RESPONDIENDO A PREJUICIOS CIENTIFICISTAS SOBRE «LAS CARTAS DE LOS MAHATMAS» I

En internet circulan muchas ideas sesgadas —y por ende erróneas e infundadas— acerca de qué representa la teosofía auténtica, su historia y figuras principales. Tal y como se hace actualmente en las redes sociales, muchos desde su desconocimiento (entendible hasta cierto punto) propagan información falsa sobre temas contingentes o polémicos, aunque ya existen protocolos como en Facebook que permiten combatir esta plaga ideológica. Sin embargo, dentro de esta mediocre tendencia también hay quienes desde su escepticismo a medias, sesgo ideológico o afán de provocar polémicas baratas se dedican conscientemente a difundir calumnias contra la teosofía y disfrazadas de «tolerancia», «sentido común» o «libertad de expresión» cuando en realidad esas «virtudes» se trastocan en sectarismo, estupidez ambulante y libertinaje de expresión, más aún cuando ni siquiera revisan las fuentes desde donde se «rescatan» ciertas afirmaciones o elaboran «hipótesis» que responden más a un ocio improductivo que a una actitud responsable de investigación.

En este contexto, varios teósofos han detectado ciertas ideas y pseudo-cuestionamientos en foros electrónicos o contextos informales referentes a la «veracidad sobre la existencia de los Maestros y su conocimiento en temas científicos», basando sus teorías en algunos dogmas cientificistas que se presentan a continuación.

Con objeto de que los lectores entiendan mejor el contenido de esta entrega, consúltense «Argumentos comunes contra afirmaciones paranormales-parte 1» (discusión sobre «si es irreal cualquier cosa que no haya sido probada») y «La materia es eterna».

El clásico «Poltergeist» fue uno de los exponentes de fenómenos paranormales llevados a la pantalla del cine, evidentemente basada en hechos que se han observado en la realidad en múltiples ocasiones y lugares. 


A) PREÁMBULO
«En la revisión de varias teorías de física moderna se repiten una serie de temas clave:

—Es esencial distinguir entre datos experimentales y observacionales por un lado y la interpretación de esos datos por otro. Los datos a menudo están abiertos a más de una interpretación. Cualquier interpretación se basa en ciertas suposiciones que pueden no estar verificadas o incluso no ser verificables.

Un modelo de realidad no es igual a la realidad misma, así como un mapa no representa el territorio. Un modelo o teoría es siempre una simplificación o aproximación; puede tener un grado de validez o utilidad sin ser literalmente cierto. Incluso si las ecuaciones asociadas con una teoría o modelo particular permiten cálculos precisos de eventos reales, esto no garantiza que ninguna interpretación física particular de esas ecuaciones se corresponda con mecanismos en el mundo real.

Las abstracciones matemáticas (por ejemplo, partículas de dimensión cero, cadenas unidimensionales, cinta de cinta del espacio-tiempo bidimensional y espacio-tiempo curvado) no son realidades concretas. Tales conceptos pueden o no pueden ser útiles en ciertos contextos, pero no tienen una existencia concreta fuera de la imaginación humana; no pueden influir directamente en el mundo material y explicar algo. La incapacidad de muchos científicos para hacer esta distinción es la causa raíz de muchas de las teorías absurdas o 'laberintos de irrealidades' que se hacen pasar por 'ciencia'.

En un universo infinito y eterno no puede haber explicaciones definitivas de los fenómenos naturales, pero si queremos encontrar las causas directas de los eventos, debemos buscar sustancias, energías, fuerzas y entidades reales, ya sean físicas o suprafísicas. Una gran cantidad de fenómenos e incluso la existencia misma de la materia física y la fuerza apuntan a la existencia de niveles más profundos y sutiles de realidad. En lo que respecta a la física, esto significa pensar en términos de un éter energético». («Falsedades en física moderna»)


B) CONTESTACIONES A CUESTIONAMIENTOS

01. —«Los Mahatmas teosóficos no demostraron tener gran conocimiento científico ni dijeron nada nuevo respecto de los conceptos que se conocían en el siglo XIX».

—Sobre las declaraciones en la Carta n° 8, los escépticos de imitación sostienen: «El sonido no se transmite por el vacío o en espacios donde la densidad de partículas es muy pequeña».

