KARMA BUENO V/S KARMA MALO

¿Qué es el karma bueno/positivo y cuál es karma malo/negativo? Mucha gente piensa y dice: «El buen karma sucede cuando las cosas van bien, de manera feliz y positiva en la vida, como te gustaría que fuera, y el mal karma vendría siendo el fracaso personal, enfermedad, pobreza, pérdida de relaciones, etc.»

Por un lado, tal definición tendría sentido y parece razonable desde la perspectiva de nuestro yo personal/evanescente que no puede ver las cosas metafísicamente, sino sólo a través de sus cinco sentidos. 

La Teosofía, por otro lado, sostiene que desde una panorámica más elevada —la de nuestra alma reencarnada o Ego interno— el «buen karma» y el «mal karma» adquieren un significado diferente y más sutil.

Es cierto que estos y otros términos similares se usan a veces en literatura teosófica. Sin embargo, echemos un vistazo a estas declaraciones escritas por William Q. Judge quien, junto con H.P. Blavatsky, fue uno de los dos principales Profesores teosóficos de nuestro tiempo:
«Ningún hombre puede juzgar el karma de otro, excepto un sabio o un verdadero vidente. Por lo tanto, mientras cada quien recibe lo que merece, las apariencias pueden engañar y nacer en la pobreza o pruebas duras pueden no ser un castigo por mal karma, ya que los Egos se encarnan continuamente en entornos desfavorables donde experimentan dificultades y pruebas que son necesarias para la disciplina del Ego y resultan en fortaleza y simpatía». («Aforismos sobre el karma»).
«Esa visión del karma personal que lleva a lamentarse por la mala suerte que nos ha alejado de ventajas en la vida, es una estimación errónea de lo que es bueno y lo que no para el alma (...)».

«¿Entonces qué es el buen karma y cuál es el malo? La respuesta suficiente y omniabarcante es la siguiente:
El buen karma es aquél tipo que el Ego desea y requiere; y el malo, aquello que el Ego no desea ni exige (...)».

«La lucha es necesaria para adquirir fuerza; los golpes de las épocas desfavorables sirven para ganar profundidad; se pueden usar escasas oportunidades para adquirir robustez y la pobreza debe engendrar generosidad.

En todo esto hablamos del término medio, y no de los extremos. Nacer con la desventaja de padres alcohólicos y enfermos en un sector delictivo de la comunidad, es un castigo que constituye una espera en el camino de la evolución. En general es una necesidad porque el Ego ha determinado en una vida anterior ciertas tendencias que no se pueden eliminar de ninguna otra manera. Pero no debemos olvidar que en ocasiones —o a menudo en la gran mayoría— un Ego limpio y poderoso se encarna en entornos tan horribles y permaneciendo allí bueno y puro todo el tiempo con el propósito de elevar y ayudar a los demás (...)». 

«Pero al ver que tenemos muchas vidas por delante y que todas ellas nos darán las oportunidades necesarias para desarrollar el carácter, debemos admitir que la pobreza no es necesariamente en sí misma un karma malo (...)».

«Los idiomas, la arqueología, la música, la complacencia visual con belleza, comer los mejores platos, vestir la mejor ropa, viajar a muchos lugares y, por lo tanto, variar infinitamente las impresiones en el oído y los ojos, todo esto comienza y termina en el cerebro y no en el alma o el carácter. Como el cerebro es una parte del cuerpo fugaz e inestable, la fantasmagoría desaparece de la vista y la utilidad cuando la nota de la muerte envía su terrible vibración a través de la forma física y expulsa al habitante. El maravilloso ganglio-maestro central se desintegra y no queda nada más que algunos débiles aromas aquí y allá, dependiendo del amor real interno por cualquier búsqueda, imagen o sensación. No queda nada en absoluto, excepto algunas tendencias o skandhas, pero no las mejores. Así, las ventajas se convierten en desventajas al final. Pero imaginemos que el mismo cerebro y cuerpo no estén en lugares tranquilos y luchen una buena parte de la vida, cumpliendo con su deber y no estén en posición de complacer a los sentidos; esta experiencia calará hondo, se estampará formando el carácter y dando más energía, poder y fortaleza. Así es como se forjan los grandes personajes a través de las eras. El otro modo es el de la monotonía, que todavía no representa nada, sino a un animal». («Ventajas y desventajas en la vida»).

