En el hinduismo, los Vedas (donde «veda» significa «conocimiento») son clasificados genéricamente como Śruti o «sabiduría revelada», implicando que las enseñanzas fueron concedidas por grandes sabios o rishis que poseían un alto grado de conciencia. Hoy se reconocen cuatro Vedas: Rigveda, Yajurveda, Samaveda y Atharvaveda, que sirvieron de base para la literatura revelada posterior que comprende los Brahmanas (comentarios de los Vedas, detallando el proceder correcto en rituales), los Araniakas (textos rituales y meditacionales para los ascetas que vivían en bosques), y los Upanishads (que exponían el significado secreto y filosófico de himnos védicos). Hay también numerosos trabajos pertenecientes al Smṛti o conocimiento tradicional o recordado. Éstos incluían los Sutras (que tratan de ritual, ley y moralidad), dos grandes epopeyas (Mahabharata y Ramayana) y docenas de Puránas (colecciones enciclopédicas de mito, leyenda y genealogía).
Helena P. Blavatsky se refiere a los Vedas como «los más antiguos y sagrados de los trabajos sánscritos», diciendo que fueron enseñados oralmente miles de años antes que fueran compilados a orillas del lago Manasarovar en Tíbet. El Rigveda, el primero y más importante de los Vedas, fue dictado por grandes sabios en el lago Manasarovar «decenas de miles de años ha»; más tarde los brahmanes cruzaron el Himalaya a través de las calurosas llanuras de los Siete ríos sagrados (Ganges, Yamuna, Sarasvati, Indo, Godavari, Narmadá, Kaveri). Puesto que fue reunido en su forma original por Veda-Vyasa, los brahmanes asignan a los Vedas una antigüedad de 3.100 años a.C. Blavatsky enfatiza que los Vedas no son un sólo trabajo, pues cada tomo y casi todo himno es producción de varios autores, escritos en varias épocas durante la evolución de la raza indoaria. La mayoría de expertos contemporáneos cree que fueron compuestos en torno al 1.500-1.200 a.C., y es muy posible que en su forma actual no sean tan antiguos, pero esto no afecta a la gran historia védica tradicional.
Helena P. Blavatsky se refiere a los Vedas como «los más antiguos y sagrados de los trabajos sánscritos», diciendo que fueron enseñados oralmente miles de años antes que fueran compilados a orillas del lago Manasarovar en Tíbet. El Rigveda, el primero y más importante de los Vedas, fue dictado por grandes sabios en el lago Manasarovar «decenas de miles de años ha»; más tarde los brahmanes cruzaron el Himalaya a través de las calurosas llanuras de los Siete ríos sagrados (Ganges, Yamuna, Sarasvati, Indo, Godavari, Narmadá, Kaveri). Puesto que fue reunido en su forma original por Veda-Vyasa, los brahmanes asignan a los Vedas una antigüedad de 3.100 años a.C. Blavatsky enfatiza que los Vedas no son un sólo trabajo, pues cada tomo y casi todo himno es producción de varios autores, escritos en varias épocas durante la evolución de la raza indoaria. La mayoría de expertos contemporáneos cree que fueron compuestos en torno al 1.500-1.200 a.C., y es muy posible que en su forma actual no sean tan antiguos, pero esto no afecta a la gran historia védica tradicional.
Geografía de los ríos en el norte de Pakistán. Se muestra la extensión de la cultura del río Swat (o cultura de tumbas de Gandhara) y la cultura del Cementerio H, que son las dos candidatas a haber practicado la ritualista cultura védica nombrada en el texto épico-religioso Rigveda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.)
Los hindúes observaron minuciosamente el cielo y los ciclos lunares, dividiéndolo en regiones por las que nuestro satélite natural pasa por 27 (o a veces 28) «mansiones lunares» (nakshatras), y cada una de ellas contiene un asterismo o grupo de estrellas principal. La luna tarda alrededor de un día en pasar por esas 27 mansiones individualmente, y demora un mes (lunar) en recorrer todas ellas. Puesto que una mansión lunar comprende un promedio de 131/3 grados, el punto del equinoccio vernal demora cerca de 960 años en transitar por aquélla, basado en una tasa promedio precesional de 1° cada 72 años.