—El fenómeno de precipitación de las «Cartas» se descarta al supuestamente «no poder crearse materia de la nada».

Respuestas

«Es fascinante ver cómo muchas de las declaraciones que hicieron los Mahatmas, la ciencia las ha ido confirmando posteriormente. Sólo tengan en cuenta que las Cartas de los Mahatmas se escribieron entre 1880 y 1884, cuando en ese entonces esos conceptos eran todavía un misterio: 

*La Luna no tiene una atmósfera que corresponda en ningún aspecto a la de nuestra tierra, sino una propia completamente diferente. (C.M., p.185). La misión Apolo lo confirmó cuando llegó a la Luna en 1969, 90 años después, descubrió que esta tiene una atmósfera insignificante incapaz de retener moléculas de gas en su superficie. 

*Júpiter es un cuerpo caliente y parcialmente luminoso. (C.M., p. 165). La ciencia lo ha confirmado detectando que Júpiter irradia más calor del que recibe del Sol, incluso ha sido medido de manera precisa y equivale a 5,4 W/m². 

*Júpiter está compuesto de líquidos. (C.M., p.165). La astronomía moderna considera que Júpiter se compone en su mayoría de hidrógeno (87%) y helio (13%), los cuales se comprimen progresivamente encontrándose al interior en estado liquido. 

*Los violentos disturbios de la atmósfera de Júpiter e incluso su mancha roja se deben a su desplazamiento en el espacio. (C.M., p. 165). La astronomía ha descubierto que Júpiter a pesar de ser el planeta más grande del sistema solar, también tiene el periodo de rotación más rápido (9h 55min).

*No todos los planetas cerca de Neptuno han sido todavía descubiertos. (C.M., p. 169). En 1930, 50 años después, Plutón fue descubierto. 

*Hay estrellas cientos de veces más grandes que el Sol. (C.M., p. 165). Lo confirmó el astrónomo Walter Adams hacia 1915. 

*Aún con el mejor telescopio con el poder de multiplicar el diámetro de esa estrella gigante diez mil veces, esta seguirá apareciendo como un punto adimensional. (C.M., p.165). A pesar que nuestros telescopios modernos son mucho más potentes (Hubble, VLT, Kepler) las estrellas siguen apareciendo como pequeños puntos luminosos.

Esto aumenta mi convicción que la enseñanza de los Mahatmas es auténtica, y me motiva a prestarle particular interés en lo que la ciencia todavía no ha confirmado». 

Entre otras apreciaciones, los pseudoescépticos suelen despreciar lo que en parapsicología se denominan fenómenos psi o percepción extrasensorial (P.E.S.), comprobada incluso en animales domésticos. Dentro de estas categorías tenemos un caso muy común en que muchas personas perciben mental y claramente determinadas canciones predilectas y más tarde las escuchan de forma «casual» por radiodifusión u otro medio. 

Es necesario señalar también que las explicaciones científicas ortodoxas no logran explicar esto sólo en términos materiales, por cuanto hay varios investigadores que plantean la existencia de un «éter» que funciona de forma distinta al aire atmosférico. Lo siguiente es la selección de un artículo de David Pratt llamado «Space, Time and Relativity»:

El espacio-tiempo es el modelo matemático que combina el espacio y el tiempo en un único continuo como dos conceptos inseparablemente relacionados. En este continuo espacio-temporal se representan todos los sucesos físicos del Universo, de acuerdo con la teoría de la relatividad y otras teorías físicas. La expresión espacio-tiempo ha devenido de uso corriente a partir de la teoría de la relatividad especial formulada por Einstein en 1905, siendo esta concepción del espacio y el tiempo uno de los avances más importantes del siglo XX en el campo de la física.

«En el siglo XIX los científicos generalmente aceptaron la existencia de un medio o éter universal compuesto de una clase de materia más sutil, a través de la cual se propagaban las ondas de luz, se transmitían fuerzas y de acuerdo con algunas teorías, se formaba la materia. (...) Blavatsky predijo en 1888 que el éter sería rechazado (2) y de hecho en la primera parte del siglo XX el éter fue oficialmente abolido por la ciencia; asimismo Albert Einstein desempeñó un papel destacado en su abandono.

