La popularidad de Vladímir Putin alcanza el 82 % mientras oligarcas exiliados «sueñan» con echarle del poder...


Ni la crisis económica ni el escándalo de los «papeles de Panamá» influyen en la popularidad del presidente ruso. Su actividad en el puesto de presidente sigue contando con la aprobación/y admiración de la mayoría de los rusos. La popularidad del presidente Vladímir Putin sigue inalterable desde principios de año. Un 82% de los rusos aprueba su actividad como jefe del Estado, según la última encuesta del centro Levada.

Los rusos no acostumbran a culpar al jefe del Estado de lo que sucede en el país. Aunque cada vez son más palpables las consecuencias de la crisis en la vida de los ciudadanos, por ahora la responsabilidad no recae sobre el presidente.

«En primer lugar, todo esto conduce o bien a un aumento pasivo de las infracciones domésticas, o bien en acusaciones dirigidas a los gobiernos regionales y no federales, y mucho menos al presidente», comenta para RBTH el director del Centro de Estudios Politológicos de la Universidad Financiera del Gobierno de la Federación Rusa, Pavel Salin, a propósito del estudio del centro Levada.

En segundo lugar, según el experto, el gobierno ruso emplea muy hábilmente la estrategia del enemigo exterior (sobre todo, USA), a cuyas maquinaciones atribuye todos los males. Mientras haya alguien a quien acusar, habrá estabilidad. En este sentido, ni siquiera los «papeles de Panamá» que han retumbado en todo el mundo pueden convertirse en un detonante para su caída. Y es que en gran parte de la sociedad no saben nada sobre este tema: en la televisión estatal, si se ha hecho referencia a ello, ha sido únicamente para exponer que en Panamá se han descubierto sociedades pantalla de políticos de otros países, sobre los políticos y empresarios rusos no aparece ninguna información. «Y lo que no existe en la televisión, no existe en absoluto», comenta Salin.

Tampoco resulta oportuno hablar de una estabilidad anquilosada. En junio de 2015 la popularidad del jefe del Estado alcanzó su pico, un 89 %, y durante el segundo semestre del año pasado se produjo un suave descenso, según recuerda el sociólogo del centro Levada Denis Volkov. «En estos momentos la popularidad se ha estabilizado y volverá de nuevo a los índices anteriores a la crisis de Crimea», comenta el sociólogo.

Lo mismo ha sucedido con la popularidad del primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, la del gobierno y la de la Duma Estatal. Sus popularidades cayeron de forma análoga con la reunificación de Crimea a Rusia y durante el último año se han ido reduciendo lentamente. En la actualidad, el trabajo de Medvédev cuenta con la aprobación del 54 % (un 44 % de los rusos lo desaprueba) y la Duma Estatal es apoyada por el 41 % (frente a un 57 % que declara lo contrario).

Sin embargo, según el pronóstico de Denis Volkov, esta reducción continuará. «Tampoco ha cundido el pánico, porque no habrá ningún hundimiento. Pero el pesimismo crece, de modo que los índices de popularidad seguirán cayendo, incluido el del presidente».

En la encuesta participan 1.600 personas de 137 poblaciones de 48 regiones de Rusia. El margen de error estadístico no supera el 3,4 %.



BLOOMBERG: PUTIN ESTÁ A PUNTO DE HACER REALIDAD SU SUEÑO DE HACE 10 AÑOS

El presidente ruso, Vladímir Putin, está a punto de cumplir su sueño de hace diez años: crear una plataforma de comercio petrolero independiente y una tasa de referencia de petróleo propia e incentivar la realización de acuerdos comerciales en rublos.

De acuerdo con Bloomberg, Putin junto con el gerente de la petrolera rusa Rosneft, Igor Sechin, buscan atraer inversionistas y «traders» internacionales a la Bolsa de Productos Internacional de San Petersburgo (SPIMEX). El propósito de esta estrategia es aumentar los ingresos en la venta del petróleo Urals, disminuyendo la diferencia de precios entre las tasas de referencia, y con ello, la dependencia que existe en el mercado en torno al Petróleo Brent.

Rusia quiere lanzar su propia marca de referencia, el Urals oil/petróleo de los Urales

En este contexto, el objetivo de SPIMEX es reducir las transacciones comerciales de petróleo en dólares, incentivando las negociaciones en rublos. Según su presidente, Alexey Rybnikov, la idea es «crear un sistema en el que el precio del petróleo y las operaciones sean establecidos de manera justa y honesta».

La publicación destaca además que Rusia no es el único país que busca reducir la dependencia del dólar en el mercado del crudo. Este año China logró presentar su propia tasa de referencia tras más de dos décadas. Mientras tanto, países como Irán y Venezuela han solicitado diferentes alternativas, con el fin de que la moneda estadounidense pase a un segundo plano en materia de transacciones petroleras.