Los anales hindúes posteriores para las mansiones lunares comienzan con Ashvini (estrella principal Beta Arietis); el equinoccio vernal estaba localizado en el límite entre Ashvini y Revati al final del siglo VI d.C. Los registros más antiguos sobre dichas mansiones lunares —en partes del Yajur y Atharva-Vedas, los Brahmanas y Upanishads— comienzan con Kritikka (grupo estelar Pléyades, en Tauro) (5), y Alcyone, la estrella principal, habría coincidido con el equinoccio vernal cerca del 2.300 a.C. Partes de los Brahmanas y Vedas posteriores dicen que ese punto equinoccial estaba en Mrigashira (estrella principal Lambda Orionis/Meissa), lo que corresponde a una fecha de unos 4.000 años a.C.; y el Rigveda contiene una referencia a este fenómeno en Punarvasu (estrella principal Pólux, en Géminis), indicando una fecha en torno al 6.000 a.C.
En una serie de artículos publicados en The Theosophist (1881-1882) el experto hindú Shri Vivek Shastri L. Godbole se refirió a una serie de observaciones astronómicas en libros sagrados hindúes que señalan diferentes posiciones pasadas del equinoccio primaveral en relación con las mansiones lunares, y calculó los años en que se pudieron haber realizado esas constataciones, considerando una tasa promedio precesional de 50 segundos de arco por año:
1. Equinoccio vernal en el comienzo de Kritikka: 1.421 a.C.
2. Al comienzo de Ardra: 4.301 a.C.
3. Al inicio de Mula: 16.335 a.C.
4. En Abhijit: 19.112 a. de C.
Fuente: Teosofía Original
Los anales hindúes posteriores para las mansiones lunares comienzan con Ashvini (estrella principal Beta Arietis); el equinoccio vernal estaba localizado en el límite entre Ashvini y Revati al final del siglo VI d.C. Los registros más antiguos sobre dichas mansiones lunares —en partes del Yajur y Atharva-Vedas, los Brahmanas y Upanishads— comienzan con Kritikka (grupo estelar Pléyades, en Tauro) (5), y Alcyone, la estrella principal, habría coincidido con el equinoccio vernal cerca del 2.300 a.C. Partes de los Brahmanas y Vedas posteriores dicen que ese punto equinoccial estaba en Mrigashira (estrella principal Lambda Orionis/Meissa), lo que corresponde a una fecha de unos 4.000 años a.C.; y el Rigveda contiene una referencia a este fenómeno en Punarvasu (estrella principal Pólux, en Géminis), indicando una fecha en torno al 6.000 a.C.
En una serie de artículos publicados en The Theosophist (1881-1882) el experto hindú Shri Vivek Shastri L. Godbole se refirió a una serie de observaciones astronómicas en libros sagrados hindúes que señalan diferentes posiciones pasadas del equinoccio primaveral en relación con las mansiones lunares, y calculó los años en que se pudieron haber realizado esas constataciones, considerando una tasa promedio precesional de 50 segundos de arco por año:
1. Equinoccio vernal en el comienzo de Kritikka: 1.421 a.C.
2. Al comienzo de Ardra: 4.301 a.C.
3. Al inicio de Mula: 16.335 a.C.
4. En Abhijit: 19.112 a. de C.
Godbole concluye que los arios estaban bien familiarizados con los movimientos del Sol y la Luna mediante estrellas «fijas», mediciones de meses y años solares/lunares, y también con la precesión de equinoccios al menos desde el 20.000 a.C.: «Si los trabajos posvédicos —Upanishads, Brahmanas, etc., etc., hasta los Puranas— se examinan críticamente, nos transportan hasta el año 20.000 a.C.; entonces, la época de composición para los Vedas no puede ser inferior al 30.000 a.C., redondeando las cifras».
Fuente: Teosofía Original
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