»La materia etérica no puede ser detectada directamente por medios físicos o químicos. Sin embargo, los científicos razonaron que si la Tierra se mueve a través de un éter estacionario, debe haber un apreciable 'viento de éter' que sople sobre el planeta, de modo que la velocidad de la luz sea ligeramente más lenta en la dirección del movimiento terrestre que en ángulos rectos. Los primeros experimentos para probar esta hipótesis fueron realizados por Albert Michelson en 1881 y por Michelson y Edward Morley en 1887. Sin embargo, el diseño experimental que utilizaron no pudo detectar el viento etérico esperado de 30 km/s que surgió del movimiento orbital de la Tierra alrededor del Sol, y únicamente se detectó una pequeña variación en la velocidad de la luz que podría atribuirse a un error experimental. A principios del siglo XX, Morley y Dayton Miller realizaron experimentos adicionales del mismo tipo y continuaron detectando una variación pequeña pero persistente en la velocidad de la luz. Hoy sigue siendo objeto de controversia si estos resultados son significativos o simplemente artefactos experimentales. En cualquier caso, los experimentos posteriores han demolido la creencia de Miller en un éter estacionario, electromagnético, y no apoyan su deducción de que el movimiento 'absoluto' de la Tierra es hacia un punto cercano al polo eclíptico sur (3)».

Réplica del interferómetro de Michelson y Morley

(2) Helena Blavatsky, La Doctrina Secreta, Theosophical University Press, 1977 (1888), 1:331.

(3)  Dayton C. Miller, «The ether-drift experiment and the determination of the absolute motion of the earth», Reviews of Modern Physics, v. 5, 1933, p. 203-42; Paulo Correa, «A note on Dayton Miller’s supposed discovery of an aether drift», www.aetherometry.com; Thomas J. Roberts, «An explanation of Dayton Miller’s anomalous 'ether drif' result'», en prensa, 2006, http://arxiv.org/ftp/physics/papers/0608/0608238.pdf.  

Michelson no llegó a la conclusión de que no existía un éter estacionario, sino que la Tierra lleva consigo una parte del éter mientras orbita al Sol, de modo que está rodeada por su propia envoltura etérica o 'eterósfera' (esta teoría había sido propuesta anteriormente por George Stokes y fue apoyada por Heinrich Hertz y Max Planck). Hendrick Lorentz presentó una explicación alternativa del experimento de Michelson-Morley y también retuvo la noción de un éter estacionario, pero en lugar de presentar la idea del arrastre del éter argumentó que los instrumentos de medición utilizados en el experimento se contrajeron en la dirección del movimiento de la Tierra por la cantidad justa para evitar la detección del éter (esto se conoce como la contracción de Lorentz-FitzGerald). En los primeros cinco años del siglo XX, con la ayuda de Henri Poincaré y Joseph Larmor, Lorentz desarrolló una teoría de la relatividad basada firmemente en la existencia de un éter fijo. De acuerdo con las ecuaciones de transformación de Lorentz, como resultado del movimiento a través del éter, los objetos se contraen ligeramente en la dirección del movimiento, los relojes se hacen más lentos y la masa aumenta.

En 1905 Einstein publicó su teoría especial de la relatividad que trataba del movimiento uniforme (su teoría general de la relatividad, que aborda el movimiento acelerado y la gravitación, se dio a conocer en 1915-16). La teoría especial incorpora el 'principio de relatividad' que básicamente establece que las leyes de la física cuando se formulan correctamente siguen siendo igualmente válidas en todos los marcos de referencia moviéndose con una velocidad uniforme entre sí. Este principio fue formulado por Ernst Mach y Poincaré algunos años antes y fue declarado por primera vez por Newton. La relatividad especial también incluye las transformaciones de Lorentz. La famosa ecuación E=mc² tampoco fue descubrimiento de Einstein, pues fue publicado primero por el ingeniero italiano Olinto De Pretto en 1903 (4). En su artículo de 1905 sobre la relatividad, Einstein reconoció la ayuda de su amigo Michele Besso que era amigo de la familia De Pretto; sin embargo, no incluyó una sola referencia a artículos de otros científicos cuyas ideas trataba de sintetizar.

Olinto De Pretto (1857–1921) fue un industrial, físico y geólogo italiano, nacido en Schio, Vicenza. Existe una controversia alrededor del libro de Umberto BartocciAlbert Einstein e Olinto De Pretto,​ acerca de su descubrimiento de la fórmula E=mc² que fue consignada en diversas publicaciones italianas e institutos de ciencia al menos dos años antes de que Albert Einstein publicase la fórmula. 