«Generalmente, la pregunta de cuál es el buen karma y cuál el malo ha sido considerada por algunos teósofos desde un punto de vista muy mundano y egoísta, pues el elemento comercial ha entrado en el cálculo en cuanto al resultado de mérito y demérito. Se ha hablado de la justicia eterna —que no es más que otro nombre para el karma— como el otorgamiento de este o aquel estado de vida al ego reencarnado únicamente como un mero balance de cuentas en un libro de contabilidad, pagando en unos casos por medio de recompensa y enjuiciando por deudas en otros por vía del castigo (...)».

De esta manera, se ha dado que la única prueba del karma bueno o malo se basa completamente en la billetera. Pero ¿es la pobreza con todas sus miserias un mal karma? ¿Acaso un hombre padece un mal karma por nacer en la condición más baja de la vida, y está obligado a vivir siempre de la manera más humilde, a menudo pasando hambre y oyendo a su esposa e hijos clamar por comida?

Si miramos la pregunta completamente desde el plano de esta vida o nuestra personalidad, entonces puede decirse que lo desagradable y doloroso es «malo». Pero si consideramos todas las condiciones de la vida como experiencias padecidas por el Ego con un propósito de desarrollo, entonces incluso la pobreza deja de ser un «karma malo»

La fortaleza se adquiere sólo a través de la prueba y el ejercicio. En la pobreza se dan algunas de las mejores situaciones para la resistencia y el mejor medio para desarrollar la fuerza de carácter que por sí sola conduce a la grandeza. Estos Egos —a quienes percibimos a nuestro alrededor encerrados en cuerpos cuyo entorno es tan severo que se necesita resistencia para sostener la lucha— están pasando voluntariamente por esa difícil escuela para adquirir una experiencia más profunda y con ello mayor fuerza.

«La vieja definición constituye la mejor sobre lo que es karma bueno y malo. Ese concepto es: 'El buen karma es lo que agrada a Íshwara, y el malo lo desagradable para Íshwara'. Aquí hay muy poco espacio para la disputa sobre pobreza o riqueza, porque la prueba y la medida no están de acuerdo con nuestros gustos y deseos humanos actuales y evanescentes, sino que se eliminan del juicio del yo inmortal o Íshwara (...)». 

«Entonces, ¿acaso toda la pobreza y la baja condición son un buen karma? Según la norma establecida, podemos decir que no. Algunas de esas vidas, y en efecto muchas de ellas, son un mal karma que desagrada al ser inmortal encarcelado en el cuerpo porque no son una elección deliberada, sino el producto de causas puestas producidas ciegamente en vidas anteriores y que darán como resultado que en una persona se planten las semillas de maldad que luego deben ser arrancadas con doloroso esfuerzo. Por tanto, bajo este canon diríamos que la mayoría de las veces las masas de pobres que no son malas en naturaleza están sobrellevando buen karma, porque está en la línea de experiencia que Íshwara ha elegido, y también podemos decir que sólo aquellas personas pobres y malvadas sufren mal karma porque hacen lo que es desagradable para el ser inmortal interior». Is Poverty Bad Karma?»)

Mucha gente usa el término karma sin comprender realmente lo que significa. «¿Es mi karma ser pobre?», dicen. O en lugar de pobre... «enfermo» o «solitario». Al hacer esto, hacen que el karma parezca ser lo mismo que el destino. No lo es. De hecho, la noción original de karma es todo lo contrario al destino.

