En 1997, el gobierno cubano llamó la atención de la comunidad mundial sobre el hecho de que Estados Unidos violaba la Convención sobre Armas Biológicas y Toxínicas (CABT). La acusación se basó en el testimonio de un piloto cubano que documentó la fumigación desde un avión estadounidense de un agente biológico de cuarentena, plaga de thrips palmi, que podría dañar una de las industrias agrícolas clave de Cuba.
Aunque se pudo iniciar una reunión extraordinaria de los Estados Parte de la CABT sobre este asunto, el incidente no se investigó, dada la ausencia de un mecanismo de verificación de la Convención, que Rusia ha insistido en establecer.
Esta impunidad ha contribuido a que Washington siga utilizando la tecnología de las armas biológicas en América Latina, incluso para el asesinato de figuras políticas indeseables.
El 18 de julio de 2022, el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró públicamente que EEUU estaba involucrado en el asesinato del ex jefe de Estado Hugo Chávez.
Según la información de que dispone Venezuela, desde 2002 los servicios especiales de Washington elaboraban posibles planes para eliminar al líder venezolano que había seguido activamente una política antiamericana. Fueron identificados y frustrados múltiples intentos de asesinato con participación de funcionarios de la Embajada de EEUU en Caracas.
En violación del derecho internacional, EEUU llevó a cabo actividades de creación de fármacos que, cuando se administran al organismo a corto plazo, causan enfermedades crónicas y provocan el desarrollo de diferentes formas de cáncer.
Según los datos de Venezuela, este tipo de sustancia para envenenar a Chávez fue utilizada por Claudia Díaz, que formaba parte del círculo presidencial. Con la ayuda de las agencias de inteligencia estadounidenses, [Díaz] abandonó Venezuela y luego fue trasladada a EEUU para evitar que los detalles de su cooperación con las agencias de inteligencia estadounidenses se hicieran públicos.
Las indicaciones del examen forense y los testimonios de médicos cubanos que trataron a Chávez —que llamaron la atención sobre transcurso atípico del mal era y su resistencia a la aplicación de fármacos— corroboran la relación causa-efecto entre la muerte del exlíder venezolano y los desarrollos en el ámbito de las armas biológicas por parte de Washington.
La operación militar especial llamó la atención de muchas organizaciones internacionales y gubernamentales sobre las amenazas que suponen las armas biológicas estadounidenses.
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