La contribución de Einstein a su síntesis radical fue abolir el éter considerándolo 'superfluo' y lo reemplazó con la idea de que las 'ondas' electromagnéticas se propagan como partículas (fotones) a través del 'espacio vacío'. Aunque su teoría incorporó las transformaciones de Lorentz, en lugar de considerar la contracción de la longitud y el retraso del reloj como efectos del movimiento a través del éter, Einstein las derivó de un postulado muy diferente que en realidad no era más que una suposición injustificada: que la velocidad de la luz medida por todos los observadores que se mueven a una velocidad uniforme entre sí es una constante absoluta.

En el contexto de la relatividad general, Einstein introdujo un 'nuevo éter' relativista o 'éter gravitacional'. Argumentó que, dado que la relatividad dotaba al espacio de cualidades físicas (la capacidad de afectar el comportamiento de la materia y la energía), en ese sentido existía un éter; aseveró que la relatividad sin un éter era «impensable». Sin embargo, insistió en que este éter no estaba compuesto de partículas, que las ideas de reposo y movimiento no le eran aplicables y era equivalente a su 'continuo espacio-tiempo', esencialmente una abstracción matemática desprovista de sustancia energética, pero capaz de tener efectos físicos en alguna forma. En 1938 argumentó que, desde que se había refutado la concepción del éter como una sustancia mecánica, 'este es el momento de olvidar completamente el éter e intentar nunca mencionar su nombre'. Llegó a considerar los campos como 'estados físicos del espacio' y dijo: 'No existe tal cosa como un espacio vacío, es decir, un espacio sin un campo'. En 1949 comentó sabiamente: 'No hay un sólo concepto del cual estoy convencido de que sobrevivirá, y no estoy seguro de si estoy en el camino correcto' (5).


Las leyes de Newton se mantuvieron durante 300 años hasta que Einstein desarrolló la «teoría especial de la relatividad» en 1905. Los experimentos realizados desde entonces muestran anomalías en esa teoría. Este libro comienza con una descripción de la teoría especial de la relatividad. Se muestra que Einstein no fue el primero en derivar la famosa ecuación E=mc2, que se ha convertido en sinónimo de su nombre. A continuación, se proporciona evidencia experimental que no puede explicarse mediante la relatividad especial. A la luz de esta evidencia, los dos postulados básicos de la teoría especial de la relatividad sobre el comportamiento de la luz se muestran insostenibles. Se desarrolla una nueva teoría (relatividad universal), que se ajusta a la evidencia experimental. El movimiento de un conductor cerca de un polo de un imán y el movimiento de ese polo cerca del conductor no siempre dan el mismo resultado. Se ha afirmado que esto contradice la teoría de la relatividad. Los experimentos descritos en este libro muestran que no es la relatividad especial sino otra ley básica de la física la que se contradice: la ley de Faraday. Se cuestiona la teoría del Big Bang del comienzo del universo y se propone una alternativa. Se encuentra la fuente de gran parte de la misteriosa 'materia oscura' perdida que los astrónomos han buscado durante décadas. Se ofrece una explicación de las formas de algunas galaxias.

(5) «A. Einstein, Sidelights on Relativity», Dover, 1983 (1922), p. 23-4; Ludwik Kosto, en Franco Selleri (ed.), «Open Questions in Relativistic Physics», Ápeiron, 1998, p. 131-9 (...).

«William Reich descubrió una forma universal de energía etérea no electromagnética que denominó 'energía orgónica' y demostró que podía detectarse de forma óptica, térmica, electroscópica y mediante contadores de radiación, en la atmósfera, el suelo, los sistemas vivos y en el vacío. Encontró que podría concentrarse en recintos revestidos de metal o acumuladores de orgón (O.R.A.C.s en inglés) y que la concentración de orgón podría aumentarse rodeando la caja metálica interna con varias capas alternas de conductores y aislantes.

El orgón o energía orgónica es una idea propuesta y promovida en la década de 1930 por el psicoanalista Wilhelm Reich, que creó originalmente ese término para describir una fuerza vital universal. La idea fue rápidamente desacreditada y descartada, y el consenso actual de la comunidad científica es que la teoría orgónica es un ejemplo de pseudociencia.

