Intervención de Francisco Contreras, por VOX, contra la memoria chequista: todo lo que dice es cierto, pero se va por las ramas. Creo que el argumento debe ser este:
Ustedes tienen una versión de la guerra civil y del franquismo. Otros muchos ciudadanos tienen otra versión, distinta o contraria, con el mismo derecho democrático que ustedes a exponerla y defenderla. Pero ustedes quieren imponer su versión por ley, como en los países totalitarios, atacando las libertades básicas de los ciudadanos. Pretensión que les define a ustedes como enemigos de la libertad de los españoles.
En democracia, estas cuestiones son objeto de un libre debate intelectual. Pero ustedes quieren sustituirlo por la imposición de una ley tiránica. ¿A qué se debe esa pretensión? Solo hay una respuesta posible: ustedes sienten y saben que su versión es falsa y que, por tanto, no podría sostenerse en un debate abierto. Y quieren hacer tragar a los españoles esa versión porque en ella se apoyan para promover una serie de políticas actuales en la misma dirección liberticida y promotora de los odios entre los españoles.
Ustedes están utilizando ilegítimamente las fórmulas democráticas para atacar la democracia, como hicieron los nazis. Pero no conseguirán ustedes su objetivo. Esta ley, que les retrata, no puede ni debe ser obedecida, debe rechazarse desde el principio como lo que es: una grave amenaza a la convivencia en paz y libertad de los españoles.
Creo que este debe ser el argumento, y no retórica vana sobre si en la transición se abrazaron o no los españoles, dando por sentado que el franquismo fue ilegal y cometió crímenes igual que los otros. En ese discurso, la ETA, el PSOE y los separatistas son consecuentes: si el franquismo fue ilegal y condenable, la transición, la democracia y la monarquía son igualmente ilegales y condenables, puesto que evidentísimamente proceden de aquel. El problema de fondo es: ¿vamos a aceptar que unas bandas de mafiosos totalitarios nos dicten a los españoles lo que debemos creer o descreer sobre nuestra historia? Todo lo demás es hojarasca.
Dicho de otro modo: La cuestión tiene dos vertientes: la política y la intelectual. La primera consiste en el intento de imponer tiránicamente una versión de la historia a toda la sociedad, y debe combatirse como tal en las Cortes y en todos los foros políticos. La intelectual debe abordarse mediante el debate libre en todos los ámbitos intelectuales. No deben confundirse las dos cosas. En las Cortes no puede debatirse sobre el valor de tales o cuales versiones de la historia, solo puede denunciarse el carácter tiránico y antidemocrático de esa ley política.
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