ANÁLISIS: ¿PREPARAN LA SALIDA DE PUTIN LOS OLIGARCAS EXILIADOS?

Dos millonarios: Mijaíl Jodorkovski y Yevgeny Chichvarkin, preparan desde Londres una «revolución» en Rusia, según sus propias declaraciones. No obstante, en lugar de emprender acciones al respecto esperan que el gobierno cometa errores. Medio año antes de las elecciones parlamentarias se ha intensificado la actividad no solo del gobierno, sino también de sus opositores.


DERROCAR A PUTIN, ESTABLECER UN GOBIERNO TEMPORAL Y LUEGO YA VEREMOS. En un pequeño escenario aparecen sentados frente a frente dos emigrantes rusos, dos oligarcas con ambiciones de poder: Mijaíl Jodorkovski y Yevgeny Chichvarkin. El primero es un antiguo magnate del sector petrolero, el segundo es el también antiguo propietario de la mayor cadena de tiendas de teléfonos móviles de Rusia.

Se encuentran en Londres, pero su público está en Moscú, entre ellos existe un «puente mediático». Tres días antes de su creación, el 15 de abril, en la página web de la organización Rusia Abierta (fundada por Jodorkovski) se publicó su anuncio-manifiesto: «Nuestro objetivo es conseguir, en un plazo relativamente corto desde el punto de vista histórico, la salida de Putin y sus amigos del poder, iniciar un proceso político en Rusia y garantizar las primeras elecciones absolutamente abiertas y limpias de la historia de nuestro país».

Ni Chichvarkin ni Jodorkovski han vuelto a Rusia desde que se marcharon. Pero ahora están convencidos de que la revolución es inevitable, de que serán los «emigrantes», ellos mismos, quienes la llevarán a cabo. «Nunca había pensado en dedicarme a la política», reconoce tímidamente Chichvarkin.


QUIÉNES SON LOS «REVOLUCIONARIOS» DE LONDRES

«Contaba con 55 millones de compradores, mi empresa prestaba servicio a un tercio de la población del país», recuerda Yevgeny Chichvarkin, sentado en un escenario con traje a cuadros y un largo pendiente en una de sus orejas.

En 1997 creó un imperio llamado Evroset y en 2008 se organizó un registro en sus oficinas centrales y se imputó a Chichvarkin en un proceso penal por secuestro y extorsión. El propio millonario asegura que no fue más que una medida de presión para robarle su empresa. Finalmente vendió Evroset y se marchó al extranjero, donde se dedica a la venta de vinos exclusivos.

«¿De qué conocemos a Chichvarkin? Tiene fama de excéntrico, tanto en su vida como en asuntos políticos», comenta Alexei Zudin, politólogo y miembro del consejo de expertos del Instituto de Estudios Socioeconómicos y Políticos. Este exitoso empresario es famoso por su comportamiento y su forma de vestir extravagante, aunque se trata de una figura menos importante que el magnate del petróleo, «es un tipo bastante raro», añade Zudin.

Tras el cambio de poder en Ucrania, Chichvarkin intentó conseguir el puesto de ministro de Economía, pero no lo logró. En 2015 los medios de comunicación le adjudicaban el puesto de director de Ukrnafta, la mayor compañía de petróleo y gas de Ucrania (tampoco lo consiguió). ¡Ahora declara desde este escenario en Londres que Ucrania espera la llegada de un nuevo Maidán y que «no hay que temer» a las revoluciones de colores. Jodorkovski sonríe condescendiente!


CÓMO LOGRARÁN EXPULSAR A PUTIN

Lo cierto es que Jodorkovski no ha anunciado nada distinto a sus anteriores declaraciones: las próximas elecciones a la Duma Estatal, que se celebran en septiembre de esta año, no serán las definitivas, el cambio de gobierno no llegará en 2018, la revolución está prevista para 2024 «o unos años antes».

Chichvarkin opina que para expulsar al gobierno hay que trabajar con iniciativas educativas y recordaba que el cambio de poder en la República Checa en 1989 comenzó precisamente con una manifestación de profesores.

Los politólogos se limitan a encogerse de hombros: estas declaraciones son «pura insensatez». Es extraño ver al propio Jodorkovski, siempre serio y sensato, compartiendo escenario con Chichvarkin. ¿Son conscientes de ello los «revolucionarios» de Londres? Probablemente. Pero en vísperas de un nuevo ciclo electoral es importante consolidar posiciones. Si las cosas transcurren con normalidad, perfecto, si hay alguna turbulencia, «siempre podrán decir que lo han intentado», opina Mijaíl Rémizov, presidente del Instituto de Estrategia Nacional.

Fuente: elespiadigital.com

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