A principios de 1941 Reich tuvo dos reuniones con Einstein para discutir su descubrimiento de que la temperatura por encima de la parte superior de un ORAC era significativamente más alta (hasta 2° C) que en el aire ambiente. Einstein reaccionó diciendo que si es reproducible esta anomalía térmica sería 'como una bomba en la física'. Esto se debe a que, de acuerdo con la segunda ley de la termodinámica, se supone que la energía térmica sólo se disipa y no se acumula espontáneamente. Reich dejó un ORAC con Einstein para que él pudiera realizar las mediciones por sí mismo. Una semana después, Einstein escribió a William diciendo que había confirmado la diferencia de temperatura; pero por consejo de su asistente Leopold Infeld descartó el fenómeno como un 'artefacto' provocado por corrientes de convección normales en interiores. Reich respondió llevando a cabo experimentos adicionales para refutar esta 'explicación' trivial, pero para Einstein el problema estaba resuelto.

Durante los siguientes 60 años el experimento no fue mencionado por los físicos convencionales, mientras que varios 'reichianos' repitieron con éxito el experimento, pero nunca bajo condiciones suficientemente estrictas. Sin embargo, los científicos canadienses Paulo y Alexandra Correa informaron una rigurosa repetición del experimento en 2001, verificando que incluso en las condiciones más desfavorables persiste una anomalía térmica pequeña pero significativa que apunta a la existencia de un flujo anómalo de energía no térmica (1):

'De este modo, se muestra que la objeción de Infeld es fácil y la oscilación de Einstein entre su entusiasmo por la explicación de Reich y su aceptación apresurada de dicha objeción nos deja con la sensación de que los grandes hombres son sólo ídolos de los pequeños'.

Einstein declaró una vez que la termodinámica clásica 'nunca sería derrocada' e irónicamente la teoría fue descartada frente a sus narices, pero él estaba ciego a la evidencia.

Sin embargo, mientras Einstein era canonizado, Reich fue perseguido y tildado de fraude. En 1956 la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos (F.D.A. en inglés) obtuvo una orden judicial que dictaminó que el orgón 'no existe', que todos los libros y revistas que contenían discusiones detalladas sobre el asunto debían ser destruidos e igualmente los dispositivos relacionados fuesen desmantelados o eliminados. La FDA procedió a incinerar todos los libros de Reich que mencionan el orgón, tal y como los nazis lo hicieron con sus obras en la década de 1930. Reich luego fue encarcelado por desacato al tribunal y murió en prisión en 1957, mientras la FDA continuó quemando sus libros hasta principios de los años sesenta.



De «Falsedades en física moderna»:

«Los científicos del siglo XIX estaban confundidos acerca de las propiedades del éter porque para explicar la transmisión de las ondas de luz tenía que comportarse como un sólido vibrante, pero para no retrasar el movimiento de los cuerpos celestes tenía que ser un fluido perfecto. El modelo de éter muy detallado de Harold Aspden considera que el éter tiene las propiedades de un cristal líquido; está compuesto de partículas cargadas (quones) establecidas en una matriz cúbica estructurada y dentro de un continuo de carga uniforme de polaridad opuesta, de modo que en general es eléctricamente neutral. Su modelo puede explicar el valor de la constante de estructura fina (que vincula la constante de Planck, la carga de electrones y la velocidad de la luz), la relación de masa protón-electrón (basada en la propuesta de que los protones se forman a partir de muones virtuales, que proporcionan la mar principal de energía en el éter) y la constante gravitacional, entre otros aspectos. Su teoría explica la gravitación como un fenómeno electrodinámico, permite la existencia de antigravedad y propone que la inducción del giro del éter permite la extracción de energía 'libre' (es decir, etérica) (7).

Aspden se refiere al siguiente experimento simple que apunta a la existencia de un éter. Un rotor que contiene un imán se lleva a una cierta velocidad de rotación, se detiene repentinamente y luego se reinicia de inmediato. Aspden descubrió que la energía requerida para llevarla a la misma velocidad la segunda vez era sólo una décima de la que se requería la primera ocasión, pero éste dejó de ser el caso si esperaba media hora antes de reiniciar el rotor. Esto sugiere que el éter es coextensivo con el rotor que lo hace girar, pero mientras que el motor se puede detener en unos pocos segundos, el éter tarda mucho más tiempo en dejar de girar (8). 

