ASSAD EN CHINA.

 

El presidente sirio Bashar al-Assad y su encantadora esposa Asma han volado a China en visita oficial de Estado. El presidente Xi Jinping envió su propio avión presidencial a Damasco para trasladar a la pareja a Pekín.

Es la primera vez que el presidente sirio visita China desde que comenzó la desestabilización de la República Árabe hace más de doce años. Nuestros medios de comunicación repiten la narrativa de una «guerra civil», pero en realidad, la devastación de Siria fue un proyecto planeado por Occidente, hasta por los terroristas islamistas contra el régimen de Assad.

Dado el papel positivo de China en la mediación del acuerdo entre Arabia Saudí e Irán en marzo, la visita de Assad aumenta el peso de China como comadrona del desarrollo pacífico en Asia Occidental.

Por supuesto, los principales medios de comunicación occidentales (falsos) ya han recibido instrucciones de sus propietarios para informar de la visita de Assad a China sólo de forma negativa. Al parecer, el empobrecido y devastado por la guerra país árabe está mendigando dinero a China. Xi Jinping, por su parte, quiere «ampliar la influencia de China en Oriente Próximo, donde Estados Unidos ha sido tradicionalmente la potencia extranjera dominante».

Un grupo de reflexión británico ha sugerido que Assad viajó a Pekín «para vincular a Siria al eje emergente de Estados autocráticos antioccidentales» y «para beneficiarse de los proyectos de acercamiento dirigidos por China».

A pesar de todas las malas lenguas, es bueno ver que Bashar al-Assad y su esposa han sobrevivido a los sangrientos intentos de golpe de Estado, bombardeos y otros problemas que el complejo militar occidental ha dirigido contra los dirigentes sirios en los últimos años.

En Pekín, es probable que Assad hable de la cooperación práctica con los chinos, concretamente de la participación de China en la reconstrucción de Siria. Estados Unidos y sus aliados han desempeñado un papel destructivo en la región, pero quizás con la ayuda de China, el país vuelva a ponerse en pie después de todas las dificultades.

Cómo se expulsará del suelo sirio a los ladrones de petróleo estadounidenses y a otros desestabilizadores de la región es otra cuestión, pero en esta nueva coyuntura histórica, eso también puede llegar a ocurrir. Esperemos que la «maldición de Assad», que ha sido un meme de las redes sociales durante los últimos años, desempodere a todos los enemigos del León de Damasco.

Fuente: Markku Siira

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