas han sido de una gestión impecable... Ante la incredulidad del PSOE, los gallegos, en las urnas de las elecciones municipales, supieron valorar la realidad con sentido común, y el PP de nuevo se impuso, incluso en las poblaciones costeras mas afectadas.

El PSOE, y por extensión cualquier formación frentepopulista son capaces de utilizar cualquier cosa como herramienta política. 

Fuente: VERDADES OFENDEN

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