«Íshwara» es una palabra sánscrita que literalmente significa «Señor», y cuando en teosofía se usa con respecto al individuo, es un término para nuestro Yo superior, el principio de Manas superior, la parte noética humana o Mente-Entidad divina, aquélla parte de nuestro ser que encarna en esta tierra cuerpo tras cuerpo, personalidad tras personalidad. Es «el Señor interior», nuestro Dios interno, ese Ser de Luz que es nuestro verdadero «Yo».

El Ser Superior es el principio de Atma, que está más allá del concepto anterior y es universal y no individual en absoluto. Aquí estamos hablando del Ego superior y podemos ver que Judge nos alienta y aconseja que veamos todo el tema del karma desde la perspectiva egoica en lugar del ángulo cotidiano, humano y personal.

Tsong Kha-pa, reencarnación tibetana de Gautama Buda, goza de muy alta estimación en teosofía y en el segundo volumen de su «Lam Rim Chen Mo» («El Gran Tratado sobre las Etapas del Camino a la Iluminación») habla sobre la perfección del Paramita de la paciencia y hace una observación similar.

Todos hemos sufrido, todos sufrimos y todos sufriremos. Esta es la primera de las Cuatro Nobles Verdades de Buda, pero Tsong Kha-pa usa el epíteto «Reflexionando sobre las buenas cualidades del sufrimiento» y escribe:
«El sufrimiento tiene cinco buenas cualidades: (1) espolearte a la liberación, y esto se debe a que si no tuvieras ningún sufrimiento no desarrollarías la determinación de liberarte de él; (2) disipar la arrogancia, porque cuando el sufrimiento te golpea reduce tu sentido de superioridad; (3) hacer que evites el pecado, pues cuando experimentas sentimientos muy dolorosos éstos surgen de la no-virtud, por lo que si no deseas estos efectos debes evitar sus causas; (4) hacer que te guste cultivar la virtud, porque cuando estás atormentado por el sufrimiento, deseas la felicidad y una vez que la quieres debes desarrollar la virtud que la causa, y (5) producir compasión por aquéllos que vagan en la existencia cíclica, porque después de haber evaluado tu propia situación piensas: 'Otros seres sufren así'».
Tsong-kha-pa

Y todo esto nos ayudará a pasar de una opinión material del Karma a una comprensión verdaderamente espiritual de él.

En última instancia, no existe karma «malo», excepto aquél del cual no aprendemos nada. Incluso las peores circunstancias y situaciones pueden aprovecharse y tener un efecto benéfico duradero tanto en el alma como en la personalidad.

En la página 126 de «Cartas que me han ayudado» William Judge dice: «El propósito de la vida es aprender, y todo está hecho de aprendizaje». En la obra «LUZ EN EL SENDERO (pág. 24)» el adepto responsable de ese texto explica que: «ningún hombre es tu enemigo y ninguno es tu amigo. Todos son tus maestros por igual».

Esta no es necesariamente una actitud mental fácil de aceptar. Debido a los difíciles contextos de la vida algunos comprensiblemente cuestionan y protestan contra principios tales como los descritos en este artículo; sin embargo, aquéllos que adoptan esta posición atestiguan por unanimidad que brinda una ayuda psicológica y emocional significativa, pues nos permite mirar la vida desde un plano superior en lugar de estar totalmente absorto en el mundo material. Pero esto no significa que no debamos intentar mejorar nuestra situación o circunstancias.

Nadie debería aceptar pasivamente lo que trae la existencia y decir «este es mi Karma y no hay nada que pueda hacer al respecto». Siempre podemos decidir algo sobre ello; tal vez mucho o en algunos casos un poco, pero sí se puede realizar lo que permita nuestro karma (destino autocreado) y nunca sabremos cuál es ese límite kármico a menos que se intente. «Probar» es casi un lema con los Maestros. Inténtalo, pero desde una posición de Sabiduría Espiritual, y de esa manera la vida nunca te decepcionará.

Fuente: Teosofía Original

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