Paulo y Alexandra Correa también han desarrollado un modelo muy detallado de un éter dinámico, conocido como 'eterometría'. Sus experimentos con electroscopios, 'acumuladores de orgón' (recintos metálicos especialmente diseñados o jaulas de Faraday) y bobinas Tesla apuntan a la existencia de formas eléctricas y no eléctricas de energía etérica (9). Descartan un éter puramente electromagnético, como el campo de punto cero, y sostienen que las unidades de éter se 'superponen' para formar partículas físicas que toman la forma de un toroide. Siguiendo la visión de Wilhelm Reich, han encontrado pruebas de que los fotones no viajan a través del espacio: el sol emite radiación eléctrica y etérica que puede viajar mucho más rápido que la velocidad de la luz, y los fotones son estructuras transitorias –como vórtices– generadas a partir de la energía, deshaciéndose al desacelerar las cargas físicas (como los electrones). Argumentan que la gravedad es esencialmente una fuerza electrodinámica y han encontrado evidencia experimental de antigravedad (10). La eterometría propone que los movimientos de rotación y traslación de planetas, estrellas y galaxias son el resultado de giros o movimientos vorticiales de éter en escalas múltiples.

Las demostraciones de que la energía puede obtenerse de fuentes no reconocidas por la física oficial ayudarán a revivir un interés científico más amplio en el éter, que es una fuente infinita de energía no contaminante. Varios científicos opinan que se necesita un éter energético para explicar las reacciones nucleares de baja energía ('fusión fría') (11). Muchos especialistas tradicionales niegan la posibilidad de una fusión a temperatura ambiente con reactores de tablero simplemente porque las teorías convencionales dicen que la fusión requiere temperaturas de decenas de millones de grados. De hecho, se desperdician miles de millones de dólares en un esfuerzo por crear un reactor de fusión en caliente que supuestamente imita los procesos que impulsan a las estrellas. Aspden argumenta que el sol no puede ser un reactor de fusión nuclear porque está ionizado y la repulsión electrostática entre protones evitaría que se compactara lo suficiente para producir en su núcleo las temperaturas y presiones extremas requeridas para la fusión en caliente (12).

[Esto demuestra que no hay contradicción entre lo que sostiene el Mahatma en la Carta n° 8 de que a veces debe recurrir a la precipitación y otras a la escritura física, pues sí es posible crear o manipular materia sutil a partir de un flujo etérico y que las facultades paranormales no siempre deben ser constantes

Un ejemplo contemporáneo es el del brasileño Amyr Amiden —investigado por el reputado parapsicólogo Stanley Krippner quien es capaz de materializar objetos relativamente pequeños «de la nada»; el famoso pseudoescéptico James Randi lo descartó como médium, aunque él mismo no tuvo la misma «ética» para denigrar a Uri Geller en su momento como relata Winston Wu en «Argumentos comunes contra afirmaciones paranormales, parte 4». Más información sobre el estudio de Amiden en: https://psi-encyclopedia.spr.ac.uk/articles/amyr-amiden].

James Randi​, fue un mago de escenario, ilusionista,​ escritor y escéptico​ canadiense-estadounidense conocido por exponer fraudes relacionados con la parapsicología, el ocultismo, lo sobrenatural, la homeopatía y otras pseudociencias.​ 

(7) Aspden, Creation, www.aspden.org, www.energyscience.org.uk.
(8) Harold Aspden, ‘The Aspden effect’, 2002, www.energyscience.org.uk; Creation, p. 20-1.

(9) Paulo N. Correa and Alexandra N. Correa, Experimental Aetherometry, vol. 1, 2A y 2B, Concord: Akronos Publishing, 2001, 2003, 2006 (www.aetherometry.com).


Investigaciones no-estándar de energía libre: https://www.youtube.com/watch?v=CSolZjewycw (desde 1:11:27; ejemplo de Denis Lee y siguiente: generación de electricidad y movimiento sin usar energía convencional. También hay menciones sobre los investigadores ya señalados y a los ejemplos siguientes sobre la falibilidad del modelo gravitacional, para quienes deseen ver el documental completo).

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