El 8 de diciembre se celebra la Inmaculada Concepción. Esta festividad tiene su origen en el llamado Milagro de Empel.
El milagro de Empel, por Augusto Ferrer-Dalmau (2015)
Esta obra es una de las Inmaculadas de Bartolomé Esteban Murillo con aspecto más juvenil, lo que la vincula con la tradición sevillana del también pintor sevillano Francisco de Zurbarán, y con las recomendaciones sobre la representación de este tema manifestadas por Francisco Pacheco en su Arte de la pintura, que escribió en 1649. Además, hay varios dibujos preparatorios para esta obra ejecutados por Murillo, lo que demuestra que el pintor sevillano se preparó concienzudamente para ejecutarla, y es conocida como Inmaculada del Escorial porque aparece citada por primera vez en las colecciones reales del monasterio de El Escorial en 1788, durante el reinado de Carlos IV de España.
El 7 y 8 de diciembre de 1585 el Tercio del Maestre de Campo Francisco Arias de Bobadilla combatía en la guerra de los Ochenta Años en la isla de Bommel. La situación de los tercios españoles era desesperada. El enemigo extendió una rendición pero la respuesta española fue rotunda: «Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra, Ya hablaremos de capitulación después de muertos».
Ante tal respuesta, el enemigo abrió los diques de los ríos en los que se estaba llevando a cabo la batalla para inundar el campamento español. Fue entonces cuando se refugiaron en el montecillo de Empel. Un soldado del Tercio comenzó a cavar una trinchera dando con una tabla flamenca con la imagen de la Inmaculada Concepción. Ante tal hallazgo, pusieron la imagen en un improvisado altar como una señal de protección.
Horas mas tarde, un viento inusual e intensamente frío heló las aguas del río. Los tercios españoles avanzaron por sus aguas heladas para a la mañana siguiente, 8 de diciembre, derrotar al ejército enemigo y alzarse con la victoria en la contienda.
Ese mismo día la Inmaculada Concepción fue proclamada patrona de los tercios. Lo que se celebra desde aquel día fue la ayuda y protección divinas y que llevaron a la victoria al Ejército español.
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